Las mejores vistas de Praga: dónde conseguirlas
¿Fan de las alturas? ¡Hemos recopilado los mejores miradores de Praga!
No es un secreto, cualquier vacación o escapada en una capital europea debe necesariamente incluir un punto panorámico. Mirar los tejados a vista de pájaro es una bonita manera para entender la geografía de una ciudad y disfrutar de unos paisajes inolvidables y desde luego una de las cosas que hay que hacer en Praga.
1. Disfruta del panorama a 360º de la Torre Petřín
¿Sabías que Praga cuenta con una versión en miniatura de la Torre Eiffel? Pues sí, la Torre Mirador de Petřín (Petřínská rozhledna) se construyó en 1891 en ocasión de la Exposición del Jubileo y es una réplica en menor tamaño de su prima francesa.
La torre está rodeada por un gran parque que hospeda los jardines Lobkowicz, el observatorio Štefánik y el Museo Etnográfico Letohrádek Kinských. Durante los meses más cálidos, los habitantes de Praga y los turistas alcanzan este rincón para huir del ajetreo y suben los 299 escalones de la atalaya para admirar el skyline.
La Torre de Petřín no es muy alta (mide 63 metros) pero, al encontrarse en la cumbre de la homónima colina, su punto panorámico domina la ciudad. Los fotógrafos profesionales suelen llegar hasta aquí por dos razones: por las incomparables vistas y por la ausencia de barrera de vidrio o de plástico. En los días despejados es posible ver el pico más alto del país, el Snezka, una montaña a 150 km de distancia, justo en la frontera entre República Checa y Polonia.
- Dirección: Petřínské sady 633
- Cómo llegar: para llegar hasta aquí, la opción más recomendable es el funicular. Este medio de transporte sale del barrio de Malá Strana (calle Ujezd) y llega a los pies de la atalaya. En alternativa, puedes coger el tranvía (línea 22 o 23) hasta la parada Pohořelec.
2. Recorre las murallas del Castillo de Praga
Fundado en el siglo IX, el Castillo de Praga es el más grandes del mundo. En sus 45 hectáreas hay fortificaciones, jardines, palacios históricos y dos lugares de culto de gran importancia: la Catedral de San Vitus y la Basílica de San Jorge. Desde las alturas, las vistas sobre la ciudad dejan sin aliento.
En mi opinión, la mejor opción es visitar esta zona durante la puesta del sol. Cuando la luz del día deja espacio a la noche, la atmósfera se vuelve mágica. Si quieres tener más información acerca de esta fortaleza, te recomiendo el post sobre los 10 mejores tours del Castillo de Praga
- Dirección: Hradčany, 119
- Cómo llegar: la forma más fácil de llegar es con el tranvía (línea 22).
3. Toma un descanso en el Parque Letná
El Parque Letná es uno de los más hermosos de la capital checa. Se encuentra en la margen occidental del río y tiene una característica peculiar: desde aquí se ven todos los puentes de Praga. Este pulmón verde es un auténtico oasis urbano. En primavera y verano, turistas y locales acuden al Parque Letná para patinar, dar una vuelta en bici o simplemente pasar el rato.
Otros llegan aquí para su biergarten, literalmente un “jardín de cerveza”. Se trata de un espacio provisto de bancos y mesas de madera donde la gente puede sentarse para consumir unas birras. Si te interesa el tema, te aconsejo leer el artículo sobre las mejores cervecerías de Praga.
Este área verde se encuentra a poca distancia del centro y es una etapa obligada de cualquier vacación o fin de semana largo en la capital checa. Sin embargo, no podrás disfrutar de estas vistas si viajas en otoño o en invierno. En efecto, el Parque Letná abre en primavera y cierra en octubre. En este caso, te recomiendo consultar una pequeña guía con las 10 cosas que ver y hacer en Praga durante el invierno.
- Dirección: Letná, 170
- Cómo llegar: si te alojas en el casco viejo, puedes subir a la colina de Letná en unos veinte minutos. Si no te apetece caminar, puedes coger el tranvía (líneas 2 o 18) y bajar en la estación de Chotkovy sady.
4. Queda a boca abierta en la azotea del Hotel U Prince
La Plaza de la Ciudad Vieja (Staroměstské náměstí) es el corazón del casco viejo y una de las mayores atracciones turísticas de Praga junto con el Puente Carlos y el Castillo. Este céntrico espacio alberga el famoso Reloj Astronómico, el conjunto de edificios que conforman el ayuntamiento viejo, la Iglesia de Týn (Týnský chrám) y el Palacio Kinský, una joya de estilo rococó.
El Hotel U Prince se halla en una esquina de la plaza y su restaurante en la azotea goza de unas incomparables vistas sobre los edificios cercanos. Una imagen vale más de mil palabras; por lo tanto, te animo a echar un vistazo al perfil Instagram del hotel. Su menú gourmet es complementado por una extensa carta de cocktails que podrás degustar mientras la luz del día deja espacio a la noche.
- Dirección: Staroměstské náměstí 29
- Cómo llegar: Plaza de la Ciudad Vieja es el centro neurálgico de la capital checa. No te preocupes, durante tus vacaciones pasarás en este sitio más de una vez.
5. Sube al belvedere del castillo de Vyšehrad
Fundado en el siglo X, el castillo de Vyšehrad se levanta en la orilla oriental del río Moldava. Desde su posición privilegiada, la fortaleza domina la ciudad y su punto panorámico es un balcón hacía el Puente Carlos y los tejados del casco viejo. Al ser menos conocido que el castillo gótico tardío en el distrito de Hradcany, encontrará menos turistas y podrás dar un paseo tranquilo.
La colina hospeda también el Gorlice (un almacén subterráneo que alberga seis esculturas que adornaban el Puente Carlos), el cementerio Slavin (donde reposan muchas personalidades que han ligado sus nombres a la historia de Chequia) y la ruina de los baños de Libuse.
Esta última fue una princesa que se convirtió en la primera mujer que reinó en Praga. Según cuenta la leyenda, Libuse se casó con un humilde labrador Premysl y juntos iniciaron la dinastía Premyslid que gobernaría durante 400 años. También era una profetisa y predijo la fundación de Praga diciendo: "Puedo ver una gran ciudad, cuya fama llegará a las estrellas".
- Dirección: V Pevnosti 159
- Cómo llegar: el castillo de Vyšehrad se sitúa a pocos km del casco viejo. Para llegar hasta aquí puedes coger el tranvía 18 desde la parada Staroměstská y bajar en Ostrčilovo náměstí. Tardarás menos de cinco minutos para llegar hasta la cumbre.
6. Regálate una cena con vista
Este singular edificio se encuentra en la orilla del río Moldava y es una joya de la arquitectura de vanguardia. Ha sido proyectado por unos arquitectos de fama mundial – Vlado Milunić y Frank O. Gehry – que se inspiraron a una pareja de bailarines: Fred Astaire y Ginger Rogers. La Casa Danzante (Tančící dům) tiene una superficie de más de 5.000 m2; los pisos intermedios hospedan la sede del banco Nationale-Nederlanden mientras que las otras están ocupadas por un hotel.
El restaurante de la séptima planta tiene unas magníficas vistas sobre la capital checa y es el lugar perfecto para una velada romántica. Sus ventanales miran hacia Hradčany, el barrio del castillo. Desde esta posición privilegiada podrás degustar unos manjares viendo a lo lejos las torres del castillo más grande del mundo. Si quieres descubrir la gastronomía checa, te aconsejo leer el post sobre los 10 mejores restaurantes de la capital checa.
- Dirección: Jiráskovo námestí
- Cómo llegar: si no tienes prisa, puedes ir andando desde la ciudad vieja. El trayecto dura entre veinte y treinta minutos. En alternativa, puedes optar por el metro. La parada Karlovo náměstí está en las proximidades del edificio.
7. Déjate cautivar por la atmósfera del Puente Carlos
El Puente Carlos el más antiguo de la ciudad y conecta el casco antiguo con el barrio de Malá Strana. Es un verdadero símbolo de Praga y es visitado por miles de turistas. Sin embargo, pocos de ellos suben a la Torre de la Ciudad Vieja (Staromestska mostecka vez). Esta atalaya se encuentra en una extremidad del puente y fue construida por voluntad del rey Carlos IV. La torre alcanza los 50 metros de altura y es un belvedere hacia la orilla oeste del río Moldava.
Para llegar a la cima deberás subir 138 escalones pero te aseguro que vale la pena. Malá Strana es el barrio con más encanto de la capital checa. En el siglo XVI, unos cuantos nobles se establecieron aquí y construyeron sus residencias. Los magníficos edificios barrocos que se pueden apreciar hoy en día se deben a ellos. Desde las altura se divisa la gran cúpula de la Iglesia de San Nicolás.
- Dirección: Karlův most, 110
- Cómo llegar: las paradas de metro Staroměstská y Mustek se encuentran a escasos metros del puente. También puedes optar por el tranvía. Las líneas 12, 20, 22 y 57 te dejarán en Malostranské náměstí mientras que las líneas 17, 18 y 53 llegan hasta Karlovy lázně, ambas a poca distancia del símbolo de la ciudad.
8. Llega hasta la cumbre del edificio más alto de República Checa
Para disfrutar de las mejores vistas, a veces hay que subir lo más alto posible. En la capital checa, este lugar corresponde a la Torre de Televisión Zizkov. Construido entre 1984 y 1989, este gigantesco torreón domina la ciudad entera y es un monumento bastante controvertido. Según una encuesta realizada por un sitio web, es el segundo edificios más feo del mundo. En mi opinión, el resultado es un poco injusto pero prefiero que lo juzgues en persona.
Lo que es cierto es que su punto panorámico te dejará sin aliento. Si el cielo está libre de nubes, ¡podrás ver construcciones a una distancia de 100 kilómetros!. Dos ascensores rápidos te llevarán a la parte superior que, además del belvedere, cuenta con un restaurante gourmet que privilegia ingredientes frescos y productos de proximidad. En el after dinner, puedes tomar un cocktail o un digestivo mientras miras la ciudad iluminada. Ahora no parece tan fea la torre, ¿verdad?
- Dirección: Mahlerovy sady 1,
- Cómo llegar: si te alojas en el casco viejo, coge el metro (línea verde) en Staroměstská y baja en la parada Jiřího z Poděbrad.
9. Entra en una de las iglesias más bellas de la capital
San Nicolás es la iglesia barroca más famosa de Praga. Fue construida por voluntad de la orden de los Jesuitas que adquirió los terrenos en el siglo XVII. En este mismo lugar existía otro lugar de culto medieval que fue derribado para dejar espacio al actual. La construcción duró aproximadamente un siglo y dio trabajo a tres generaciones de arquitectos: Kryštof Dientzenhofer, Kilián Ignác Dientzenhofer y Anselmo Lurago.
En su interior, la iglesia está adornada con esculturas, frescos y un órgano que ha sido utilizado por Wolfgang Amadeus Mozart. Otro punto fuerte son sus dos miradores que dominan el barrio de Malá Strana. En mi opinión, no hace falta subir hasta el segundo ya que se encuentra “tapado” por unas ventanas. Importante: este monumento no tiene que ser confundido con la homónima iglesia de la ciudad vieja.
- Dirección: Malostranské námestí
- Cómo llegar: desde el casco histórico, te bastará cruzar el Puente Carlos. El trayecto dura unos veinte minutos. Si prefieres coger el transporte público, puedes coger el autobus (línea 194) en Pařížská y bajar en Malostranské náměstí.
10. Disfruta de un clásico del casco viejo
La Torre de la Pólvora (Prašná brána) es una torre gótica y una de las puertas de acceso originales de la ciudad. Este monumento es muy importante para la historia checa ya que marcaba el inicio de la Ruta Real, un recorrido que seguían los futuros monarcas en el día de la coronación.
En la actualidad, alberga una exposición fotográfica dedicada a las torres de Praga mientras que en su parte superior se halla un belvedere. Tras subir unos 186 escalones llegarás a una plataforma de observación con vistas al casco antiguo. Desde aquí podrás admirar la Casa Municipal (Obecni dum) de estilo Art Nouveau y el Banco Nacional.
- Dirección: Malostranské námestí
- Cómo llegar: sube al metro y baja en Náměstí republiky o Můstek (ambos en la línea amarilla).
Hemos llegado al final. En mi opinión, estas son las mejores vistas de la capital checa. Si tienes poco tiempo y necesitas sacar lo máximo de tus vacaciones, te recomiendo leer el post Praga en 1 día: guía para aprovechar al máximo tu visita a Praga. Si en cambio tienes previsto quedarte más tiempo, puedes leer Praga en 5 días: guía para descubrirla al detalle. ¡Buen viaje!