Qué ver y hacer en Cinque Terre en 3 días

Cinque Terre es un Parque Nacional en la provincia de Liguria que alberga en su interior a cinco de los pueblos más bellos de Italia: Riomaggiore, Manarola, Corniglia, Vernazza y Monterosso al Mare. Son conocidos por sus pintorescas y coloridas casitas suspendidas en escarpados acantilados junto al mar, sus magníficos paisajes y sus senderos que conectan a las distintas localidades. Si te planteas cuanto tiempo ir, tres días es el tiempo ideal. Y para llegar, lo más habitual es que reserves una excursión a Cinque Terre desde Florencia o desde Milán.

La forma más común, y también la más cómoda, de recorrer las cinco localidades que conforman Cinque Terre es hacerlo en tren, ya que todos los pueblos, a excepción de Corniglia, tienen una estación cercana al centro histórico y la duración del viaje entre ellos es mínima. Si te decides por este medio de transporte, lo mejor será que te hagas con la Cinque Terre Express de Trenitalia, ya que con ella podrás coger todos los trenes que necesites durante un día.

Debido a los altos precios de los alojamientos en Cinque Terre, muchos turistas deciden hospedarse en La Spezia y reservar una excursión a Cinque Terre desde La Spezia, aunque también podrás encontrar una gran oferta de hoteles en Monterosso. Sin embargo, los trenes parten con bastante frecuencia, por lo que no tendrás ningún problema a la hora de moverte por la costa de Liguria.

Ahora sí, para tu primer día, te he preparado un itinerario que comienza en Monterosso al Mare, el pueblo más grande de Cinque Terre y termina en Vernazza, considerada por muchos la localidad más bella de las cinco.

Conoce Monterosso al Mare, el pueblo más grande de Cinque Terre

Además de tratarse de la localidad más poblada de las cinco, en Monterosso se encuentra la playa más extensa de Cinque Terre. Dividida entre una zona pública y otra privada, esta playa de aguas cristalinas es perfecta para darte un baño y refrescarte si viajas a Cinque Terre durante el verano.

Monterosso al Mare está formado por dos áreas separadas por una colina bajo la cual existe un túnel que las mantiene comunicadas. En una de estas zonas se encuentran su encantador centro histórico y el puerto, por los que merece la pena perderse dando un buen paseo, y en la otra, podrás encontrar tanto la estación de tren como su playa más conocida, la playa de Fegina.

Pese a ser la localidad más amplia, es posible recorrer Monterosso en poco más de una hora, por lo que si el clima es agradable tendrás tiempo de relajarte en la playa o incluso realizar alguna actividad acuática, por ejemplo puedes reservar un tour en kayak en Monterosso al Mare o reservar un paseo en barco al atardecer por Cinque Terre desde Monterosso. Eso sí, no olvides visitar sus principales monumentos como la Iglesia de San Francisco, la Iglesia de San Juan Bautista o la Villa Montale.

Da un paseo a caballo por Monterosso

Otra opción muy demandada es reservar un paseo a caballo por Monterosso, una forma ideal de terminar de conocer y profundizar en esta localidad de Cinque Terre junto a un guía profesional. Disfrutarás de las increíbles panorámicas de la costa mientras cabalgas y conectas con la naturaleza. Una experiencia única y emocionante. Además, podrás parar para hacer fotografías.

Dirígete hasta tu próximo destino, Vernazza

Una vez terminada tu visita a Monterosso, tu siguiente punto será el encantador pueblo de Vernazza. Para llegar existen diferentes opciones, entre ellas, seguir el sendero a pie que une ambas localidades. Sin embargo, este tramo del recorrido puede resultar algo duro, por lo que si no estás acostumbrado a este tipo de actividades, te recomiendo tomar otro medio de transporte.

Una opción de lo más divertida para moverte sería haciéndolo en barco, ya que las vistas de los pueblos desde el mar son espectaculares. Eso sí, es una alternativa menos económica que el tren, además de que puede no resultar especialmente agradable si viajas a Cinque Terre durante el invierno.

Si realizas el trayecto en tren, podrás comprobar que a pocos metros de la estación se encuentra la calle principal de Vernazza, donde existe una amplia oferta de tiendas y restaurantes, y la plaza central, en la que se encuentra la famosa Iglesia de Santa Margarita. Vernazza destaca especialmente por su ambiente de ciudad marinera, sus pintorescas casitas de colores y sus calles angostas y en pendiente. Una vez allí, te recomiendo que recorras a pie su casco histórico con un agradable paseo.

Haz una pausa para degustar la gastronomía local

Tras una larga mañana de caminatas, ¿qué mejor plan que hacer un descanso para disfrutar de los exquisitos platos de esta región italiana? Por eso, te recomiendo que escojas entre alguno de los magníficos restaurantes que podrás encontrar en la plaza central y aproveches para probar alguna receta de cocina local.

Uno de los platos más típicos de Liguria son los deliciosos trofie, un tipo de pasta de forma alargada y entrelazada que se suele servir con pesto genovese. También es común en esta zona encontrar distintos platos de pasta acompañada de marisco o pescado, como los famosos spaghetti ai frutti di mari.

Aunque si estás interesado en conocer más a fondo la cocina de la zona, no dudes en reservar un tour gastronómico por Cinque Terre, en el que un experto te acompañará durante el recorrido y te contará los secretos de este espectacular rincón de Italia. Y otra opción aún más original es que reserves una clase de cocina de gnocchi y pesto en Riomaggiore.

Continúa tu paseo y sube hasta un mirador muy especial

Una vez concluido tu almuerzo, podrás ir caminando hasta el puerto de Vernazza, uno de los más destacados de todo Cinque Terre, y dar un paseo a la orilla del mar o hacer unas fotos de lo más llamativas. Junto al puerto se encuentra una pequeña playa con piedras donde puedes darte un baño o tomar el sol.

A continuación, te recomiendo que hagas un pequeño esfuerzo y subas al que es considerado como uno de los mejores miradores de Vernazza. Para llegar hasta allí, tendrás que partir desde la plaza central y subir por unas escaleras que se encuentran frente a la iglesia y en cuya base podrás encontrar un cartel que señaliza el comienzo del sendero hasta Monterosso.

Deberás seguir la señalización de este sendero y continuar por él durante un pequeño tramo del camino, estarás arriba en menos de 15 minutos y te aseguro que las vistas hacen que el esfuerzo merezca la pena. Ten en cuenta que para poder acceder a muchos de los senderos deberás mostrar tu Cinque Terre Card.

Termina el día contemplando el atardecer desde el Castillo de Doria

Hacer una visita al Castillo de Doria es sin duda una parada imprescindible si decides visitar Vernazza. Esta imponente fortaleza se encontraba antaño custodiando la ciudad sobre un pequeño peñón, lamentablemente, hoy en día solo queda en pie una torre que se puede visitar por unos 2 € aproximadamente.

Desde este punto las vistas del pueblo son espectaculares y si el tiempo te lo permite, te aconsejo encarecidamente que esperes para ver la puesta de sol, ya que te aseguro que será una experiencia que no olvidarás.

Como puedes comprobar Cinque Terre tiene mucho que ofrecer. Para tu segundo día en Cinque Terre te tengo preparado un itinerario que pasa por las tres localidades que aún te faltan por visitar: Riomaggiore, Manarola y Corniglia.

Comienza el día en el pueblo más alto de Cinque Terre, Corniglia

Aunque la localidad de Corniglia pasa en ocasiones algo desapercibida en comparación con el resto de pueblos que conforman Cinque Terre, las magníficas vistas que podrás encontrar desde lo alto de la colina que acoge a este pequeño pueblo harán que valga la pena invertir un poco de tu tiempo en hacerle una visita.

Corniglia es la única localidad de Cinque Terre que no tiene acceso al mar, además de ser la más pequeña de todas. Sin embargo, una ventaja de que algunos viajeros decidan saltarse este punto del recorrido es que el pueblo se encuentra mucho más tranquilo que los otros, convirtiéndolo en un lugar ideal para disfrutar de la calma y pasear sin una muchedumbre de turistas.

Si decides llegar en tren deberás estar preparado para la Scalinata Lardarina, una escalera de casi 400 escalones que te lleva desde la estación hasta el centro histórico. Y es que este pintoresco pueblo se encuentra en la cima de una montaña, a unos 90 metros de altura. Eso sí, las vistas desde arriba son inmejorables. Otra opción sería la de coger un minibús que está incluido en la Cinque Terre Card. Algunos de los monumentos que podrás visitar son la Iglesia de San Pedro o la Iglesia de Santa Caterina.

Visita Manarola, el siguiente punto en tu recorrido

Una vez explorado Corniglia, lo cual no te llevará más de una hora, podrás volver de vuelta a la estación de tren y dirigirte hacia tu próximo destino, Manarola, uno de los pueblos más hermosos y conocidos de Cinque Terre. Llama especialmente la atención por su fantástica arquitectura, de la cual destacan sus casitas de colores asentadas entre las rocas, sus magníficas vistas y sus playas de piedra y acantilados.

Una vez allí, te recomiendo que recorras a pie Manarola y te pierdas entre la explosión de colores de sus estrechas callejuelas. Bajando hasta el puerto, podrás encontrar también un balcón natural desde donde las vistas del pueblo son espectaculares y que resulta perfecto para hacerte unas fotos.

Si se encuentra abierto durante la temporada de tu viaje, te recomiendo que no dejes de ir al restaurante con mejores vistas de Manarola, el Nessun Dorma, donde podrás disfrutar de un buen vino y un aperitivo típico italiano, como las bruschettas. Aunque si realmente eres un apasionado de los vinos, no dudes en reservar una cata de vinos por Manarola. Por último, no olvides recorrer la Via di Mezzo, la calle principal. Allí, podrás encontrar numerosas tiendas de artesanía local y restaurantes donde podrás comprar una deliciosa focaccia para el almuerzo.

Recorre la famosa Via dell´Amore

El siguiente y último punto del día es el encantador pueblo de Riomaggiore. Sin embargo, para llegar hasta él te recomiendo que tomes un camino muy especial. Como se ha mencionado anteriormente, uno de los atractivos de Cinque Terre son sus famosos senderos. Y en concreto, la ruta más conocida de todas, el Sentiero Azzurro, o “sendero azul”, que consiste en un camino junto al mar que une a todos los pueblos.

Si eres un amante del senderismo, tienes la opción de consultar la web oficial de senderos de Cinque Terre y realizar el itinerario cambiando los trenes por este recorrido a pie. Sin embargo, te voy a hacer especial hincapié en que no dejes de hacer uno de sus tramos, conocido como el Sendero del Amor.

El Sendero del Amor, o Via dell´Amore es el tramo que conecta Manarola con Riomaggiore y es una de las rutas más transitadas tanto por su belleza como por ser la más sencilla de recorrer.

Descubre Riomaggiore, el último de los pueblos que forman Cinque Terre

Tras menos de media hora de camino, llegarás hasta Riomaggiore. Esta localidad de Cinque Terre posee un casco histórico de lo más encantador y, como algunos de los otros pueblos vecinos, está formado por graciosas casitas de colores asentadas en una formación rocosa.

Una de las zonas más destacadas de Riomaggiore es su pintoresco muelle, ya que desde allí podrás tener una fantástica vista panorámica tanto del puerto como de las cristalinas aguas del mar. Otros de sus principales atractivos son la Iglesia de San Juan Bautista y el Castillo de Riomaggiore, que se encuentra en la parte más elevada del pueblo.

Si vas a pasar la noche en Cinque Terre o en sus alrededores, te recomiendo que aproveches para ver la magnífica puesta de sol desde su pequeña cala, o bien que elijas una opción más original y reserves un recorrido en barco al atardecer, o incluso que reserves una clase de cocina en Riomaggiore.

Si viajas a Cinque Terre durante dos días o recorres Cinque Terre en un solo día, lo mejor será que te centres en recorrer las cinco localidades para no perderte nada, sin embargo, ya que tu estancia es algo más larga, tienes la oportunidad de aprovechar para hacer una excursión y conocer un poco más la hermosa región de Liguria.

Disfruta de tu visita Portovenere

Para llegar hasta Portovenere tienes varias opciones diferentes dependiendo desde donde partas. La primera sería hacerlo en transporte público. Si te alojas en La Spezia, podrás hacerlo de forma directa tomando un autobús o también puedes reservar una excursión en barco por Cinque Terre desde La Spezia. Si por otra parte te alojas en alguno de los pueblos que conforman Cinque Terre, puedes coger un ferry directo o bien hacer transbordo en La Spezia.

Sin embargo, si estás dispuesto a una buena caminata, una forma de lo más divertida de llegar hasta Portovenere sería reservando una excursión con guía local por los senderos de la zona partiendo desde Riomaggiore.

Una vez allí, podrás disfrutar recorriendo las calles de este pueblo de pescadores ubicado en el Golfo de los Poetas. Portovenere también se encuentra en paralelo al mar y está poblado por las características casitas de colores de esta zona de Italia. Algunos de sus principales atractivos son el puerto, la Cueva de Byron y la Iglesia de San Pedro. También te recomiendo recorrer la Via Capellini, que es el corazón del pueblo y, además, tanto en ella como en sus alrededores podrás encontrar una variada oferta de restaurantes.

Termina el viaje con un último paseo y una agradable cena

Si tras tu excursión a Portovenere no estás aún demasiado cansado, una opción para tu última noche es que des un paseo por La Spezia, que se encuentra a tan solo media hora en autobús.

Algunas de las actividades que realizar en La Spezia son dar un paseo por el puerto, recorrer el Puente Thaon di Revel, visitar sus plazas más emblemáticas, la Piazza Garibaldi y la Piazza Europa, conocer su Catedral o, si tienes tiempo, el imponente Castillo Medieval di San Giorgio. Además, en su centro histórico podrás encontrar una amplia oferta de bares y restaurantes para disfrutar de una fantástica última cena en Liguria.

Si, por otra parte, te hospedas en alguna de las localidades de Cinque Terre, podrás aprovechar lo que queda de tarde dando un paseo, contemplando la puesta de sol sobre el mar y despidiéndote de las delicias gastronómicas de la zona.