Mejor momento para subir a The Edge en Nueva York

En marzo 2020, The Edge finalmente abrió sus puertas al público, convirtiéndose en una de las atracciones más deseadas de Nueva York, tanto para turistas como para locales. Sus 345 metros de altura y terrazas con suelo y paredes de cristal, ofrecen la posibilidad de ver la ciudad desde el cielo como ningún otro mirador.

Si ya tomaste la decisión de visitarlo o todavía sigues dudando, te cuento todo lo que debes saber con el fin de que elijas cuando reservar tus entradas para The Edge, el mejor momento para subir y recorrer sus terrazas. Te aconsejo que planifiques esta visita, porque definitivamente ya está entre los imprescindibles que ver en NYC.

Sin duda, el atardecer es el mejor momento para visitar The Edge. Tendrás unas vistas impresionantes de Nueva York mientras las luces de la ciudad cobran vida. Además, vas a poder apreciar la ciudad en mil colores y tonalidades y te llevarás a casa las fotos más espectaculares. Ver cómo las luces de la ciudad que nunca duerme cobran vida mientras se pone el sol es algo que nunca olvidarás.

Para subir al atardecer, debes saber que, si compras tu entrada a través de la página oficial, se te cobrará un incremento de unos 9€ por acceder en esta franja horaria. Pero en Hellotickets puedes comprar tu entrada para The Edge al mismo precio, elijas la hora que elijas para hacer la visita.

Sin embargo, si prefieres evitar multitudes y tener una experiencia más relajada, las primeras horas de la mañana también son ideales. Así podrás contemplar el skyline neoyorkino con tranquilidad y sacar fotos sin tanta gente alrededor, disfrutando al máximo de esta icónica atracción. El observatorio Edge está abierto los 365 días del año, de 8 de la mañana hasta la medianoche y de 10 a 22 horas, según la temporada. Y salvo condiciones climáticas muy extremas, el mirador nunca cierra sus puertas.

En días de clima extremo (nevadas, mucho viento o lluvia intensa) podrías encontrarte con la terraza exterior (la del suelo de cristal) cerrada por motivos de seguridad. Sería una pena perdértela porque es la más impresionante. Por eso te recomiendo que antes de ir, revises las previsiones meteorológicas si viajas en invierno, por si anuncian un gran diluvio o una nevada monumental.

De todas formas, ten en cuenta que desde el observatorio interior también tendrás vistas increíbles y podrás observar la ciudad en 360º, llueva o truene. Esto te permitirá igualmente tomar fotos maravillosas y vivir la adrenalina de esta experiencia de una forma más conservadora. Además, es una buena opción para las personas a las que el vértigo no les hace tanta gracia (¡como a mí!).

Como consejo definitivo, te recomendaría antes de comprar tu entrada para The Edge, elegir un día soleado, ya que las nubes podrían empañar también tus vistas (y tus fotos). Si compras las entradas en Hellotickets podrás hacer cambios, lo que te da una mayor flexibilidad para elegir el mejor momento para subir.

Si lo que te agobia es la aglomeración de gente y quieres tener Nueva York a tus pies y casi solo para ti, las primeras horas de la mañana son ideales para concretar tu visita al Edge. Es la franja horaria con menor afluencia de público.

A partir de las 8 de la mañana, el observatorio abre sus puertas, por lo que, si no te importa madrugar, adquiere tu entrada para The Edge en este momento del día y tendrás 700 metros cuadrados de terraza para sobrevolar la ciudad en libertad. Además, si coincide con la temporada de invierno, ¡podrás ver el amanecer desde el Eastern Point! Todo para ti solo.

Ceci’s Traveller Tip

Si quieres visitar The Edge con poca gente, es importante que compres tus entradas con antelación. Así además de asegurarte de ser de los primeros en pasar, evitarás colas e imprevistos. Puedes conseguir tu entrada en Hellotickes desde 42€.

Nueva York es fotogénica a toda hora y en cualquier momento del año, pero si vas a subir a The Edge, la mejor hora para retratar Manhattan desde lo alto, es el atardecer. Si tienes suerte y es un día despejado, vas a poder tomar miles de fotos y ver infinidad de paletas de colores. Es una forma de hacer dos visitas en una y llevarte un recuerdo de ensueño con las mejores vistas desde The Edge.

A la hora de comprar tu entrada para The Edge, ten en cuenta que esta franja horaria es también la más concurrida, por lo que no te será fácil encontrar un lugar para instalar tu cámara sin que alguien se te cruce por delante. Lo mismo sucede con el suelo y las paredes de cristal. A esa hora suele ser difícil encontrarlos impolutos y pueden afectar a la nitidez de tus fotografías.

Si lo que te interesa es poder montar allí tu set de fotografía de viajes y no tener que esquivar demasiados turistas con el objetivo, te recomiendo entonces que vayas bien temprano por la mañana. Es el momento del día en que hay mucha menos gente, las instalaciones están impecables y vas a poder desplegar tu talento creativo con tranquilidad.

The Edge ofrece una experiencia diferente en función de la hora del día y la estación del año en la que vayas. Elegir el mejor momento para visitar depende de si prefieres evitar multitudes, disfrutar de un paisaje romántico o admirar la ciudad iluminada.

Mañana, una experiencia llena de tranquilidad

Durante las primeras horas del día, The Edge ofrece un ambiente más tranquilo y sin grandes multitudes. Además, las vistas son muy nítidas, perfectas para tomar fotografías. De hecho, durante los días despejados, se pueden observar a gran distancia.

Atardecer, la hora dorada para la visita

El atardecer debido a los tonos dorados y rosados que lo caracterizan, es ideal para quienes buscan una experiencia memorable y unas vistas espectaculares. Para ello, se recomienda llegar al menos una hora antes del ocaso, ya que es un horario demandado y puede haber grandes multitudes. Además, es uno de los momentos más románticos del día.

Noche, la magia del skyline iluminado

Y por la noche, el skyline de Manhattan iluminado con luces vibrantes te deslumbrará. Si te gustan las vistas iluminadas y el ambiente urbano bajo las estrellas, te encantará esta experiencia.

El mejor momento para visitar The Edge depende de las preferencias personales. Si valoras la tranquilidad y las fotos nítidas, opta por las primeras horas de la mañana. Por el contrario, si prefieres una experiencia romántica y colores deslumbrantes, el atardecer es tu mejor elección. Y si buscas disfrutar de la ciudad iluminada, una visita nocturna será inolvidable, aunque puede implicar un suplemento adicional en el precio.

Si te preocupan el presupuesto y los precios del mirador The Edge, debes saber que, por desgracia, no ofrece días de visita gratis. Y los únicos visitantes que tienen acceso a una tarifa reducida son los niños de entre 6 y 12 años y los mayores de 62.

Así que mi mejor recomendación para ahorrar o conseguir la mejor tarifa, es que saques tus entradas para The Edge anticipadamente a través de Hellotickets. De este modo, podrás asegurarte el día y la hora de tu preferencia, pagando un único precio sin sorpresas. Además, al ofrecer cancelación y cambios gratuitos te permitirán elegir mejor el día y la hora a la que subir.

Las horas más caras

¡Por cierto! Si quieres ahorrar, debes saber que el acceso en días y horas punta, lleva un incremento de 1,5€ por entrada y la franja horaria en que se ve el atardecer, cuesta unos 9€ más sobre el precio de la entrada que hayas elegido. Así que si compras tu entrada en taquilla o en la web del mirador, asegúrate de ir en los momentos que no tengan esos cargos adicionales.

La opción más flexible en horario y precio: las tarjetas turísticas

Los pases turísticos son una excelente opción ya que te permitirán acceder a la visita en el momento que quieras, sin condicionamientos de fecha y hora y a un precio muy competitivo. Además, muchas de ellas poseen acceso prioritario, con lo cual vas a ganar mucho tiempo.

Si visitas Nueva York con niños o adultos mayores, lo mejor es que busques un día y un horario para subir a The Edge con menos afluencia de público. Si bien la terraza cuenta 700m2 y hay suficiente lugar para recibir un aforo generoso, vas a disfrutar más del paseo si no está lleno de gente.

Ir por la mañana temprano, sobre el mediodía o incluso en las últimas horas antes del cierre, pueden ser buenas opciones para que consideres hacer este paseo familiar tranquilamente. Recuerda que con tu entrada para The Edge tendrás acceso al bar y al restaurante, por lo que también podrán disfrutar del momento de la comida o de la cena, rodeados de unas vistas de película.

Mi consejo es en primavera y otoño, que son las mejores épocas del año también para recorrer la ciudad de Nueva York. Nueva York en primavera y en otoño cuenta con temperaturas agradables, precios razonables y menos afluencia turística. Todos ellos son condicionantes a la hora de poder elegir cuándo viajar y, por ende, visitar The Edge.

Está abierto los 365 días del año y no cierra por nada del mundo (salvo un acontecimiento meteorológico fuera de lo común). Pero subir a 345 metros de altura sobre un rascacielos, no es algo que uno haga todos los días. Y para vivir al máximo la experiencia, requiere que prestes atención a las condiciones climáticas que te acompañarán durante el viaje antes de adquirir tu entrada para The Edge.

Nueva York puede ser muy extrema en invierno y en verano. Nieve y mucho frío en invierno; calor, lluvia y mucha humedad en verano. Por eso, te recomiendo las estaciones intermedias, que son las menos probables de condicionar tu visita. Al contrario, te darán la chance de apreciar las mejores vistas de la ciudad en su máximo esplendor.

El mejor momento para adquirir tus entradas a The Edge y poder maximizar tu visita es a primera hora de la mañana y, a ser posible, entre semana. Si tu escapada neoyorquina es por pocos días o si vas a estar ajustado de tiempo porque no quieres dejar de ver nada, tienes que hacerle un lugar a Edge en tu agenda y dejar la visita planificada.

Como las entradas requieren reservar fecha y hora, podrás asegurarte de ser de los primeros visitantes. Vas a poder recorrerlo con poco público, sacar todas fotos que quieras, e incluso, hasta quizá te de tiempo para tomarte un café en el bar de la planta 101.

Eso sí, te recomiendo que saques tus entradas con antelación para evitar perder tiempo haciendo cola en la entrada y correr el riesgo de tener que entrar más tarde de lo pensado.