10 cosas que hacer en Estambul en enero

Cuando estés preparando tu viaje para el mes de enero es probable que intentes encontrar algún evento especial a los ya numerosos atractivos de Estambul. Desafortunadamente, no es este un mes en el que destaque ninguna actividad especial, festival o evento, aunque eso no significa que sea mala época para conocer la antigua Constantinopla.

Solo con pasear por sus calles, quizás nevadas, ya vale la pena pasar varios días en la ciudad. La menor afluencia turística te va a permitir entrar con mucha más tranquilidad en sus monumentos y, además, vas a poder probar algunas recetas estupendas para entrar en calor. En mi opinión, no dudes en ningún momento que tu viaje a Estambul en enero va a ser una experiencia que no olvidarás.

Enero es, junto con febrero, el mes más frío del año en Estambul, por lo que es mejor planificar el mayor número de actividades posible en el interior. Entre ellos, posiblemente no haya ninguno más relajante que disfrutar de un hamam o baño turco. Este tipo de baño tradicional combina la relajación con la limpieza del cuerpo, aunque en su momento también tuvo una función social como lugar de reunión.

En la actualidad, casi todos los baños de Estambul ofrecen con su entrada un lavado exfoliante, distintos masajes y los momentos de sauna. Algo que debes tener en cuenta es que los dos primeros tratamientos son bastante fuertes y no es infrecuente que cuando salgas te duela todo. Eso sí, sin una sola célula muerta en la piel y con una gran sensación de relax.

Si decides vivir esta experiencia, nada mejor que hacerlo en un tradicional hamman de 5 siglos de antigüedad en cuyas instalaciones podrás deleitarte, además, de su fabulosa arquitectura. ¡Un placer para los sentidos!

Aunque siempre se asocian las comprar en Estambul a lugares como el Gran Bazar (donde puedes realizar un tour guiado por Estambul) o el Bazar Egipcio (el de las especias), lo cierto es que la ciudad turca también ofrece grandes oportunidades para los que busquen artículos de moda. En enero, además, podrás aprovechar el comienzo de las rebajas de invierno para encontrar muy buenos precios en marcas de alto nivel.

Si prefieres realizar tus comprar en lugares no demasiado alejados del centro, solo tienes que recorrer İstiklal Caddesi. En sus múltiples tiendas verás un cartel en el que pone “indirim”, rebajas en turco.

Si has ido a Estambul con niños y a la vez quieres encontrar las mejores ofertas no hay nada mejor que dirigirse a alguno de los grandes centros comerciales de la ciudad, a los que puedes llegar cómodamente en autobús. Un ejemplo es el Istambul Cevahir Shopping Centre considerado el más grande de toda Europa. En sus más de 400.000 metros cuadrados encontrarás:

• Las mejores tiendas internacionales y nacionales.
• Varias salas de cine.
• Un teatro.
• Una piscina de olas.
• Una montaña rusa.
• Una bolera.

Aunque Turquía es un país mayoritariamente musulmán, también existen otras comunidades religiosas, especialmente en las grandes ciudades como Estambul. Si estás en la ciudad el día 6 de enero, puedes ser testigo de la celebración de la epifanía por parte de la comunidad ortodoxa de la ciudad.

Para ello deberás acercarte a uno de los barrios más interesantes de Estambul, Fener, donde se encuentra el bello palacio sede del Patriarcado de la Comunidad Greco-Latina. La ceremonia comienza con un ritual religioso en una iglesia de esa confesión, pero lo más curioso llega después.

Los presentes caminan hasta la orilla del mar y el Patriarca arroja una cruz al agua. Tras esto, numerosos jóvenes se lanzan al agua para tratar de rescatarla. Se trata de una tradición repleta de emoción y vistosidad y realmente vale la pena verla.

Cómo llegar a Fener

Aunque otros distritos de Estambul también celebran rituales similares, como Kuzguncuk, Buyukada y Yesilkoy, la ceremonia de Fener es la más conocida. Para llegar hasta allí tienes varias opciones:

• Subirte a uno de los ferries que forman parte de la red de transporte
  público en Estambul.
• Coger el autobús al lado del puente del Gálata, frente al bazar de las especias. Los autobuses que van hasta Fener son el 99 A y el 48 E.

Realmente, no hace falta que haga frío para que los turcos comiencen cada comida (incluso los desayunos) con una sopa (una çorba en su idioma). Sin embargo, es cuando las temperaturas caen cuando mejor sienta este tipo de comida. No dudes en ir probando las numerosas variedades que la cocina turca ofrece Algunas de las más conocidas son estas:

• Tarhana çorbası: una de las más tradicionales del país y, quizás, una de las que puede parecerte más extraña por su textura. Los ingredientes básicos son los tomates, cebollas, pimientos y, por supuesto, varios tipos de especias. Tras cocer todo junto, se añade harina y yogur y se deja fermentar hasta que esté lista.
• Beyran çorbası: sabrosa sopa de cordero con arroz.
• İşkembe çorbası: es posible que esta sopa te parezca algo extraña al principio, ya que su ingrediente principal son los callos. Sin embargo, te aseguro que es deliciosa y, además, dicen que es estupenda para la resaca.
• Ezogelin çorbası: junto con la anterior, mi sopa turca favorita. La sopa de la novia (significado del nombre) está elaborada con lentejas rojas, bulgur y pimentón. Eso sí, en los locales de comida más tradicionales la aderezan con especias picantes.
• Domates: sopa de tomate muy frecuente en casi todos los lokantasis (restaurantes de comida tradicional en los que se suele tener que ir con la bandeja a elegir la comida).
• Mercimek çorbası: es una sopa de lentejas bastante espesa
• Tavuk: quizás la más reconocible para los españoles, ya que se trata de una sopa de pollo.

Una de las visitas obligadas en Estambul es la antigua basílica de
Santa Sofía (Aya Sofía). En enero, con muchos menos visitantes que el resto del año y podrás ver su interior a tus anchas. Eso sí, ten en cuenta que la entrada no está permitida a la hora del rezo. El resto del tiempo, puedes visitar el templo gratuitamente.

Entrar en este monumento, hoy de nuevo una mezquita después de haber sido un museo durante décadas, supone contemplar la grandiosidad de su construcción, que después inspiró la estructura de las mezquitas otomanas.

Al haber sido reconvertida en mezquita, para entrar deberás mantener ciertas normas de comportamiento. Las mujeres, por ejemplo, deben cubrirse la cabeza, mientras que los hombres no pueden entrar con pantalones cortos (algo que en invierno no te va a apetecer de todas maneras). En la puerta vas a encontrar pañuelos para colocar en el pelo o para improvisar una especie de pareo.

Aunque posiblemente puedas encontrar las patatas al horno típicas del invierno en más lugares, sin duda merece la pena acercarse a Ortakoy, situado al lado del Bósforo (casi debajo del puente) en el distrito de Besiktas. De hecho, una de las costumbres más extendidas entre los habitantes de Estambul que se acercan a este barrio es comprar esta deliciosa comida invernal en los puestos que allí se colocan. Te recomiendo buscar un lugar para sentarte y disfruta de esa humilde y sabrosa comida mientras contemplas el barrio asíatico de Üsküdar, situado junto enfrente.

Hoy en día es uno de los barrios más populares y cuenta con un gran ambiente juvenil y moderno. Pasear por la orilla del mar y por la plaza contemplado la multitud o sentarse a tomar un té es uno de los mejores planes que pueden hacer en Estambul en enero.

No debes dejar de admirar tampoco la pequeña mezquita de Ortakoy, situada prácticamente sobre el agua. Por último, las calles del barrio son de las más animadas si quieres disfrutar de la noche en Estambul.

Cómo llegar a Ortakoy

La plaza de Ortakoy está a media hora andando otro de los lugares que no te puedes perder en Estambul, el palacio de Dolmabahce.

Puedes aprovechar esa visita para acercarte paseando, o coger el tranvía hasta la parada de Kabatas y, después, el autobús de la línea 22.

Estoy seguro que durante tu estancia vas a tomar más de un té, incluida la variedad con sabor a manzana que solo beben los turistas. Igualmente, es posible que pruebes el raki o el ayran, otras dos bebidas tradicionales de la ciudad. Sin embargo, en enero vas a encontrar otros tipos de bebida propias de esa época.

La primera, considerada como la más consumida en invierno, es el salep, preparada con bulbo de orquídea, leche caliente y canela. No vas a tener que esforzarte mucho en encontrarla, ya que la ofrecen en numerosos puestecillos por toda la ciudad.

Otra buena opción para tomar en enero es la boza. Con un ligero contenido alcohólico, esta bebida es ofrecida por numerosos vendedores ambulantes en muchas partes de la ciudad. Su poder para hacer entrar en calor lo prueba el hecho de que se ofreciera a los soldados otomanos para protegerlos del frío.

El clima del mes de enero en Estambul se caracteriza por sus bajas temperaturas. La nieve, aunque no cae cada año y no es demasiado abundante, sí es bastante frecuente y hace que la ciudad ofrezca una visión totalmente diferente. En el caso de que nieve durante tu estancia, no dejes de pasear por Sultanahmet para ver cómo cambia Santa Sofía, el Hipódromo o la Mezquita Azul con un manto blanco.

Además de pasear y hacer las fotos pertinentes, puede ser también buena idea entrar en alguno de los restaurantes con dos pisos o terraza que hay en la zona. Desde ellos vas a poder tener unas vista más amplias y espectaculares.

Dentro del mismo Estambul vas a tener la oportunidad de realizar una actividad que seguramente no esperabas: patinar sobre hielo. Desde hace unos pocos años se celebra en el distrito de Kadiköy el llamado Buzzfest, una serie de actividades entre las que se encuentra la colocación de una pista de hielo abierta a todos los públicos, así como eventos sorpresa en el día de Año Nuevo y puestos de artesanía.

En concreto, la pista y el resto de las actividades se desarrollan en el parque Kalamış Atatürk, desde principios de enero a inicios de febrero. Para llegar, lo mejor es coger el ferry desde Eminonu.

La pista de hielo puede ser utilizada por todos los mayores de 4 años, en sesiones de unos 30 minutos. Aquellos que no hayan patinado nunca van a tener a su disposición a un monitor que les dará algunas instrucciones para que disfruten más de la experiencia. Aunque usar la pista cuesta unas 10 liras, tanto los patines como las rodilleras son prestadas gratuitamente por la organización.

La programación cultural en Estambul es bastante amplia durante todo el año, pero en los meses de invierno se agradece más poder asistir a alguna ópera o ballet en algún lugar con calefacción.

El mejor sitio para disfrutar de estas representaciones es el Centro Cultural Atatürk (AKM, por sus siglas en turco), un gran complejo que ha sido recientemente renovado y reinaugurado después de varias décadas. Situado en la plaza de Taksim, en su interior se encuentra un gran auditorio para 2.040 espectadores, además de un teatro, una biblioteca, una galería de arte y varias estancias destinadas a diversas actividades culturales.

Como gran centro cultural de la ciudad, el AKM es la sede de la compañía de ballet de la ciudad, de la Orquesta Sinfónica de Estambul y del Teatro Estatal. En Navidad acoge un gran concierto de Año Nuevo, pero durante enero la programación es continua y seguro que encuentras algo que te guste.

Frío y humedad son las principales características del clima de Estambul durante este mes. El promedio de las máximas es de 9º C, mientras que las mínimas no suelen subir de 3º C. Aunque son temperaturas fácilmente soportables con ropa de invierno, debes tener en cuenta que la sensación térmica suele ser más baja debido a la mencionada humedad y al viento.

Por otra parte, lo más incómodo que puedes encontrar es la lluvia, bastante frecuente durante este mes. En algunas ocasiones, las precipitaciones son en forma de nieve, aunque al no ser demasiado copiosas suele aguantar poco tiempo antes de fundirse.

A la hora de preparar tu equipaje no debes olvidar nunca comprobar la previsión del tiempo unos días antes y no olvides llevar un paraguas.