Qué ver y hacer en Bucarest en 1 día

Bucarest es la capital de Rumanía, uno de los destinos más visitados de Europa del Este. Con una gran cantidad de edificios gubernamentales y fastuosos monumentos, la Pequeña París puede resultar una ciudad inabarcable en un recorrido de 1 día, aunque con un itinerario adecuado y un recorrido intenso podrás conocer, al menos, los sitios principales de esta bonita ciudad.

Entre las mejores actividades que puedes hacer en Bucarest en un recorrido de 1 día se encuentran visitar el Palacio del Parlamento, recorrer el Bulevar Unirii, conocer la Corte Vieja y su llamativa arquitectura, maravillarte con la Iglesia de Stavropoleos, almorzar en la zona de la Plaza de la Universidad, visitar el Museo Nacional de la Villa, contemplar el atardecer desde el Arco del Triunfo y descubrir la vida nocturna de la capital rumana en Lipscani.

El Palacio del Parlamento es el edificio más famoso y más visitado de Bucarest, por lo que te propongo incluirlo primero en la lista de tu recorrido de día completo por la capital rumana. Este palacio es una joya arquitectónica emplazada en el corazón de la ciudad y se encuentra abierto todos los días a partir de las 9.00 horas, por lo que podrás conocerlo bien temprano por la mañana.

Visitar el Palacio del Parlamento, no obstante, no sólo te regalará una bonita postal de arquitectura neoclásica de la ciudad, sino que también te permitirá aprender sobre la historia del país. Construido durante el régimen de Nicolae Ceausescu en la década de 1980, este colosal edificio es considerado uno de los más grandes del mundo y sus detalles intrincados hacen que sea una visita imprescindible en la capital rumana.

Durante tu visita podrás explorar sus vastos salones y pasillos, conocer las lujosas habitaciones y los detalles ornamentales que adornan cada rincón y también visitar los jardines exteriores, que te brindarán una perspectiva no sólo del inabarcable tamaño de este palacio legislativo, sino también de la ciudad, debido a que se encuentra ubicado sobre la Colina Spirii.

Participa de una visita guiada por el Palacio del Parlamento

El Palacio del Parlamento puedes visitarlo por tu cuenta sin demasiados inconvenientes, aunque si quieres maximizar tu experiencia puedes optar por un recorrido guiado por este sitio, una alternativa que se encuentra entre los mejores tours de Bucarest. Esto te permitirá conocer la íntima relación que existe entre el edificio y la historia local y su pasado inmediato como epicentro de la Revolución de 1989 en Rumanía.

Estas visitas guiadas tienen una duración aproximada de una hora y al Palacio del Parlamento puedes llegar desde cualquier punto de la ciudad en metro hasta la estación Unirii o bien en los autobuses de las líneas N101, N104, N106, N114, N118 y N122.

Ubicado enfrente de las escalinatas del Palacio del Parlamento, el Bulevar Unirii es la arteria principal que conecta la ciudad y sirve como un testigo silencioso de la evolución urbana a lo largo de los años. Este bulevar fue construido durante el régimen comunista como un ambicioso proyecto de urbanización que transformó radicalmente la apariencia de la ciudad.

A lo largo de sus más de tres kilómetros de extensión, el Bulevar Unirii ofrece una panorámica de la arquitectura comunista, con edificios y monumentos que representan la ambición y el poder de la época, por lo que suele ser el epicentro de los mejores tours guiados de Bucarest.

Recorrer el Bulevar Unirii en una caminata breve te brindará una experiencia única para contemplar las vistas de Bucarest desde una perspectiva privilegiada. Asimismo, con el Palacio del Parlamento de fondo, este bulevar te permitirá descubrir una de las imágenes más significativas de la ciudad.

Aunque la construcción de este bulevar estuvo marcada por la demolición de numerosos edificios históricos y vecindarios enteros, hoy en día el bulevar es un testimonio tangible de la resiliencia de Bucarest y su capacidad para reinventarse.

La Corte Vieja, ubicada al otro lado del río Dambovita, enfrente del Bulevar Unirii, es uno de los secretos mejor guardados de la ciudad. Aunque eclipsada por la magnificencia del Palacio del Parlamento y otros monumentos más conocidos, este edificio ofrece una inmersión fascinante en la historia medieval rumana.

Este complejo arquitectónico fue la residencia oficial de Vlad el Empalador, que es mejor conocido por haber sido el cruento príncipe que inspiró a Bram Stoker para escribir la novela de Drácula y, a pesar de haber sufrido daños a lo largo de los siglos, conserva vestigios de su esplendor original.

La arquitectura de la Corte Vieja fusiona elementos medievales y renacentistas, revelando la riqueza cultural y la complejidad histórica de Rumanía. Con sus torres de vigilancia, pasajes subterráneos y patios empedrados, este complejo es un testimonio vivo de la evolución de Bucarest como epicentro del poder político y social de la región.

A pesar de su importancia histórica, la Corte Vieja permanece en gran medida fuera del radar turístico convencional, lo que añade un tinte de autenticidad a la experiencia de quienes la descubren. Además, durante tu recorrido de día completo por Bucarest, te quedará de pasada en tu camino hacia la Iglesia de Stavropoleos.

Construida a principios del siglo XVIII, La Iglesia Ortodoxa de Stavropoleos es conocida por su elegante estilo brancovenesc, una combinación única de elementos bizantinos, renacentistas y barrocos. Fundada por el monje Ioanichie Stratonikeas, la iglesia ha desempeñado un papel significativo en la vida religiosa y cultural de Bucarest y sigue siendo, actualmente, el más importante de los templos ortodoxos rumanos.

Esta iglesia, no obstante, es célebre por su singularidad arquitectónica y sus refinados adornos tallados a mano que engalanan tanto el exterior como el interior del edificio. El patio interior alberga un antiguo cementerio, una fuente y una biblioteca que contiene una colección de libros antiguos y manuscritos, oficiando como un reservorio cultural de la historia religiosa y cultural de la región.

Asimismo, la historia de la Iglesia de Stavropoleos está estrechamente vinculada a las vicisitudes de Bucarest a lo largo de los años, desde los períodos de crecimiento y esplendor hasta las épocas de conflicto y cambio. A pesar de los desafíos y del intento del régimen comunista por derribarla, la iglesia ha resistido el paso del tiempo, y su preservación y restauración han contribuido a mantener viva la riqueza de la tradición ortodoxa rumana.

Esta iglesia se encuentra ubicada a cuatro calles de distancia de la Corte Vieja, enfrente del Teatro de la Comedia.

La Plaza de la Universidad, situada a unas tres calles de distancia de la Iglesia de Stavropoleos, es uno de los sitios ideales para descubrir la arquitectura de los alrededores del casco histórico y, también, una zona que propone una rica oferta gastronómica, por lo que allí podrás hacer una parada para almorzar durante tu recorrido de día completo por Bucarest.

Una recomendación para comer puede ser el Hanul lui Manuc, que es uno de los restaurantes más antiguos de Bucarest y que se especializa en cocina rumana y otomana. En sus patios ajardinados podrás probar mici, que son salchichas a la parrilla, y la ciorba de burta, una sopa de tripas tradicional que resultará ideal para combatir el frío si tienes planeado recorrer la capital rumana durante el invierno.

Ubicado a un costado de la Plaza de la Universidad, el Pasaje Macca-Vilacrosse, construido a finales del siglo XIX, es conocido por su arquitectura única, que es una amalgama de estilos que incluyen elementos franceses e influencias orientales, lo que le confiere un carácter distintivo.

Dentro del pasaje las vidrieras decorativas, los detalles intrincados y los adornos artísticos dan testimonio del esplendor de la Belle Époque y de la arquitectura que floreció en la ciudad y que llevó a la capital rumana a ser apodada la Pequeña París. Asimismo, durante el recorrido podrás advertir cómo la luz natural del día ilumina el pasaje, resaltando la belleza de sus detalles.

Además, el Pasaje Macca-Vilacrosse es un sitio que alberga una variedad de cafeterías, tiendas y restaurantes. Allí podrás disfrutar de una paleta culinaria diversa, que incluye desde cafés acogedores hasta restaurantes que sirven especialidades locales e internacionales y que marcan el punto de encuentro de los visitantes con los locales.

En una caminata de ocho calles o en el autobús N101 en un recorrido de 10 minutos, puedes llegar desde el Pasaje Macca-Vilacrosse hasta el Ateneo Rumano, una obra maestra arquitectónica que encapsula la rica herencia cultural de Rumanía. Este edificio, inaugurado en 1888, se presenta como uno de los monumentos emblemáticos de la capital y se ha ganado su lugar como uno de los teatros más destacados de Europa.

Si bien su sala de conciertos no se encuentra abierta durante todos los meses del año y la Filarmónica George Enescu, que es la orquesta local, sólo toca en este sitio durante pocas veces en la temporada, podrás entrar al edificio y recorrerlo por tu cuenta, para conocer el interior y también los detalles de este teatro de estilo romano.

Como alternativa, puedes visitar el Museo Nacional de Arte

Si no te interesa conocer el interior del Ateneo Rumano, enfrente de este edificio podrás encontrar el Museo Nacional de Arte, que no sólo es uno de los mejores museos de Bucarest, sino que también te permitirá conocer el Palacio de la Plaza de la Revolución, ya que la muestra se encuentra alojada en este sitio.

En esta exposición podrás encontrar una colección de arte rumano medieval y moderno y, también, las pinturas y esculturas internacionales que fueron reunidas por la familia real rumana a lo largo de los años. Por lo general, el recorrido por este museo tiene una duración aproximada de 2 horas, que podrás dedicar reduciendo los tiempos de visita al Pasaje Macca-Vilacrosse y al interior del Ateneo Rumano.

Para la siguiente parada te propongo salir del casco histórico de Bucarest para visitar el Museo Nacional de la Villa, que es uno de los reservorios culturales de la historia y la riqueza artística rumana. Esta muestra se encuentra en el Palacio Sutu, un edificio que data del siglo XIX y que ha sido meticulosamente restaurado para albergar una extensa colección de arte y objetos históricos.

El Museo Nacional de la Villa presenta exposiciones que incluyen desde pinturas y esculturas hasta elementos históricos y documentos que ilustran la vida cotidiana en Rumanía a lo largo de los siglos. Entre las destacadas colecciones se encuentran obras de artistas locales reconocidos, así como objetos que muestran la historia política, social y cultural del país.

La historia del Palacio Sutu, sede del Museo Nacional de la Villa, se remonta al siglo XVIII y ha experimentado varias transformaciones a lo largo de su existencia. Desde servir como residencia para la familia nobiliar Sutu hasta albergar la administración de la ciudad, el edificio ha sido testigo de acontecimientos clave en la historia de Bucarest y actualmente es la sede de uno de los mejores museos de Bucarest.

Desde el Ateneo Rumano puedes llegar al Museo Nacional de la Villa en los autobuses de las líneas 100, 178, 205, 282, 301, 331, 368 y 381 en un recorrido de aproximadamente 20 minutos.

Para comenzar a cerrar tu recorrido de día completo por Bucarest, te propongo contemplar el atardecer desde el Arco del Triunfo, en una experiencia mágica que combina la belleza arquitectónica con el encanto natural del cielo durante la puesta de sol. Este monumento, construido para conmemorar la independencia de Rumanía, ofrece una vista panorámica de la ciudad desde los 27 metros de altura de su mirador.

El diseño del Arco del Triunfo fusiona elementos arquitectónicos clásicos con motivos rumanos, destacando la influencia de la arquitectura ecuestre de los monumentos europeos. La estructura, además, está adornada con relieves que representan momentos clave de la historia rumana y esculturas alegóricas que personifican la victoria y la gloria. Asimismo, si contemplas el atardecer desde la base con el ángulo adecuado, podrás ver como el sol se esconde en el arco del monumento.

Si tienes planeado visitar Bucarest en invierno, cuando la puesta de sol se adelanta, podrás combinar la contemplación de la atardecer con los alrededores del monumento cubiertos por la nieve, en un espectáculo único.

Desde el Museo Nacional de la Villa puedes llegar al Arco del Triunfo en una caminata de unos 10 minutos por las cinco calles que separan ambas atracciones.

No puedes irte de Bucarest sin descubrir su animada vida nocturna, por lo que para cerrar tu intensa jornada de recorrido por la capital rumana te propongo un recorrido por el animado distrito Lipscani, el corazón histórico y bohemio de la ciudad. Este animado barrio, conocido por sus calles adoquinadas y edificios históricos, cobra vida al caer la noche, ofreciendo a los visitantes muchas alternativas de entretenimiento.

Lipscani alberga una variedad de bares temáticos, como es el caso de Control Club, un sitio muy popular en la ciudad que combina la música indie y la escena artística contemporánea, mientras que el Joben Bistro sorprende a sus visitantes con una decoración inspirada en la estética steampunk y una carta de cócteles innovadora.

Por otro lado, si buscas una opción más tranquila, entre los restaurantes más destacados de Lipscani encontrarás Caru' cu Bere, una cervecería histórica que no solo sirve platos tradicionales rumanos, sino que también transporta a los comensales a otra época con su arquitectura medieval y su ambiente animado. Asimismo, por lo general, este sitio suele estar incluido en el circuito del tour de pubs de Bucarest.

Desde el Arco del Triunfo puedes llegar a Lipscani en los autobuses de las líneas 100, 205, 282, 331, 335 y 381.

Durante este recorrido de día completo podrás destinar toda tu jornada en la capital a descubrir la esencia y la cultura rumanas a través de su arquitectura, de sus mejores museos y de algunas de las costumbres típicas de este destino, incluyendo la gastronomía local. ¿Estás listo para este circuito intenso?