Vistas desde The Shard en Londres

Desde que se inaugurase en 2012, el rascacielos The Shard ha transformado para siempre el skyline de Londres. Su observatorio, The View, es el lugar al que tienes que ir para disfrutar de unas impresionantes vistas panorámicas 360º de la ciudad.

En este post te doy un pequeño adelanto de todo lo que podrás ver durante esta experiencia pero nada se compara a ver Londres a más de 300 metros de altura. ¡Tendrás que comprobarlo por ti mismo!

Desde el observatorio del moderno rascacielos The Shard tendrás una de las vistas más impactantes del río Támesis, uno de los más largos de Europa con 346 kilómetros de largo.

Atraviesa el corazón de Londres y se trata, por tanto, de uno de los puntos más emblemáticos. Muchas son las formas de disfrutarlo, por tierra, mar y aire.

Ya sea a vista de pájaro desde el mirador The View mientras tomas una copa de champán o dando un largo paseo por sus orillas mientras descubres monumentos como la Torre de Londres, Tower Bridge o el London Eye, entre otros.

También en barco navegando sus aguas si decides hacer un crucero por el Támesis. Es un plan que recomiendo totalmente porque te dará una perspectiva única de la capital británica, al igual que desde las alturas.

Y si el crucero es por la noche vivirás una experiencia mágica y romántica en la cubierta del barco disfrutando de las vistas a los edificios de Londres iluminados con luces de colores.

Tower Bridge es uno de los símbolos de Londres que podrás divisar desde el observatorio de The Shard y con el que no te puede faltar una foto cuando de nuevo pongas los pies en tierra.

Con su precioso estilo victoriano y el Támesis de fondo, Tower Bridge es actualmente una de las atracciones turísticas más fotografiadas de Londres aunque en sus orígenes (allá por el siglo XIX) no se construyó con una finalidad decorativa sino por una razón puramente práctica: unir las dos orillas del río a medida que la ciudad iba creciendo por el este.

Cuando termines de visitar el mirador The View puedes salir a comer cerca de The Shard o ir a explorar por dentro la Torre de Londres, la cual también se aprecia desde allí arriba.

Otra de las atracciones turísticas más populares que podrás observar desde el mirador The View es la Torre de Londres, una antiquísima fortaleza que lleva en pie casi un milenio y ha sido testigo de importantes episodios en la historia del país.

Aunque sólo vayas a estar dos días en Londres o tres días enLondres es una de las visitas indispensables que debes incluir en tu agenda. ¡Hay muchísimo que ver dentro! Desde las joyas de la corona y el palacio medieval hasta las murallas y las torres que forman parte del complejo, por mencionar algunas cosas. ¡Incluso cuervos!

Te quedarás de piedra al escuchar muchas de las historias espeluznantes que aquí sucedieron. ¡Prepárate porque la visita a la Torre de Londres no te dejará indiferente!

Otro de los puentes que podrás contemplar desde lo alto de The Shard es el London Bridge, el cual a menudo se confunde con el Tower Bridge por su cercanía. Sin embargo, no se parecen ni por su aspecto ni por su longevidad.

London Bridge es un puente mucho más austero y con una historia más antigua. Lo construyeron los romanos en este punto en el siglo I d.C. pero a lo largo del tiempo ha sufrido muchas modificaciones y reconstrucciones por lo que no conserva la forma de aquel entonces.

El que se puede divisar desde el mirador The View actualmente fue inaugurado por la reina Isabel II de Inglaterra en los años 70 del siglo XX y levantado con el diseño de John Mowlem.

Si miras hacia el oeste desde el observatorio The Shard podrás vislumbrar el teatro Shakespeare’s Globe Theatre al que reconocerás por su forma redondeada y color blanco que destaca entre los edificios grises de la ciudad.

Este teatro no es el original donde William Shakespeare representó varias de sus obras maestras sino una réplica de aquel realizada en el siglo XX gracias al empeño del artista Sam Wanamaker quien recaudó fondos para su reconstrucción.

En la actualidad acoge la representación de obras teatrales entre los meses de mayo y octubre, como lo hacía el teatro original. Si tu viaje coincide con la primavera en Londres, el verano en Londres o con el otoño en Londres, te recomiendo que valores la posibilidad de incluir una noche en el teatro en el Shakespeare’s Globe Theatre y disfrutar de este arte como se hacía en el siglo XVI y XVII. ¡Es una sensación mágica!

Uno de los grandes símbolos de Londres que podrás ver también desde el mirador The View es el Big Ben, el enorme reloj de las Casas del Parlamento.

Se inauguró en el siglo XIX y siempre se ha caracterizado por su puntualidad incluso en eventos límite como los bombaredeos que sufrió la ciudad en la II Guerra Mundial o con inclemencias meteorológicas extremas que a veces padece la ciudad.

Aunque los turistas extranjeros no lo pueden visitar por dentro, siempre podrás tomarte una foto de recuerdo con él.

También conocido como las Casas del Parlamento, éste es uno de los edificios más hermosos de Londres, el cual también podrás observar desde el observatorio del rascacielos The Shard.

En la primera mitad del siglo XIX, un devastador incendio destruyó el palacio que había acogido el parlamento y la residencia real desde el siglo XVI y sólo resistieron unas pocas partes del edificio original como los claustros y la cripta de St. Stephen´s Chapel, Westminster Hall o la Jewel Tower.

El actual Palacio de Westminster se terminó hacia mediados del siglo XIX con un precioso estilo gótico victoriano. Te recomiendo aprovechar una visita a la Abadía de Westminster para visitarlo también en un tour guiado conjunto porque es una maravilla arquitectónica y realizarás unas fotos fabulosas.

Junto al mirador The View, el mejor lugar para contemplar el paisaje de Londres desde las alturas es el London Eye.

Sin embargo, desde el rascacielos The Shard tendrás la oportunidad de disfrutar de unas magníficas vistas de la popular noria como nunca antes la habías visto.

Ahora bien, si no le temes al vértigo y te atraen las emociones fuertes, no te puedes marchar de la ciudad sin montar también en el London Eye, ya que completará tu visión de Londres desde las alturas. ¡Sin mencionar que harás unas fotografías alucinantes!

Y si tras ver Londres desde las alturas en el mirador The View quieres completar la experiencia y ver el skyline de la capital británica desde un punto de vista fluvial, echa un vistazo al post London Eye y crucero por el Támesis porque será la combinación perfecta para disfrutar al máximo de esta parte de la ciudad.

Desde el mirador The View también podrás contemplar la silueta del HMS Belfast, un barco-museo de la Marina Real Británica anclado en la orilla del río Támesis que antaño fue un buque destructor que participó en numerosas operaciones navales durante la II Guerra Mundial y la Guerra de Corea.

Ver el HMS Belfast por fuera resulta imponente pero si tras bajar del rascacielos The Shard tienes tiempo te recomiendo que le hagas una visita porque es asombroso ver una nave de estas características por dentro.

Durante el recorrido no sólo podrás ver varias exhibiciones que enseñan cómo era la vida en altamar aunque la parte más entretenida es la visita a algunas de las salas del barco donde los marineros y soldados pasaban buena parte del tiempo: los camarotes de los marineros y el capitán, la enfermería, la cocina, la bodega o la sala de mandos, entre otros.

Otro de los sitios que podrás divisar desde el mirador The View es el Museo Tate Modern de Londres o lo que es lo mismo, el Museo Nacional Británico de Arte Moderno.

Lo identificarás fácilmente porque se ubica en un edificio muy peculiar, en la Central Eléctrica de Bankside. Tras varias reformas, en el año 2000 se inauguró como galería de arte moderno y lo cierto es que la estructura original le pega mucho a la temática del museo.

Dentro podrás encontrar una de las colecciones permanentes de arte moderno más completas del mundo con obras de artistas reconocidos de la talla de Salvador Dalí, Pablo Picasso, Andy Warhol o Edvard Munch, por mencionar algunos, aunque también hay exposiciones temporales de arte contemporáneo destinadas a mostrar el talento de artistas jóvenes.

Si te gusta este tipo de arte, te aconsejo que reserves un poco de tiempo durante tu viaje para hacerle una visita al Museo Tate Modern.

Las colecciones son una maravilla y lo mejor de todo es que el acceso al museo es gratis por lo general. Normalmente sólo hay que adquirir una entrada para entrar a las temporales pero merece la pena.