Los mejores y peores destinos en Europa para los alérgicos al polen
En EE. UU., la alergia estacional, conocida también como fiebre del heno, afecta al 25% de la población cada año. ¡Nada más y nada menos que 80 millones de personas al año!
Con el verano a la vuelta de la esquina, los síntomas se disparan y viajar a lugares nuevos puede resultar muy aparatoso si tienes alergia. Pero claro, a todos nos gusta explorar sitios nuevos, ¿no?
Si sabes qué tipo de polen te hace estornudar, conviene planificarte para evitar ciertos destinos en algunas épocas del año, para que la alergia no te amargue el viaje. Aquí te dejamos unos consejos para saber los mejores momentos para preparar las maletas y explorar Europa:
- Si te llevas mal con el polen de los árboles, viajar en primavera queda descartado. Tu mejor opción es planear las vacaciones desde julio hasta enero.
- Si en cambio el polen de las gramíneas es tu mayor pesadilla, mejor evita los primeros días del verano.
- Y si la ambrosía es tu kryptonita, olvídate de escapadas a principios de otoño.
Además, hemos recopilado una guía de los destinos más anticipados de este año (según las búsquedas de Google en EE. UU.) para decirte dónde y cuándo podrías viajar sin preocuparte por la fiebre del heno.
No es de extrañar que el verano sea la temporada favorita para explorar Europa. Puedes ver a continuación un listado con los rincones que podrías disfrutar o evitar, según el tipo de alergia que te haga la vida imposible (polen de árboles, de hierbas y de maleza, respectivamente).
Las alergias y el clima van de la mano, y es que los meses fríos y lluviosos suelen ser un respiro para los alérgicos al polen. Por eso, te contamos cuáles son los destinos más recomendables y aquellos que deberías evitar en primavera, otoño e invierno.
Análisis de las mejores ciudades para los alérgicos al polen
Reikiavik, Islandia
¿Te apetece pasar un verano fresco, con volcanes a la vista y senderos para explorar? Entonces Reikiavik es la opción perfecta para ti. Si el polen de árboles o gramíneas te da guerra, mayo y junio son los mejores meses para que disfrutes de esta ciudad sin estornudos. Y si te va la aventura, Islandia en verano es todo un espectáculo: en junio, disfrutarás del Sol de Medianoche, el momento en el que el día se alarga hasta fundirse con la noche en un atardecer sin fin.
Y si tienes alergias a las malezas, entonces agosto es el momento ideal para visitar Reikiavik.
Lisboa, Portugal
Si te gustan más las grandes urbes, visitar Lisboa en julio y agosto es la mejor opción. Aunque el verano portugués puede resultar agobiante para algunos, el frescor de la costa lisboeta y sus playas lo compensa, ofreciendo lo mejor de varios mundos. Además, Lisboa se viste de fiesta con eventos musicales y festivales durante estos meses.
Eso sí, si las gramíneas es tu mayor enemigo, evita Lisboa en mayo y junio.
Dublín, Irlanda
Si lo que buscas es organizar un viaje a un destino con un clima más fresco, Dublín te va a encantar. Es perfecto si te afectan las gramíneas o la ambrosía, ya que tienen una baja presencia en verano. Y no te olvides, Dublín se caracteriza por su cerveza y su whiskey. ¡No te pierdas los tours a lugares tan emblemáticos como la fábrica de Guinness y varias destilerías de whiskey!
Madrid, España
Madrid es el paraíso para los que huyen del polen de las malezas. Y es que Madrid lo tiene todo: desde atracciones culturales como el Museo del Prado, musicales vibrantes hasta eventos deportivos apasionantes, especialmente de fútbol.
Pero cuidado si el polen de gramíneas o de olivo te afecta y asegúrate de mantenerte lejos de lugares como el Parque de El Retiro de mayo a julio.
Edimburgo, Escocia, Reino Unido
¡Atención, fans de Harry Potter! Edimburgo os llama con su encanto único y sus rincones que parecen sacados directamente de Hogwarts. Aunque no está en la lista de las mejores ciudades para las personas con alergia al polen de árboles, no os preocupéis, sigue siendo una muy buena opción. Pero si en cambio tu problema son las gramíneas, mejor replantéate lo de visitar esta ciudad a principios del verano, que es cuando el polen está en pleno apogeo.
Clima, ubicación y contaminación
Aunque las ciudades costeras suelen tener menos polen, especialmente por la humedad, factores como los vientos del interior, la contaminación y otras condiciones meteorológicas pueden contrarrestar los beneficios.
Elegir un destino lluvioso para aliviar tus síntomas podría hacen que empeoren. La humedad y las lluvias moderadas en principio reducen los síntomas de alergia, pero las lluvias intensas pueden aumentar la concentración de polen.
La contaminación, especialmente el ozono, también impacta negativamente en las alergias. Los contaminantes del aire pueden alterar la composición del polen, aumentando la potencia de los alérgenos del polen y provocando reacciones alérgicas más fuertes. Además, varios estudios muestran que las plantas que crecen en áreas contaminadas liberan mucho más polen durante más tiempo.
En teoría, Barcelona debería ser una ciudad con baja incidencia de alergias al polen, pero su cercanía a una cadena montañosa, la alta actividad de vientos del interior durante la primavera —que trae más polen a la ciudad—, la sequedad y la alta contaminación la convierten en una pesadilla para quienes sufren de alergias al polen de árboles en primavera.
El clima y el viento son impredecibles al planificar vacaciones con antelación, pero evitar ciudades con mucha contaminación durante el pico de tu alergia al polen te ayudará mucho.
¿De dónde salen estos datos?
Para este artículo, hemos recopilado los datos de Google Travel Insights para identificar los destinos europeos más populares entre los viajeros estadounidenses. Además, hemos consultado un conjunto de datos del Servicio de Vigilancia de la Atmósfera del Programa Copernicus, que recoge información sobre el polen en 35 ciudades europeas desde mayo de 2023 hasta abril de 2024, con una precisión de 48 horas a nivel de superficie. Para hacerlo más sencillo, hemos calculado la media mensual y hemos categorizado los resultados según el tipo de polen (árboles, gramíneas o malezas), destacando las mejores y peores ciudades para visitar en el continente europeo basándonos en la cantidad media de polen por metro cúbico de aire.