Marrakech en un día: guía express de la ciudad
Marrakech es la visita más destacada de la ruta de las Ciudades Imperiales de Marruecos. Su medina, los zocos y la mágica plaza de Jamaa el Fna hacen de ella un lugar irrepetible.
¿Solo tienes un día para visitar Marrakech y quieres aprovechar el tiempo al máximo?. La buena noticia es que, al menos, podrás visitar los lugares imprescindibles de la ciudad. La mala, que con ese tiempo no es posible conocerla a fondo y, sobre todo, que será difícil lograr captar toda la magia que transmite.
Para sacarle el máximo partido a esas 24 horas hemos preparado este itinerario que cubre las visitas más interesantes, aunque a un ritmo mayor del deseable. En cualquier caso, te aseguro que vas a disfrutar de la experiencia siempre que tengas la mente abierta y ganas de aventura.
Comienza tu día cruzando Bab Agnaou
El día en Marrakech debe comenzar temprano para aprovechar bien el tiempo. Ten en cuenta a la hora de planificar tu ruta la hora del atardecer, ya que varía bastante dependiendo de si vas a Marrakech en invierno o en verano, ya que las temperaturas en las últimas temporadas estivales están siendo muy elevadas.
Para empezar hay que dirigirse a la zona sur hasta encontrar dos puertas a la ciudad que están casi pegadas: Bab Agnaou y Bab Er Robb (Bab significa “puerta” en árabe). La primera de ellas solo consta de cuatro arcos por los que entran y salen peatones y coches, y su interés es relativo. Sin embargo, Bab Agnaou, sí merece la pena.
Esta puerta, del siglo XII y monocolor, comunica mediante un arco central con la kashba real, donde están ubicados el palacio El Badi y las tumbas saadíes. La Bab Agnaou era una de las 19 entradas que había en la muralla que rodeaba la medina.
¿Tour guiado o por libre?
Este recorrido de un día por Marrakech puede hacerse por libre o también puedes contratar alguno de los diversos tours guiados que ofrece la ciudad. Ambas opciones tienen sus pros y sus contras, por lo que tendrás que decidir cuál es la que prefieres. La principal ventaja de contar con un guía que te lleve por la ciudad es que vas a evitar la presencia de los falsos guías y que vas a recibir información interesante sobre lo que estás viendo.
Por otra parte, no vivirás la magia que supone perderse (literalmente) por sus callejuelas, aunque con tan poco tiempo eso puede suponer no poder visitar algún lugar. Un buen consejo no desesperarse hasta que aprendas a moverte por Marrakech.
Tumbas Saadíes
Guiándonos por un minarete de azulejos verdes, a escasos metros de Bab Agnaou se alcanza la mezquita Mulay El Yazid, de la que forma parte el mencionado minarete. La entrada al templo está prohibida para los no musulmanes (algo que tienes que saber cuando prepares tu visita a Marrakech) pero junto a ella se encuentran las tumbas Saadíes.
Estas tumbas proceden de finales del siglo XVI. Fue entonces cuando el sultán gobernante, Al Mansur, ordenó su construcción, pero unas décadas después otro sultán, Mulay Ismail, tapió el acceso a las mismas. Por alguna razón, las tumbas cayeron en el olvido hasta 1917, cuando se redescubrieron. Hoy en día estas tumbas pueden visitarse, aunque el acceso es de pago. Para entrar hay que recorrer un pasillo estrecho que conduce a un pequeño jardín. Es ahí donde se encuentran las tumbas de varios guerreros, cancilleres y sirvientes.
Además, también se pueden ver algunos edificios en los que están enterrados personajes de mayor relevancia. Destaca por su belleza la llamada sala de las 12 columnas, dónde reposan los restos del propio sultán Al Mansur.
Palacio de la Bahía
Para alcanzar el siguiente destino hay que callejear por la parte sur de la Medina de Marrakech, para la cual, también puedes reservar un tour para conocerla más a fondo. Y, aunque el objetivo es llegar al Palacio de la Bahía, por el camino vale la pena hacer una pequeña parada en la Place des Ferblantiers, ya que conserva un gran encanto y está llena de tiendas especializadas en productos de metal, sobre todo de hojalata.
Dejando atrás esa plaza se llega finalmente al Palacio de la Bahía. Su construcción ha sido datada a finales del siglo XIX, cuando trataron de levantar el mayor palacio de todos los tiempos.
Lo más interesante de su interior es el harén, que cuenta con un estanque en un patio central que estaba rodeado por las habitaciones de las concubinas. Te aconsejamos que dediques un poquito de tu tiempo a pasear por sus maravillosos jardines, y ten en cuenta que, si no vas con un guía propio, en esa zona empezarán a aparecer bastantes guías (falsos o no) que intentarán que los contrates, incluso te pueden ser un poco pesados, mi consejo es que los evites.
Museo Dar Si Said
La ciudad de Marrakech no suele asociarse a los museos, sino a sus calles o a las excursiones a desiertos como el de Zagora incluso, reservando una dulce velada con cena si así lo deseas. Sin embargo, el museo Dar Si Said puede merecer una pequeña visita.
Para llegar tendrás que caminar por algunos callejones estrechos intentado no perderte. Además de que su colección es la más completa de la ciudad, vale la pena contemplar sus patios y la decoración de sus techos, puertas y muebles hecha con madera de cedro.
Plaza Jamaa el Fna
Si hay una imagen que representa a Marrakech esa es la de la plaza Jamaa el Fna. Es allí donde debes dirigirte al abandonar el museo, ya que se trata de una visita imprescindible cuando se está en Marruecos. Está será la primera vez que se visita la plaza, ya que se volverá al atardecer para que compruebes el gran cambio que se produce. En esta primera visita, la plaza estará llena de vendedores de zumos naturales, frutos secos, aguadores y comerciantes de todo tipo de productos.
Igualmente, vas a encontrar numerosos artistas callejeros tan típicos como los encantadores de serpientes o los domadores de monos. Por supuesto, encontrarás los típicos puestos de tatuaje de henna, ¡no pueden faltar en tu visita!
Es bastante probable que quieras fotografiar casi todo lo que hay en la plaza, pero te recomendamos que nunca lo hagas sin pedir antes permiso y negociar un precio.
Comida y descanso en Dar Cherifa
Llega el momento de recuperar fuerzas y probar la deliciosa comida marroquí. La mejor manera de conocer esta gastronomía es contratar un tour dedicado a ella , pero posiblemente, te resulte un tanto complicado realizarlo si solo vas a estar un día en Marrakech.
El mejor lugar posible para relajarte y comer algo es Dar Cherifa, uno de los riads más antiguos de la ciudad. Los platos más populares (merecidamente) que sirven en Dar Cherifa son los tajines y los cuscús. Elijas el que elijas, te aseguro que acertarás.
El Zoco
La palabra zoco proviene del árabe “suq”, que significa mercado. Así, queda claro que las siguientes horas del recorrido se van a dedicar a perderse por las callejuelas dedicadas a la venta de todo tipo de productos.
Las calles que forman el zoco suelen estar totalmente abarrotadas de gente y los visitantes y transeúntes compiten por encontrar un hueco para ver los puestos y poder caminar con tranquilidad. Mi consejo para viajar a Marrakech es que, ante todo, te lo tomes con tranquilidad y que evites aquellos vendedores que intenten que compres de una manera más agresiva.
Lo tradicional a la hora de recorrer el zoco es deambular sin rumbo fijándose en toda la mercancía que se expone: babuchas, chilabas, especias, faroles de metal, juegos de té, etc. Si te gusta algo recuerda que la costumbre exige regatear con el vendedor hasta llegar, o no, a un acuerdo.
En tu paseo te darás cuenta de que, en realidad, son varios los zocos que conviven en esta calle, divididos según lo que vendan. En una zona puedes encontrar lanas de colores secadas al sol, mientras que en otras encontraras artículos de cosmética, alfombras o prendas de seda, respectivamente.
Una zona muy interesante es la plaza Rahba Kedima, ya en las afueras del zoco. Aquí encontrarás especias de todo tipo, hierbas medicinales y cestería.
Medersa Ben Youssef
Tras la aventura de recorrer el zoco llega el momento de acercarse a la Medersa Ben Youssef. Esta era la escuela musulmana más grande de todo el país en el siglo XVI y posteriores.
Destaca su patio interior, que está decorado con una lámpara de hierro, arcos y muros con azulejos y paneles de mármol y madera.
Muy cerca de este lugar se encuentra el Museo de Marrakech. A menos que te interese mucho entrar, te aconsejo que solo te asomes a su patio interior, ya que merece la pena verlo.
Al lado del museo puedes ver la Qoubba almoravide (una dinastía que gobernó también Essaouira y otros territorios marroquíes) , el único ejemplo de ese estilo artístico que queda en la ciudad.
Allí te recomiendo asomarte al Souk Foudouq Quarzazi, un zoco ubicado en el interior de un foundouk, una palabra que designaba a los hospedajes dedicados a los miembros de las antiguas caravanas que recorrían el desierto hasta llegar a la ciudad.
Mezquita Koutoubia
Callejeando de vuelta al centro se alcanza la Mezquita Koutoubia, la más importante de Marrakech. Aunque no se puede visitar por dentro, su minarete de 66 metros de altura (algunas fuentes afirman que mide 77) es realmente impresionante.
Esta mezquita se construyó en el 1158 y, en su momento, fue de las mayores de todo el mundo musulmán. El mencionado minarete asemeja mucho a la Giralda de Sevilla y sigue siendo el punto más elevado de la ciudad.
Disfruta del atardecer en la terraza del Café Glacier
Como estoy seguro de que el cansancio debe ser ya bastante y, además, el horario así lo aconseja, este es el momento de dirigirse al Café Glacier para tomar un delicioso té de menta en su terraza.
Desde ella podrás contemplar el anochecer y cómo la puesta de sol hace que la vecina plaza Jamaa el Fna se transforme.
Vuelta a la plaza Jamaa el Fna
Con la llegada de la noche, los vendedores que antes la ocupaban desaparecen de la plaza. Su lugar lo ocupa una multitud de puestos de comida que compiten por atraer a los visitantes.
Este es el lugar perfecto para tomar algo antes de volver al hotel. Antes de elegir donde te vas a sentar, lo mejor es que des una vuelta para conocer qué ofrece cada uno de los sitios.
Joaquín’s Traveller Tip
la competencia entre los distintos puestos de comida es feroz y, en ocasiones, algún vendedor puede ponerse algo pesado. Conserva siempre la serenidad y no dudes en sentarte en el lugar que más te guste a pesar de las llamadas del resto.
Dónde alojarse en Marrakech
Algunos de los alojamientos que vas a encontrar en Marrakech pueden contarse entre los atractivos turísticos de la ciudad. Se trata, en concreto, de los riads, antiguas casas tradicionales reformadas para convertirse en hoteles y/o restaurantes.
Los alojamientos ubicados en los riads suelen contar con pocas habitaciones y ser muy tranquilos. Normalmente, tienen un patio central y una terraza con vistas a los tejados de la ciudad.
Cuidado con los falsos guías
Como ya se ha comentado anteriormente, y si has estado investigando un poco sobre la seguridad en Marrakech, a buen seguro que habrás leído sobre la figura del falso guía.
Como en el resto de las ciudades marroquíes es bastante frecuente que encuentres por sus calles guías sin acreditar que intentan convencerte para que los contrates. A diferencia de los acreditados, estos no están sujetos a una tarifa oficial y, además, pueden llegar a ser muy insistentes.
Por ello te aconsejo que contrates tu visita guiada por la ciudad con antelación, y que no te dejes convencer por estos falsos guías. Normalmente, lo prometido no va a llegar a cumplirse por completo y, además, es bastante probable que acabes en la tienda de algún comerciante del que se lleva una comisión.
¿Vale la pena acercarse al desierto de Marrakech en una estancia de un día?
Existen varios tours organizados que puedes contrar como, por ejemplo, Excursión a las montañas del Atlas y al desierto de Agafay desde Marrakech o al Palmeral de Marrakech para montar en camello. Ambas actividades valen mucho la pena, pero si solo vas a estar un día en la ciudad tienes que saber que te impedirán disfrutar de ella.
La decisión depende mucho de tus intereses, pero lo mejor sería intentar alargar la estancia o, en caso de que sea imposible, planear el regreso en un futuro cercano para completar la visita a Marrakech y disfrutar de las excursiones de todo tipo que puedes hacer desde allí.