Consejos para visitar Pompeya
La visita a Pompeya es prácticamente obligatoria en el pasaporte de cualquier viajero. Ahora bien. hay algunos trucos que te ayudarán a que la jornada sea mucho más completa e inolvidable. ¡Anótalos!
Pompeya no necesita demasiada presentación: es una de las ciudades romanas mejor conservadas pese a que el paso de la lava del Vesubio la petrificó por completo en el año 79. Hoy en día es visitable, puedes recorrer sus auténticas calles a pie, visitar algunos de sus templos, teatros y casas y comprender cómo era la vida allí de sus ciudadanos.
Para sacarle el máximo partido a tu excursión a Pompeya, toma nota de los siguientes consejos imprescindibles y te aseguro que la visita irá sobre ruedas.
1. Una visita guiada, siempre mejor que el recorrido por tu cuenta
Un lugar con tantos detalles, historia y contexto se disfruta mucho más de la mano de un guía experto que te acompañe y te explique en cada momento qué estás viendo. Hay tanto que ver y que hacer en Pompeya que si realizas la visita por tu cuenta te estarás perdiendo una gran parte del significado del lugar.
Además, el guía te contará más sobre la vida diaria de los ciudadanos, cómo les afectó la erupción del volcán y qué sucedió con Pompeya después de aquel fatídico episodio.
Créeme, si ya has llegado hasta aquí, cuenta con un guía para visitar el lugar y tu experiencia será muchísimo más interesante. Puedes echar un vistazo a mi artículo si estás pensando en reservar una excursión a Pompeya desde Roma.
2. Reserva las entradas o el tour con antelación
Decidas lo que decidas, resérvalo cuanto antes. Más de 4 millones de visitantes llegan hasta Pompeya cada año y no quieres llegar hasta allí y quedarte sin entrada o tener que hacer una interminable cola para entrar ya cansado. Puedes leer aquí más información sobre cómo conseguir las entradas a Pompeya.
Como te comentaba, una visita guiada hará que disfrutes mucho más del lugar, pero tanto si estás en Nápoles como si vienes desde Roma, unirte a una excursión guiada que incluya el trayecto de ida y vuelta simplificará mucho más la logística y te ayudará a no tener que preocuparte por nada.
Recuerda que lo mejor es reservar online para poder comparar tarifas, horarios, disponibilidad y tipos de ruta (hay algunas excursiones que incluyen la subida al volcán o incluso un paseo o una comida en Nápoles). ¡Tendrás muchas opciones donde elegir!
3. Protégete del sol y el calor
Que en verano hace mucho calor es algo obvio, pero además debes saber que en Pompeya las sombras no abundan así que después de varias horas de recorrido por la ciudad, agradecerás haber ido bien preparado contra el sol y las altas temperaturas.
Usa ropa fresca y cómoda, evita colores oscuros, lleva una gorra o sombrero, crema solar y mucha agua fresca. Allí mismo podrás conseguir botellas de agua y refrescos cuando lo necesites.
Julio y agosto suelen ser los meses en los que el calor hace más mella y las horas centrales del día son inevitablemente las más duras, pero si vas bien preparado no tendrás ningún problema. En primavera y otoño las temperaturas suelen ser mucho más templadas, pero aun así, no olvides una gorra para protegerte del sol por si acaso y consulta la previsión del tiempo unos días antes de tu visita para prepararte.
4. Calzado cómodo: un imprescindible en esta excursión
Italia se conoce y se saborea andando. Y Pompeya no iba a ser menos. Sus calles empedradas, restos arqueológicos, los palacios y templos que quedan en pie... Ten en cuenta que el recorrido de la ciudad lo harás íntegramente andando por las calles empedradas de la época.
Así que como podrás imaginar, el calzado cómodo será tu gran aliado en esta excursión. Si vas en época de calor, esta regla se convierte en algo todavía más esencial. Evita sandalias que no vayan sujetas al pie, tacones (por supuesto), zapatos estrechos, etc.
Ponte cómodo y prepárate para disfrutar de un lugar único del que querrás llevarte muchos recuerdos (pero no un insoportable dolor de pies!).
5. Sácale el máximo partido a la visita a Pompeya si vas con niños
La visita a Pompeya siempre gusta a los más pequeños, pero como cada salida con niños, requiere sus trucos. Abrígales bien en invierno y protégeles del sol y el calor en verano: piensa que pasaréis prácticamente todo el día al aire libre. El agua fresca y los snacks no pueden faltar en la mochila.
Ellos también necesitarán calzado cómodo (el cochecito de bebés puede acceder aunque el empedrado de las calles no siempre es cómodo) y tómatelo con calma porque a lo largo del recorrido necesitarán hacer una pausa.
Una buena idea es ir contándoles un poco de la historia del lugar antes de llegar, para que se sumerjan en el contexto y entiendan un poco mejor lo que van a ver. Te dejo aquí un artículo con más trucos para visitar Pompeya con niños. ¡A disfrutar!
6. Asómate al cráter del Vesubio
El Vesubio define el horizonte que enmarca la ciudad de Pompeya, y asomarse a su cráter marcará la diferencia de tu visita. Si te sientes con fuerzas (la subida está bastante inclinada, así que ten en cuenta que requiere algo de esfuerzo) tendrás como recompensa las mejores vistas de la zona.
Aprovecha para recargar pilas después de visitar Pompeya y antes de la subida al volcán, pero no lo descartes; te aseguro que merece la pena y cuando estés arriba te alegrarás de haber subido. Al bajar te espera una buena pizza para compensar el esfuerzo. Aquí te dejo un artículo para que tengas toda la información acerca de cómo visitar el Monte Vesubio.
Por cierto, si quieres saber más sobre la ciudad y cómo se originó la tragedia, una buena idea es ver la película Pompeya antes del viaje.
7. Evita los fines de semana
Esta es probablemente la regla número 1 a seguir cuando se trata de visitar una atracción turística y este caso no es diferente. A diferencia de otros lugares como museos o incluso el mismo Coliseo, aquí nunca llegarás a sentir sensación de agobio puesto que todo es al aire libre. Pero recorrer las calles empedradas de Pompeya con menos gente te hará vivir una experiencia más real, conectar más con el lugar y meterte en el papel del tour. Aquí puedes leer más acerca de cuál es el mejor momento para ir a Pompeya.
Esto se aplica también a días festivos, puentes largos o periodos de temporada alta, donde puede haber mayor afluencia turística de lo normal. En cualquier caso, recuerda que reservar la entrada o la visita guiada con antelación hará que la experiencia sea mucho mejor.
De hecho, si puedes evitar el calor del verano, lo agradecerás: las temperaturas, el sol y la cantidad de visitantes pueden hacer que la visita sea más sofocante.
8. Aprovecha para conocer Nápoles (o al menos sus pizzas)
La cercanía de Nápoles y Pompeya (están solo a 23 km) hacen que Nápoles sea un gran lugar donde acabar la jornada después de una exhaustiva visita a los restos arqueológicos de Pompeya.
Su ambiente animado, sus monumentales plazas y sus barrios auténticos te transportarán a otra Italia que te encantará conocer. Aunque no tengas mucho tiempo, si cabe en tu agenda, no dudes hacerle una visita a esta ciudad tan emblemática.
Y, sobre todo, aprovecha para sentarte en una de sus típicas terrazas con manteles de cuadros y pídete una auténtica pizza napolitana.
9. No lleves demasiado peso en la mochila
El recorrido puede hacerse largo y pese a que creas que vas a necesitar muchas cosas a lo largo de la jornada, si vas bien calzado y protegido con una gorra, no te hará falta más.
Lleva una botella de agua contigo pero allí mismo podrás comprar más botellas frescas cuando lo necesites, así que no hace falta que cargues demasiado peso y menos si viajas en transporte público, donde no podrás dejar nada en el autobús o tren.
El recorrido en Pompeya se hace andando en su totalidad y si subes al Vesubio, la subida es bastante exigente, así que agradecerás ir ligero de equipaje.
10. Haz las mejores fotos de Pompeya y guarda la cámara
Las maravillas que vas a ver en Pompeya te darán inmensas ganas de jugar con la cámara, sacar fotos de distintas perspectivas del empedrado de sus calles, los templos, los teatros, el anfiteatro, el foro... Pero no caigas en la tentación de estar todo el rato pendiente del mejor encuadre.
Para mí, las mejores fotos de Pompeya se hacen desde una perspectiva más alejada que te dé un encuadre de todo el complejo arqueológico, su amplitud y el famoso Vesubio de fondo. Esos son los paisajes que evocarás cuando estés en casa una y otra vez.
Respecto al resto del recorrido, captura los lugares esenciales, los que más te impacten y guarda la cámara para seguir disfrutando del recorrido ¡y escuchando a tu guía!