Visitar Pompeya con niños
Si estás pensando en visitar Pompeya durante tus vacaciones en Italia y viajas en familia, hay algunos trucos que pueden hacer que tu excursión sea más agradable con niños. ¡Toma nota!
Pompeya es una ciudad fascinante: sus calles empedradas, los edificios históricos que quedaron petrificados por la lava del Vesubio y las costumbres de una población para la que se paró el tiempo hace casi 2000 años mantendrá atenta a toda la familia durante la visita.
Eso sí, como siempre cuando se viaja con los más pequeños de la casa, lo mejor es tener previstos los detalles de organización para que todo marche sobre ruedas.
Una excursión organizada, más cómoda para viajar en familia
Cuando se trata de visitar un lugar como Pompeya con tanto contexto histórico y relativamente alejado de las grandes ciudades como Roma, lo mejor es realizar una excursión con todo incluido.
Esto te permitirá olvidarte de cómo llegar a Pompeya, los transbordos, la compra de entradas y las esperas en taquilla. Además, un guía experto se encargará de que comprendáis lo que vais viendo a cada paso.
Por cierto, los guías están muy acostumbrados a contar con niños en los grupos, así que los más jóvenes disfrutarán también de la visita guiada.
Si quieres visitar Pompeya desde Roma
Si tu intención es realizar una excursión a Pompeya desde Roma en familia, debes saber que la distancia entre la capital italiana y la ciudad del Vesubio es de 242 kilómetros, por lo que el tiempo de viaje es de unas 2 horas y media.
Dado que el desplazamiento se realiza en autobús con aire acondicionado y estaréis acompañados por un guía experto, el trayecto pasará en un periquete, también para los más peques de la casa que podrán entrenarse mirando el paisaje y preguntándole al guía todas las dudas que les surjan.
Si tienes pensado viajar en verano, contratar la excursión a Pompeya desde Roma te permitirá también conocer el Monte Vesubio.
Si quieres visitar Pompeya desde Nápoles
Si partes desde la capital napolitana y quieres hacer una excursión a Pompeya desde Nápoles el recorrido será mucho menor, ya que ambas ciudades se encuentran a menos de 30 kilómetros de distancia.
En este caso el viaje se efectúa en minibús con aire acondicionado y un guía experto te explicará toda la historia de la ciudad romana mejor conservada del mundo.
Contratar una excursión a Pompeya desde Nápoles es una estupenda idea si viajas con niños, porque el tour completo dura unas 4 horas y el transporte puede incluir la recogida y la vuelta directamente al hotel, si estás alojado en alguno de los hoteles seleccionados.
Reserva siempre con antelación
Y siguiendo la recomendación anterior, otro consejo que puedo darte es que tanto si decides visitar Pompeya con una excursión organizada como si prefieres comprar las entradas a Pompeya y recorrer la ciudad por tu cuenta, lo mejor es reservar online y con antelación.
En Hellotickets, por ejemplo, podrás escoger entre distintos tipos de tours, con salida desde Nápoles y desde Roma: algunos incluyen también una visita a la Costa Amalfitana o incluso la subida al Vesubio. Y dependiendo de tu presupuesto, podrás elegirlo con o sin la comida incluida, para que puedas organizarte como prefieras.
Si viajáis en temporada alta, es posible que la afluencia de turistas sea mayor, por lo que reservar con antelación cobra especial sentido, ya que puede que las plazas de los tours se agoten o el aforo esté completo el día que queráis viajar.
Aprovecha los precios reducidos para niños en tours y entradas
Los bebés de hasta dos años entran gratis (también tienen acceso gratis a los tours y visitas guiadas), pero para los niños de hasta 6 años hay tarifas muy reducidas que compensan.
En Hellotickets, por ejemplo, cuando vayas a reservar una excursión a Pompeya desde Roma o una excursión a Pompeya desde Nápoles tendrás la opción de seleccionar cuál es el rango de edad de tus hijos, de manera que automáticamente te calcularán el precio reducido que tendrá que pagar cada uno de ellos.
En el caso de los bebés, aunque viajen gratis, lo mejor es que selecciones la entrada o tour para él/ella aunque sea gratis, de esa manera evitarás confusiones en la entrada. ¡A disfrutar!
Protégeles del sol si viajáis en verano
Entre julio y agosto las temperaturas en la zona de Pompeya suben bastante y teniendo en cuenta que prácticamente toda la visita se realiza al aire libre, no vais a encontrar demasiados lugares a la sombra durante el recorrido.
Por eso es fundamental que vayan bien hidratados y preparados con sombreros y crema solar. Esto también aplica a los mayores, ya que las temperaturas pueden ser bastante agobiantes para todos, así que no dudes en prepararte para pasar un día bajo el sol.
Recuerda también que un calzado cómodo hará que aguantéis mucho mejor la jornada y el paseo. Un helado al finalizar la visita hará que se os olvide el calor y os iréis de allí con el mejor sabor de boca.
Cuidado con los carritos de bebé
Pese a que se puede acceder a gran parte del recorrido con el cochecito del bebé, no es lo más aconsejable. Piensa que las calles de Pompeya están empedradas y esto no ayuda a que pases varias horas caminando por allí.
Una buena opción, si el bebé todavía es pequeño, es que optéis por las mochilas o fulares de porteo: tendréis mucha más flexibilidad a la hora de moveros por la zona y no tendréis que preocuparos por la logística del carro.
En el caso de que los niños sean un poco más mayores, se van a entretener mucho caminando y si combináis el paseo con varias pausas a lo largo de la ruta, estarán igualmente encantados.
En general, la buena conservación de las ruinas y lo fascinante de la historia de la ciudad les mantendrán atentos bastante rato, así que no deberíais tener problema.
Lleva snacks en la mochila
Es cierto que a la entrada de Pompeya encontraréis varios puestos ambulantes donde podéis conseguir algún snack o refresco, pero cuando se trata de los más peque de la casa, lo mejor es ir bien aprovisionado desde el principio.
No sabemos cuándo van a querer hacer una pausa, cuando tendrán algo de hambre o simplemente necesitarán desviar su atención y hacer un alto en el camino para jugar o descansar.
Llevar algo ligero en la mochila para que coman o picoteen te ayudará a mantenerles con la energía necesaria para pasear por Pompeya.
Organiza las comidas con tiempo
Y en línea con el punto anterior, si tenéis en mente pasar el día entero en Pompeya, lo mejor es que tengas claro dónde comer y a qué hora, para poder organizarte e incluso reservar una mesa.
A las horas centrales del día, sobre todo en temporada alta o festivos, puede haber bastantes visitantes en la zona, por lo que encontrar un buen sitio para comer no siempre es tarea fácil.
Te recomiendo mi artículo sobre dónde comer en Pompeya para que puedas elegir entre una gran variedad de restaurantes y menús. Seguro que encuentras algo que pueda satisfacer a todos y que te permita organizar la comida con tiempo, sin tener que improvisar allí sobre la marcha.
Ponles en contexto para que comprendan qué van a ver
Si hay algo que fascina (a grandes y pequeños) es la historia de Pompeya. Para evitar que se limiten a ver ruinas y no terminen de comprender bien qué es aquello, lo mejor es ir contándoles un poco sobre la historia de la ciudad.
El buen estado de muchos de los restos harán que se maravillen solo con mirarlos, pero si además les habéis contado algo un poco antes, estarán completamente enganchados. Además, tarde o temprano estudiarán la historia de los volcanes en el cole :)
Este documental narra la historia de Pompeya a través de ilustraciones y es bastante útil para explicarles qué pasó. Échale un vistazo y si te gusta, no dudes en ponérselo unos días antes de ir hasta allí.