Qué ver y hacer en Nápoles en 2 días
Planea tu fin de semana en la ciudad del sur de Italia. Nápoles tiene mucho que ofrecer y dos días pueden ser suficientes para descubrir lo esencial
¿Buscas qué ver y hacer en Nápoles? ¡Genial! Este artículo te será de gran ayuda. El trayecto toca varios puntos de la ciudad intentando dar una visión global de la ciudad del Vesubio.
Ya que estamos en el sur de Italia, la ruta incluye unas etapas gastronómicas recomendadas por la gente del lugar. ¿Listo para lamerte los dedos?
Día 1: Recorre el centro de Nápoles
Tu dos días en Nápoles debe, necesariamente empezar en Piazza Plebiscito, un lugar icónico de la capital de Campania.
Empieza tu visita en Piazza del Plebiscito
Es el símbolo de Nápoles y la plaza más importante de la ciudad. El Palazzo della Prefettura, Palazzo Salerno, Palazzo Reale y la Iglesia de San Francesco di Paola encierran un área de más de 25 mil metros cuadrados.
En el centro destacan las dos estatuas ecuestres dedicadas a Carlos III de Borbón ya su hijo Fernando I, realizadas por Canova y su alumno Antonio Calì.
Antes de la unificación de Italia, esta plaza era conocida como “Largo di Palazzo” y pasó a la denominación actual en octubre de 1860 cuando un plebiscito estableció la unión de los antiguos territorios del Reino de las Dos Sicilias con la recién nacida monarquía italiana.
Como en otras ciudades, en los años sesenta se convirtió en un gran aparcamiento y los coches resistieron en la plaza hasta 1994.
Afortunadamente, hoy en día es completamente peatonal y debido a su gran tamaño hospeda eventos de todo tipo, desde conciertos hasta manifestaciones políticas. Si visitas Nápoles en Navidad admirarás el gran árbol que añade un toque festivo a la plaza.
Desayuna en el Gran Caffè Gambrinus
Para empezar el día con la justa dosis de energía no hay nada mejor que una sfogliatella, un postre típico con una historia que se remonta a la Edad Media.
Se trata de un hojaldre con una envoltura crujiente y un relleno de ricotta (requesón) y sémola. Tradicionalmente existían dos versiones, riccia y frolla, aunque en la actualidad existen decenas de recetas modernas.
En el corazón de Nápoles, el mejor sitio para probarlas es el Gran Caffè Gambrinus. Es un bar histórico que se caracteriza por los interiores elegantes de estilo Art Decó y, por supuesto, por la calidad de sus creaciones. Se encuentra en Via Chiaia 1, a dos pasos de Piazza Plebiscito.
Visita el Castel Nuovo
Desde el Gran Caffè Gambrinus, supera Piazza del Carciofo y toma Via San Carlo. En breve llegarás enfrente del Castel Nuovo o Maschio Angioino, la fortaleza construida a instancias de Carlos I de Anjou tras derrotar a los Suevos en 1266. Esta victoria fue muy importante por la ciudad ya que marcó el traslado de la capital del reino de Palermo a Nápoles.
El castillo tiene planta trapezoidal rodeada por cinco torres. El patio incluye elementos catalanes como el pórtico de arcos rebajados y la escalera exterior en roca magmática. El ambiente principal es la Sala dei Baroni, que una vez albergó el trono y una serie de frescos de Giotto.
Puedes visitarlo de lunes a sábado, de 9:00 a 19:00. En cuanto al precio, deberás desembolsar más o menos 6 €. De vez en cuando, los domingos la entrada es gratuita.
Pasea por la Galleria Umberto I
Este elegante paseo peatonal fue construido a finales del siglo XIX con una doble función: comercial y monumental. La entrada principal se encuentra en Via San Carlo, a dos pasos del Maschio Angioino.
Al llegar aquí verás su fachada de exedra y las cuatro estatuas de mármol que representan a Europa, Asia, África y América.
Poco tiempo después de su inauguración se convirtió en el epicentro de la Belle Epoque napolitana. Los exponentes de la burguesía local llegaban aquí para pasear bajo la espléndida bóveda cristal y acero, ir de compras y disfrutar de los espectáculos del Salone Margherita, el primer cafè-chantant de Italia.
Más de un siglo después, la Galleria Umberto I sigue siendo el salón de Nápoles y una etapa imprescindible en cualquier viaje a la ciudad.
Para llegar a la próxima etapa deberás salir por el acceso de Via Toledo que llega a la calle comercial homónima.
Sigue el camino en Via Toledo
Sal de la galería en dirección opuesta al mar y llegarás a la calle más importante de Nápoles. Fue construido en el siglo XVI por voluntad del virrey Pedro Álvarez de Toledo; por eso está salpicado de elegantes edificios como el Palacio Zevallos y el Palacio Doria d'Angri.
También es la calle comercial de la ciudad y es completamente peatonal. Aquí se encuentran los brands más conocidos - H&M, Disney, Pull & Bear, etc. - pero también bares y tiendas históricas.
Si tienes tiempo, te recomiendo bajar en la estación de metro homónima, la tercera más bella de Europa según la CNN.
Admira las joyas de la Cappella Sansevero
A pocos minutos a pie de la calle Toledo se encuentra un lugar embrujado: la capilla Sansevero. Su icono más famoso es el Cristo Velado, una extraordinaria escultura de mármol que reproduce la textura de un velo. Las demás estatuas y la estructura del templo no son menos hermosas y sin duda merecen una visita.
Normalmente, la iglesia abre de las 9:00 a las 18:30 pero deberás reservar con antelación. Suelen formarse colas y el aforo es limitado.
Para organizar la visita, te recomiendo leer con atención el artículo sobre las entradas y visitas al Cristo Velado de Nápoles.
Disfruta del panorama en el Belvedere San Martino
Tras la visita, sal de la capilla y alcanza la parada de la funicular Montesanto (línea F2). Bajarás en Morghen que se encuentra a unos 600 metros de este maravilloso mirador.
Hay varios miradores en la ciudad, pero este tiene algo peculiar: desde aquí se aprecia una visual a 360º que abraza toda la ciudad, del golfo a la cumbre del Vesubio.
Pasa la tarde en el Vomero
El Vomero es un barrio en las colinas de Nápoles concebido como zona residencial destinada a las clases adineradas. El Belvedere San Martino se encuentra en este mismo distrito aunque la zona central se halla a los pies del Castel Sant'Elmo.
Afortunadamente, para llegar te bastará bajar la Pedamentina, una escalera histórica que conecta el casco viejo con el castillo de Sant'Elmo.
Su joya de la corona es Villa Floridiana, una mansión neoclásica construida para Lucia Migliaccio, duquesa de Floridia y esposa de Fernando IV de Borbón. Está rodeada por un gran parque - uno de los más grandes de Nápoles - atravesado por senderos y adornado con estatuas, columnas y otros elementos arquitectónicos que reproducen ruinas grecorromanas.
Es un paraíso para los peques que pueden correr y jugar en sus grandes prados. Los juegos para niños están cerca de la entrada de Via Cimarosa, a tiro de piedra del bosque de camelias.
En cuanto a la apertura, depende de la temporada: de 8:00 a 16:30 en invierno y de 8:30 a 19:30 en verano.
Por cierto, si buscas otras actividades diseñadas para los más pequeños, te recomiendo leer el post sobre las visitas a Pompeya con niños.
Los incondicionales de las compras encuentran en el Vomero su destino ideal. Las tiendas más famosas se concentran en las calles Via Luca Giordano y Via Alessandro Scarlatti. Sin embargo, las travesías y callejuelas del barrio albergan tiendas menos conocidas donde puedes encontrar alguna ganga.
Deleita el paladar en Buatta
En el barrio de Vomero se encuentra Buatta, un restaurante que propone una riquísima cocina tradicional.
Se define como “Trattoria di conversazione” (mesón de conservación); esto significa que puedes disfrutar tanto de la comida como del ambiente popular sin prisas: ¡en Nápoles conocen bien el valor de la sobremesa!
Uno de sus platos estrellas es la genovese, una excelente salsa para pasta preparada con carne de res y abundantes cebollas. Otra receta particular son los spaghetti d’o puveriello, preparado con huevos, grasa de cerdo y queso. Un clásico de la cocina pobre. El restaurante se encuentra en Via Filippo Cifariello 14.
Si te apasiona la buena comida te recomiendo leer el post sobre los mejores tours gastronómicos de Nápoles. La ciudad del Vesubio tiene una amplia oferta de comida callejera y tentempiés tradicionales.
Día 2: la Nápoles más auténtica
La ruta del segundo día empieza en un lugar de la Nápoles medieval: el Complesso Monumentale di Santa Chiara. Si no te alojas cerca, puedes llegar hasta aquí bajando en las paradas de metro “Duomo” o “Università”.
Profundiza la historia del Complesso Monumentale di Santa Chiara
El Conjunto Monumental de Santa Chiara es una ciudadela franciscana que data del siglo XIV. Fue construido por voluntad del rey Roberto de Anjou y su esposa, Sancha de Mallorca, y ocupa un área bastante extensa en el centro de Nápoles.
Los arquitectos Gagliardo Primario y Leonardo di Vito diseñaron este templo en estilo gótico provenzal. Las esculturas fueron realizadas por Tino da Camaino que estaba especializado en los monumentos fúnebres.
Para decorar el interior, Roberto de Anjou eligió al mejor pintor de la época, Giotto, aunque algunos creen que los frescos fueron realizados por uno de sus alumnos.
La parte más famosa es sin duda el Chiostro Maiolicato, un claustro decorado con azulejos de mayólica con motivos florales. Es un oasis de paz con un encanto discreto. Si quieres hacerte una idea, puedes echar un vistazo a su perfil Instagram. Abre todos los días de 9:30 a 17:30 (domingos de 10:00 a 14:30).
Busca un recuerdo en Via San Gregorio Armeno
Un clásico de Nápoles en Navidad que se puede disfrutar en cualquier mes del año. Esta calle del casco viejo hospeda los antiguos talleres de los artesanos del belén.
La vocación de Via San Gregorio Armeno precede al cristianismo. En la época de la antigua Roma, aquí se ubicaba el Templo de Ceres y las tiendas de la zona vendían estatuillas de terracota que se ofrecían a la diosa de la fertilidad.
En la actualidad, aquí puedes encontrar de todo, de las clásica figuras del pesebre napolitano a las estatuillas de famosos contemporáneos. En cuanto a las tiendas, estas son las más históricas:
- Fratelli Capuano, en 2002 se encargaron del belén del Palacio Real de Madrid (Via San Gregorio Armeno 28)
- Sciuscià, una tienda especializada en los "scogli", pesebres que reviven la Nápoles del siglo XVII (Via San Gregorio Armeno 3)
- Gambardella. Además de las figuras tradicionales, encontrarás las reproducciones de Freddie Mercury, Diego Maradona, Fidel Castro y otros personajes (Via San Gregorio Armeno 40)
- Di Virgilio, otro templo del belén napolitano. En este establecimiento puedes hasta pedir unas estatuillas personalizadas. La calidad es muy alta (Via San Gregorio Armeno 18)
- Ferrigno, además de las figuras puedes aquirir fragancias para el hogar, amuletos de la suerte, cerámica pintada a mano y mucho más (Via San Gregorio Armeno 8)
Pide una margherita en la Antica Pizzeria da Michele
Nápoles es sinónimo de pizza y el establecimiento de Via Cesare Sersale es su templo. Aunque estamos acostumbrados a las cartas alargadas y a los ingredientes elaborados, aquí se sacan sólo dos versiones: marinara (tomate, orégano, albahaca) y margherita (tomate, fiordilatte y albahaca).
Contrariamente a lo que puedas pensar, no se utiliza mozzarella de búfala campana sino fiordilatte, un queso fresco obtenido exclusivamente de leche de vaca. La elección del ingrediente se refleja en la cocción: es más firme y garantiza un mejor resultado.
Otro mito a disipar está ligado al aceite: la Antica Pizzeria da Michele usa aceite de semillas y no de oliva para que el sabor intenso de este último no cubra los sabores.
El restaurante abre todos los días de la semana de 11:00 a 23:00. Es muy conocido y a menudo deberás esperar un poco para entrar; sin embargo, te aseguro que vale la pena. ¡Da Michele hornea pizzas desde 1870!
Entra en el Duomo
La catedral napolitana es de estilo gótico, tiene estructura de cruz latina y tres naves. Sin embargo, la construcción que hoy podemos apreciar es el resultado de varias modificaciones. Una de sus naves conduce a la Basílica de Santa Restituta, una iglesia que data de la época paleocristiana.
Es posible visitarlo de lunes a sábado, de 8:30 a 14:30 (con descanso entre las 13:30 y las 14:30) y los domingos de 8:00 a 19:30 con un descanso entre las 13:00 y 16:30.
Recorre el Museo Arqueológico
Si te apasiona el arte romano y antiguo, la visita al Museo Arqueológico de Nápoles debe estar obligatoriamente en tu lista.
El itinerario se divide en tres secciones: las colecciones pompeyanas, la colección Farnesio (y que pertenecía a la familia noble homónima) y la colección egipcia, la tercera del mundo tras la de El Cairo y el museo egipcio de Turín. En su horario habitual,, se puede visitar de 9:00 a 19:30..
Vive la Nápoles más auténtica en el Rione Sanità
Hasta hace unos años, el Rione Sanità permanecía fuera de los circuitos turísticos tradicionales mientras que hoy es un destino muy popular.
Antes del siglo XVII la zona estaba prácticamente abandonada pero todo estaba destinado a cambiar. La construcción de la basílica de Santa Maria della Sanità y de algunas residencias de las clases acomodadas cambiaron su fisonomía.
En realidad, el verdadero protagonista del barrio es el puente Maddalena Cerasuolo, que conecta el centro con la Reggia di Capodimonte. Si por un lado mejoró las conexiones con el resto de la ciudad, por el otro mantuvo la esencia del distrito.
Pasear en las calles del Rione Sanità significa empaparse en la Nápoles más popular, entre ropa tendida al aire libre y el zumbido de la salsa de tomate cocinada a fuego lento.
Aquí puedes hacer una ruta de graffitis (en Vico Misericordiella, Vico Buongiorno, Vico Lammartari y Salita Fontanelle, entre otros), probar el bocadillo de atún y provola de Alimentari Carmine (Via Sanità 115) o visitar la Iglesia de San Severo extramuros.
Ningún paseo por el barrio debería excluir una ruta debajo de sus elegantes edificios. Los más famosos son el Palazzo Sanfelice (sus monumentales escaleras abiertas son muy escenográficas) y el Palazzo dello Spagnuolo, uno de los ejemplos más bellos del barroco napolitano.
Descubre el ritual del Cimitero delle Fontanelle
El Rione Sanità cuenta con otro huésped ilustre: el Cimitero delle Fontanelle. Se trata de un osario que contiene los restos mortales de un número indeterminado de personas fallecidas sobre todo durante el siglo XVI, el capítulo más oscuro de Nápoles.
La ciudad sufrió hambrunas, epidemias, terremotos, cinco erupciones del Vesubio y levantamientos populares.
El cementerio es conocido por un ritual singular, el de las “anime pezzentelle”. En la práctica, los napolitanos adoptaban una calavera abandonada (llamada “capuzzella”) a cambio de la protección divina. Dentro del osario verás cráneos bien conservados colocados en varios tipos de contenedores.
El Cimitero delle Fontanelle es un lugar donde se mezclan religión y superstición. En Europa no existen casos parecidos y tal vez la única similitud famosa es el Día de los Muertos mexicano.
Puedes visitar el osario gratuitamente toda la semana de 9:00 a 16:00 mientras que las visitas guiadas se suelen organizar en los fines de semana.
Termina el día en la Cantina del Gallo
Para concluir el día, no hay nada mejor que una cena en un restaurante bueno, bonito y barato. La Cantina del Gallo es una taberna histórica que propone los clásicos de la cocina napolitana en un ambiente informal.
Te recomiendo probar los Pizzicotti (masa de pizza rellena de pimientos fritos, berenjenas y grelos), Montanara (un tipo particular de pizza frita) y Crocchè, una típica croqueta de patata con un relleno de mozzarella y un toque de pimienta. El restaurante se encuentra en el mismo Rione Sanità (Via Alessandro Telesino 21).
¿Vale la pena visitar Nápoles en 2 días?
Depende de tus gustos y época del año. Si lo que buscas es un city break, dos días son suficientes. Si en cambio te gusta el arte antiguo, un fin de semana no basta.
Nápoles hospeda un museo arqueológico entre los más importantes del mundo y dos ciudades romanas sepultadas bajo piedras y cenizas: Pompeya y Herculano.
Además, si has reservado un vuelo entre mayo y el principio de septiembre deberías aprovechar la ocasión para explorar el litoral. Puedes ir de Nápoles a Capri o visitar la Costa Amalfitana alquilando un coche o reservando una excursión organizada.