Qué ver y hacer en Sevilla en 5 días
¿Qué es lo que más ganas tienes de ver en tu viaje de 5 días a Sevilla? Seguro que la Giralda o el Alcázar están en tu lista, pero hay mucho más. Descubre la guía más completa
Cuando organizas un viaje, a veces es complicado planificar cada día, sobre todo con el gran número de planes que hay que ver y hacer en una ciudad como Sevilla. Lo bueno es que como vas a estar cinco días en la ciudad, tendrás tiempo suficiente para ver todo con detalle, sobre todo si sigues mis consejos y los recorridos diarios que he preparado.
Día 1: Conoce los lugares más importantes y populares de Sevilla
Seguro que estás lleno de energía y deseando empezar tu visita por Sevilla, por eso para este primer día lo mejor es que taches de la lista esos lugares que, por su importancia, tienes que visitar sí o sí, como el Alcázar o la Catedral. ¿Empezamos?
Dedica la mañana a recorrer el Real Alcázar de Sevilla
Pocos lugares hay mejores para comenzar tu viaje que el Real Alcázar de Sevilla. Este conjunto palaciego, que se encuentra en el centro histórico de la ciudad (concretamente se entra por la Plaza del Triunfo), es uno de sus emblemas.
Puedes reservar tu entrada para el Alcázar, desde $20 USD, pero también puedes contratar una visita guiada al Alcázar, la Catedral y la Giralda de Sevilla. Tenlo en cuenta porque estos dos lugares también forman parte del itinerario de tu primer día.
Visitar el Alcázar de Sevilla es entrar en un palacio de cuento, donde diferentes estilos arquitectónicos se mezclan entre sí. Mi consejo es que lo visites con calma, dedicando tiempo a caminar por sus jardines, que quizá te suenen por haber sido escenario de algún episodio de Juego de Tronos.
Pasea por los Jardines Murillo antes de comer
Saliendo del Alcázar te encontrarás con los Jardines de Murillo y sus glorietas, decoradas con cerámica, ladrillos, fuentes y mucha vegetación.
Aunque ahora son un espacio público, anteriormente eran parte de los palacios, de ahí su proximidad. De hecho, justo a la entrada de los jardines puedes ver parte de las antiguas Murallas del Alcázar.
Además de naranjos, magnolios y otras especies arbóreas, en estos jardines encontrarás esculturas representando a ciudadanos ilustres de Sevilla y España, como los Reyes Católicos o el personaje literario Don Juan Tenorio.
Haz un tour de tapas por el barrio de Santa Cruz
Después de una mañana dedicada al Alcázar y a sus jardines, seguro que te apetece hacer una parada para comer algo. Lo bueno es que te encuentras en uno de los mejores barrios de Sevilla: Santa Cruz.
Como a veces elegir un solo bar es complicado, te aconsejo reservar un tour de tapas y flamenco por Sevilla, que incluye un recorrido completo por los mejores locales de la zona, donde probarás tapas típicas acompañado de un guía especializado.
Dicen que una de las mejores formas de conocer una ciudad y una cultura es a través del estómago, ¿por qué no comprobarlo? Luego puedes dar un paseo por el barrio de Santa Cruz de Sevilla.
Entra en la Catedral de Sevilla y sube a la Giralda
Después de comer, es hora de retomar tu itinerario y reservar tu entrada a la Catedral y la Giralda, que también se encuentran en el barrio de Santa Cruz. La Catedral es el mayor templo gótico del mundo y la Giralda es el antiguo alminar almohade que luego fue campanario cristiano.
El pórtico exterior de la Catedral de Sevilla es uno de los elementos que más llamará tu atención, aunque los grandes tesoros están dentro (si no me crees, espera a ver el Patio de los Naranjos o las sacristías).
Por supuesto, la visita se completa subiendo a lo alto de la Giralda. No pienses que hay muchos escalones, porque lo que vas a encontrar es una larga rampa que el antiguo sultán decidió instalar para poder ascender con su caballo.
Termina el día visitando el Hospital de los Venerables
En el siglo XVII se quiso construir un lugar en el que los sacerdotes ancianos, empobrecidos por la peste, pudiesen retirarse. Así nació el Hospital de los Venerables, aunque hoy en día se ha convertido en un museo donde se alberga una de las mejores colecciones del pintor Diego Velázquez y de otros de sus contemporáneos (como Murillo o Zurbarán).
Te recomiendo mucho ir; está a más o menos 5 minutos de la Catedral y la entrada son solo unos 5 €.
Además del centro artístico el Hospital de los Venerables también cuenta con una bonita iglesia al más puro estilo sevillano-barroco, y con un patio central en el que sentarse a descansar un rato tras todo el día visitando la ciudad.
Día 2: Descubre los secretos y la historia de Sevilla
Para el segundo día te propongo descubrir algunos de los secretos de Sevilla, tanto edificios que no siempre se visitan pero son espectaculares, como lugares que guardan mucha historia.
Entre tanta información y datos, también habrá tiempo para estar al aire libre y disfrutar la ciudad desde las alturas.
Sumérgete en la historia a través del Archivo de Indias
Sevilla es una ciudad que encierra mucha historia, pero si tuviese que decirte un lugar donde esto es más evidente, ese es el Archivo de Indias.
La entrada es gratuita y está en el centro, cerca del Parque María Luisa, así que es un buen lugar para empezar el segundo día en Sevilla. Allí se guardan documentos de gran valor, como el contrato que firmó Cristóbal Colón con los Reyes Católicos, además de otros muchos mapas, dibujos y diarios de aquellos primeros viajes a América.
Su uso original era como Lonja, es decir, como espacio para que los comerciantes hiciesen sus tratos e intercambios. No obstante, con el tiempo pasó a ser Casa de Contratación y luego, en 1785, el centro de documentación de todo lo referente a la presencia española en América.
Visita por fuera y por dentro la Real Fábrica de Tabacos
Para comenzar el segundo día en Sevilla, he pensado que nada como descubrir uno de esos tesoros ocultos de la ciudad: la Real Fábrica de Tabacos.
Quizá este edificio de piedra, que está situado al lado del Alcázar y que actualmente es el rectorado de la Universidad, no te llame especialmente la atención, pero tienes que saber que fue la primera sede de tabaco establecida en Europa, allá por el siglo XVIII.
Su diseño es una de las mejores representaciones que tenemos de la arquitectura del Antiguo Régimen. Si te sorprende lo grande que es, no es de extrañar: el edificio tiene unas dimensiones solo superadas por el palacio de El Escorial. Puedes visitarlo por dentro de manera gratuita, especialmente a las horas en las que no hay clases universitarias (fines de semana y a mediodía).
Siéntate en el gran banco de Plaza de España
Puede que estés en Sevilla, pero cuando llegues a la Plaza de España sentirás que todas las provincias del país te dan la bienvenida. ¿Cómo? A través del gran banco que cruza esta plaza, que se encuentra a solo diez minutos de la Real Fábrica de Tabacos.
A través de un detallado y bonito trabajo con azulejos, las diferentes culturas del territorio nacional están representadas en el banco.
Más allá de esto, la Plaza de España es una visita imprescindible si estás en Sevilla. Además de los edificios institucionales que hay allí, lo que más destaca son sus dos torres, que pueden verse desde varios puntos de la ciudad. Te aconsejo reservar un tour por la Plaza España en el que descubrirás todos los secretos de este emblemático lugar y, además, darás un paseo por la galería cubierta que une las dos torres.
Compra un aperitivo en los puestos del Parque de María Luisa
Dando la espalda a las torres de la Plaza de España, te encontrarás con el Parque de María Luisa, tu próximo destino.
Además de dar un paseo por sus caminos y entre sus plantas, fuentes y estatuas, te recomiendo acercarte a alguno de los puestos de comida y pedir algo allí, ¡seguro que el hambre se está haciendo notar! Si prefieres sentarte en un restaurante, también encontrarás una amplia oferta; las vistas son inmejorables, la verdad.
El Parque de María Luisa es uno de los más grandes de la ciudad y, al estar en el centro, actúa como punto de encuentro para los sevillanos. Fue diseñado al más puro estilo inglés, así que comiendo o paseando allí te sentirás como un auténtico aristócrata y si quieres conocer todos sus secretos no dejes de reservar un tour por el parque María Luisa.
Despide el día desde lo alto de la Torre del Oro
Para acabar el día, ¿qué te parece observar el atardecer de Sevilla desde la Torre del Oro? Subir cuesta aproximadamente 3 € y merece la pena a cualquier hora del día, pero cuando el sol se pone tengo que decir que contemplar la ciudad desde 36 metros de altura es todo un espectáculo.
Aunque ahora se ha convertido en uno de los mejores miradores de Sevilla, en sus inicios la Torre del Oro tenía una función defensiva, razón por la cual se construyó en la ribera del Guadalquivir.
Da un paseo en barco por el Guadalquivir
Cuando termines, te recomiendo reservar un paseo en barco por Sevilla. La mayoría de estos cruceros salen desde el embarcadero de la Torre del Oro, por lo que puedes aprovechar que estás ahí para cerrar el día con un bonito recorrido por las aguas del Guadalquivir. Cuestan aproximadamente 20 € y merece mucho la pena; verás Sevilla desde una perspectiva diferente.
El Guadalquivir es parte de la cultura de Sevilla. Sus aguas cruzan la ciudad, dividiéndola en dos, por lo que navegar por ellas significa que podrás contemplar edificios importantes de sus dos orillas. Además, contarás con las explicaciones de un guía que te descubrirá los secretos y los aspectos más locales de la ciudad.
Día 3: Cruza el Guadalquivir hacia la Cartuja y Triana
Aunque hasta ahora siempre has estado en la margen izquierda del Guadalquivir, para el tercer día te propongo cruzar el río y llegar a la parte derecha, donde se encuentran la modernidad de la Isla de la Cartuja y la tradición del barrio de Triana.
Visita la Sevilla más moderna de la Isla de la Cartuja
Aunque el resto de días han empezado en el centro de Sevilla, en este tercero tendrás que desplazarte (en autobús con las líneas C1 o C2, porque andando está a más de media hora del centro) a la Isla de la Cartuja, un recinto construido para la Exposición Universal del 92 y que actualmente es un Parque Tecnológico y Científico con una gran oferta de ocio.
Mi consejo es que dediques parte de la mañana a visitar el Parque del Alamillo, el más grande de Sevilla y hogar de muchas especies vegetales y de aves. Luego continúa el camino pasando por delante del Caixa Forum, donde puedes entrar para ver alguna exposición interesante, y la Torre de Sevilla, donde acaba la Isla de la Cartuja y empieza el barrio de Triana. Si lo prefieres, puedes volver a coger el autobús C3 para llegar.
Contempla la rica sencillez de la Capilla del Carmen
Ya en el barrio de Triana puedes hacer una primera parada en la Capilla del Carmen. Que su pequeño tamaño no te engañe, hay pocos edificios más curiosos y bonitos que este. Su diseño es fruto del trabajo de un arquitecto y un ceramista, de ahí la mezcla de colores y el uso del ladrillo como elemento principal.
Aunque puedes verla simplemente desde fuera, te recomiendo entrar (el acceso es gratuito) para ver las obras artísticas creadas con azulejos. La Capilla del Carmen se considera una de las entradas al barrio de Triana, así que deja que su campanario de planta octogonal y su cúpula te den la bienvenida.
Degusta los mejores platos andaluces en el mercado de Triana
Tras toda la mañana caminando, tengo la seguridad de que el hambre te está animando a parar un rato, ¿qué te parece hacerlo en el Mercado de Triana?
Situado sobre los bajos del antiguo tribunal de la Inquisición (el Castillo de San Jorge), este mercado es un buen lugar para ir de tapas, ya que además de puestos vendiendo productos frescos también hay pequeñas tabernas. Otra opción si quieres degustar los mejores platos es que reserves un tour de tapas por Triana.
También conocida como la Plaza de Abastos, el Mercado de Triana goza de mucha popularidad por su valor culinario pero también histórico, ya que los restos del castillo son visitables. Este es un buen plan (y gratuito) que hacer después de tapear, ¿no crees?
Visita y conoce el barrio de Triana
En el barrio de Triana de Sevilla hay mucho que ver, por eso te propongo dedicar la tarde a recorrerlo y dejarte invadir por su arte, su cultura y su ambiente. Además de la Capilla del Carmen y el Mercado, hay otros lugares que quiero recomendarte y a los que puedes llegar fácilmente callejeando por el barrio.
Asegúrate de ver la Plaza del Altozano, el edificio de la Farmacia Murillo y la Calle Betis, una de las más importantes de Triana por tener unas vistas impresionantes de Sevilla desde el otro lado del Guadalquivir. Y antes de acabar tu paseo, entra a alguno de los patios de vecinos tan típicos de Triana, siempre decorados con plantas.
Una opción para visitarlo cómodamente es reservar un tour privado por Sevilla.
Emociónate en un show de flamenco
El barrio de Triana ha sido el lugar de nacimiento de muchos cantaores y bailaores, por eso es una de las mejores zonas para disfrutar de un show de flamenco en Sevilla. Es una experiencia que no te puedes perder si estás en Sevilla; los ritmos del baile, los taconeos y la guitarra se mezclan en un espectáculo cultural único y en vivo.
Si quieres descubrir la Sevilla auténtica, tienes que reservar un espectáculo de flamenco en Triana. Como en estos lugares se trata de mantener la intimidad y la emoción de este arte, las plazas son limitadas y es mejor que reserves con tiempo.
Día 4: Un recorrido por el centro y la ribera del Guadalquivir
Aunque el viaje va llegando a su fin, aún hay varios sitios que tienes que visitar en Sevilla. Por esta razón el cuarto día tiene como protagonistas edificios tan emblemáticos como la Maestranza o las Reales Atarazanas, además de la ribera del Guadalquivir.
Dedica la mañana a conocer Itálica, las ruinas romanas de Sevilla
¿Has oído hablar de las ruinas romanas que hay en Sevilla? Ahora que ya sabes que existen, te voy a explicar cómo llegar desde Sevilla hasta Itálica, el lugar donde se encuentran. Es una visita muy interesante, ya que conocerás la que fue una de las grandes ciudades romanas. La forma más recomendable es reservar una excursión a Itálica, ya que desde 41 € tienes incluidos los trayectos directos y una visita a manos de un guía especializado.
Si prefieres ir por libre, tendrás que tomar una de las dos líneas de autobús (la M-170A y la M-170B) que conectan el centro de Sevilla (Plaza de Armas) con Itálica. El precio es de más o menos 2 € cada trayecto. El acceso a las ruinas es gratuito para los ciudadanos de la UE (los de fuera, tendrás que pagar aproximadamente 2 €).
Una vez en Itálica, prepárate para adentrarte en el Imperio Romano. Podrás visitar el antiguo anfiteatro y las casas donde vivieron sus habitantes; todo se conserva bastante bien, aunque te aconsejo entrar también al museo para ver de cerca otros objetos que se usaban entonces, y demás tesoros arqueológicos.
Descubre la función de las Reales Atarazanas
¿No sabes qué son las Reales Atarazanas de Sevilla? Cuando vuelvas de Itálica, te recomiendo entrar (es gratuito). Su gran tamaño te dará una pista sobre la función de este lugar; allí es donde se construían barcos, sobre todo en la época en la que estos acudían en masa a América.
Esta gran fábrica se sitúa muy cerca de la Torre del Oro y a solo un metro sobre el nivel del agua del Guadalquivir, lo que facilitaba la salida de los barcos.
El edificio, como otros muchos en Sevilla, combina los estilos gótico y mudéjar. Lo que más llama la atención es su interior inmenso en el que se conectan diferentes naves. En este lugar trabajaron durante muchos años pescadores, marineros, artilleros, etc.
Compra antigüedades y pasea por la Plaza del Cabildo
A solo tres minutos andando de las Reales Atarazanas está la Plaza del Cabildo. Este lugar siempre tiene visitantes, pero si coincide con que vas en domingo estará más llena de lo habitual, ya que es cuando se celebra el mercado de numismática y coleccionistas de Sevilla.
En cualquier caso, vayas el día que vayas, es una plaza donde siempre ha habido muchas tiendas de antigüedades, así que si estás buscando un regalo original que llevarte de Sevilla, estás en el lugar correcto.
La estructura de la plaza es semicircular, por lo que el edificio que hay en ella también lo es. Este tiene tres plantas (todas de ellas curvas) y es famoso por sus balcones, pintados y decorados por el pintor José Palomar. Sin duda, es un buen lugar para hacerse una foto y dar una vuelta. Y desde allí puedes reservar un tour por la judería.
Siéntate en la orilla del Guadalquivir a comer algo
Aunque por la zona en la que estás seguro que encuentras muchos restaurantes en los que sentarte a comer, te recomiendo coger algo para llevar e ir a la ribera del Guadalquivir. Por toda la zona del Paseo de Cristóbal Colón hay bancos desde los que puedes ver el río (y el barrio de Triana al otro lado) mientras llenas el estómago.
Cuando acabes, aprovecha para dar un paseo mientras te diriges a tu siguiente destino: la plaza de la Maestranza.
Acércate a la Plaza de la Maestranza
La Plaza de la Maestranza es la más antigua de este tipo y, aunque no entre en tus planes acudir a una corrida de toros, puede que sí te interese acercarte a verla. De hecho, es uno de los lugares más visitados de Sevilla. Quizá verla por fuera es suficiente, aunque puedes acceder al interior por aproximadamente 10 €.
El elemento arquitectónico que más suele llamar la atención a todo el que entra es la fachada interior (el Palco del Príncipe), que está rematada por una media bóveda rematada con azulejos.
Contempla Sevilla iluminada desde el Muelle de la Sal
Pocas imágenes hay más bonitas que ver el barrio de Triana iluminado desde el Muelle de la Sal. Su nombre, como te puedes imaginar, se debe a que era el lugar donde se descargaba la sal.
Actualmente es como un balcón desde el que observar la otra orilla del río. Si la estampa te parece preciosa, imagina cómo sería ampliarla a través de un paseo en barco por Sevilla al caer la noche.
Si viajas a Sevilla en verano, verás este lugar más lleno que nunca, ya que no son pocas las personas que acuden para disfrutar de la brisa nocturna del Guadalquivir tras un día caluroso.
Día 5: Termina el viaje en la Sevilla más noble
El viaje toca a su fin, pero antes de irte de Sevilla quizá te gustaría conocer su parte más rica, aquella donde las casas de antiguas familias nobles se mezclan con barrios llenos de locales modernos.
Conoce el tesoro sevillano en la Basílica de la Macarena
Empieza el último día con una visita a la Basílica de la Macarena, donde se encuentra uno de los tesoros más queridos por todos los sevillanos: la Virgen de la Esperanza.
Se encuentra en el barrio de San Gil, enfrente del Parlamento de Andalucía, y puedes acceder al interior de manera gratuita, algo que te recomiendo sobre todo para ver las capillas. Eso sí, si quieres entrar al museo, tendrás que pagar aproximadamente 5 €.
A nivel arquitectónico la basílica solo tiene una nave y consta de una sola planta. Su interior fue decorado con mármol de varios colores y con elementos barrocos, así que espera ver mucha ornamentación.
Entra al aristócrata Palacio de las Dueñas
Aunque hace muchísimos años donde ahora está el Palacio de Las Dueñas había un monasterio (del que también tomó el nombre), este lugar siempre ha sido residencia de las familias más nobles de Sevilla. Desde el siglo XVII concretamente lo ha sido de la Casa de Alba.
Ya ves que su valor histórico es muy alto, pero es que si reservas tu entrada para el Palacio de las Dueñas podrás contemplar mucho arte. Tomando la calle San Luis desde la Basílica de la Macarena, puedes llegar en menos de 15 minutos.
Más allá de las estancias privadas, los salones de baile y los patios que pueden visitarse, te recomiendo ir al Palacio de las Dueñas porque actúa como un gran museo de las obras de pintores como Sorolla, de lujosos tapices y de otros restos arqueológicos.
Haz una pausa para probar las tapas más innovadoras de Sevilla
Nada más salir del Palacio de las Dueñas estarás en el barrio Encarnación-Regina, que tiene mucha historia y también mucha gastronomía, por eso te recomiendo hacer una parada en algún restaurante de la zona, que tienen propuestas innovadoras, o reservar un tour de tapas y flamenco por Sevilla.
Si te gusta probar cosas nuevas, aquí tendrás donde elegir. El que hace unos años era un barrio algo decadente, ahora luce renovado y moderno, lleno de locales que ofrecen platos delicatessen y que reinventan tapas tradicionales.
Haz un tour panorámico por las Setas de Sevilla
En plena plaza de la Encarnación están las famosas Setas de Sevilla. Sé que el nombre es extraño, pero cuando llegues a este moderno monumento entenderás que su forma hace recordar a ese alimento. Las Setas son en realidad un conjunto estructural formado por una gran pérgola.
Además de por su diseño, son conocidas porque desde sus pasarelas, que alcanzan los 26 metros, puede verse el casco antiguo de Sevilla. La verdad es que ir a las Setas es un buen plan para cerrar el viaje y despedirte de la ciudad.
Descubre la arquitectura andaluza de la Casa de Pilatos
A solo diez minutos de las Setas de Sevilla está la Casa de Pilatos, otra residencia nobiliaria construida con un estilo muy andaluz. Este palacio en concreto albergó a los duques de Medinaceli desde 1639, aunque es reconocido por constituir el inicio de la Semana Santa sevillana y por su colorido interior.
Como lees, en el siglo XVI se empezó a celebrar un Vía Crucis (un camino de oración) que partía de la Casa de Pilatos hasta el barrio sevillano de Nervión. Con los años, este camino fue evolucionando hasta lo que hoy son las procesiones de Semana Santa. En el patio interior del palacio se exponen varias esculturas romanas, así que merece la pena pagar la entrada (aproximadamente 10 €) para verlas.
Termina el viaje a Sevilla en la plaza de El Salvador
Sé que no quieres que llegue el final, pero te prometo que cenando algo por la zona de la plaza del Salvador, en el barrio de la Alfalfa, no te irás con mal sabor de boca. Esta plaza está a menos de 10 minutos de la Casa de Pilatos y está llena de terrazas con vistas a la catedral y a la Giralda, que a esas horas estarán iluminadas. Despídete de ellas mientras cenas.
Esta zona lleva años y años siendo punto de encuentro. Su carácter social, que ahora es más evidente al ser totalmente peatonal, se remonta al siglo XVII. En la actualidad mantiene ese espíritu y es uno de los mejores barrios para conocer la cultura de Sevilla a través de sus tapas y platos típicos.
Cómo moverse por Sevilla: ¿es necesario sacar un bono de transporte?
Como te habrás dado cuenta, Hay numerosas cosas que ver y hacer en una ciudad como Sevilla y es muy importante organizar milimétricamente tu viaje y no perder tiempo en desplazamientos. Si has estado buscando información sobre la mejor manera de moverte por Sevilla ya sabrás que puedes llegar a muchos sitios a pie.
No obstante, siempre tienes el autobús para ir a lugares más alejados, bien porque no están en el centro (como la Isla de la Cartuja) o porque no pillan cerca de tu hotel. Aunque hay metro, solo hay una línea mientras que de bus hay cincuenta, así que te permiten ir de un lado a otro de la ciudad. Piensa que, si sigues el itinerario que te he propuesto y tu alojamiento está céntrico, solo necesitarás tomar el bus de manera puntual, por lo que es mejor que cuando así sea compres un billete sencillo (aproximadamente 1,50 €).
Si el hotel en que te quedas está a las afueras, es posible que necesites coger transporte público con más frecuencia y te salga más rentable comprar una tarjeta turística para el bus de Sevilla (para 1 día son 5 € y para 3, 10 € aproximadamente, más una fianza de 1,5 €); lo bueno es que los viajes con ellas son ilimitados. Espero que disfrutes mucho de tu viaje a Sevilla y que mis consejos te ayuden a organizar 5 días de arte, cultura e historia.