Las mejores calas de Menorca

Las habrás visto en postales y en fotos cientos de veces, pero hasta que no pongas tus pies en la arena, te zambullas en sus aguas y disfrutes tomando en sol en sus calas no te creerás que este paraíso estaba tan cerca. Si quieres descubrir cuáles son las mejores calas de Menorca, sigue leyendo.

Consideradas por muchos las playas más bonitas de Menorca, el complejo de Cala Macarella y Cala Macarelleta, en la costa sur, es esencial y no puedes irte de Menorca sin pasar un día disfrutando de su espectacular paisaje.

Las aguas cristalinas alcanzan aquí la máxima expresión y el entorno rodeado por acantilados de piedra y árboles no te dejará indiferente. Aunque es una playa virgen, encontrarás un restaurante donde podrás comer, merendar o simplemente refrescarte.

Si quieres disfrutarla al máximo, puedes unirte a una excursión en barco. Este tipo de excursiones son muy cómodas, ya que pasas un día a bordo e incluyen también la comida. Evitarás aglomeraciones, largas esperas en los parkings y caminatas bajo el sol y tendrás tiempo para bañarte y hacer snorkel en Cala Macarella, entre otras.

Ten en cuenta que Cala Macarelleta es nudista (aunque hoy en día es fácil también encontrar a los bañistas vestidos) y que es totalmente virgen, no dispone de ningún servicio.

Dónde está: costa sur - ver en Google maps

Esta es otra de las preferidas por menorquines y turistas. El nombre no engaña: sus aguas turquesa son el máximo atractivo de esta cala que por momentos, parece que tenga un mar azul fluorescente.

Su arena fina completa el espectáculo y lo bueno es que no tardarás demasiado en llegar hasta ella: está a diez minutos en coche desde Ciudadela y con solo 10 minutos más de caminata, atravesarás un pinar frondoso y podrás plantar sombrilla y toalla. ¿El premio? El chapuzón refrescante nada más llegar.

Pese a ser una cala virgen, está bajo la vigilancia de un socorrista y dispone de baños públicos cerca a los que puedes recurrir en caso de necesidad. Respecto a bares, restaurantes o chiringuitos, no encontrarás nada, así que mejor lleva comida y bebida en una mochila.

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Nos resistimos a abandonar la costa sur de Menorca porque sus aguas cristalinas y su arena blanca nos tiene totalmente atrapados. Son Saura es otra de esas calas que bien merece una visita (o quedarse allí a vivir para siempre). Es también una cala virgen pero en los últimos años cuenta con la vigilancia de un socorrista, lo que la hace especialmente segura para familias.

Podrás llegar en coche una vez allí, podrás disfrutar de una gran zona de sombra gracias a su frondoso pinar. El único inconveniente de Son Saura es que en los últimos años ha sido frecuente la llegada de algas que se pueden acumular en la orilla de su costa y que hacen que el baño sea un poco más incómodo.

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El complejo de las Calas Mitjana y Mitjaneta no puede faltar en ningún ranking de las mejores calas de Menorca. Flanqueadas por barrancos, pinar y acantilados, cuando llegues a su arena fina sentirás que estás rodeado únicamente por naturaleza.

Para llegar hasta ella tendrás que aparcar (o bajarte de un autobús) en Cala Galdana y desde el Mirador de Sa Punta, emprender un tramo del Camí de Cavalls de aproximadamente un kilómetro. No te llevará más de 20 minutos caminando (a no ser que pares a hacer fotos por el camino, algo totalmente comprensible).

¿Por qué nos gusta Cala Mitjana? El hecho de que el camino hasta aquí suponga caminar un poco más que el que desemboca en otras calas hace que no llegue tanta gente hasta ella, sobre todo hasta la pequeña Mitjaneta. Eso sí, ve provisto de comida y refrescos o tendrás que hacer los 20 minutos andando hasta Cala Galdana cuando quieras comer o beber algo.

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Dejamos por un momento las calas del sur para sumergirnos en otro planeta. Cuando llegues a Cala Pregonda, te llamará la atención prácticamente todo: el paisaje, el color rojizo de su arena y el panorama virgen que tendrás ante ti. Se encuentra en la costa norte de Menorca, que en general suele estar menos concurrida que la costa sur. Si te apetece evitar aglomeraciones, ten esto en cuenta.

Gracias a estar en un punto algo alejado del resto de la isla y la distancia relativamente larga que hay que recorrer andando la convierte en una isla muy poco frecuentada por los turistas.

Si te apetece hacer snorkel en Menorca durante tus vacaciones, no dudes en sacar aquí tus gafas: Cala Pregonda está dentro de lo que se considera la Reserva Marina de Menorca, ya que el número de especies que habitan en estas aguas es muy elevado. Si ya has vencido a la pereza para llegar hasta aquí, sácale el máximo partido a la cala y date un buen chapuzón. ¡Esta cala la recordarás siempre!

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Todo lo bueno cuesta y llegar hasta Cala Trebalúger te llevará unos 40 minutos andando desde Cala Mitjana, lo que hace un total de prácticamente una hora andando desde que aparques el coche. Pero si Trebalúger está en el top 10 de calas de Menorca es porque realmente lo vale.

Rodeada de piedra blanca y con pinos que prácticamente llegan hasta el mar, sus colores azules y su arena fina hacen que sea un auténtico paraíso y una delicia para la vista. El camino no es especialmente fácil, ya que cuenta con bastante desnivel e incluso tendrás que atravesar un pequeño arroyo.

Pero insisto: esta cala virgen es una de las más auténticas de la costa sur de Menorca y disfrutarás tanto el camino como tu descanso en el agua. ¡No lo dudes y a por ella!

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El faro de Favàritx custodia esta espectacular playa de la costa este de la isla de Menorca. Para acceder hasta ella podrás llegar en coche hasta el faro (ojo! no es posible llegar hasta el mismo faro en coche en temporada alta, por lo que tendrás que aparcar un poco antes) y después caminar hasta ella. En esta ocasión será especialmente necesario llevar calzado cómodo y cerrado, ya que el camino es más escarpado que el de las calas del sur.

Una vez llegues a tu destino te encontrarás una playa espectacularmente virgen y poco frecuentada donde pasar un perfecto día de sol. Recuerda que como auténtica playa virgen, no dispones de ningún tipo de servicio de bar o venta de bebida y comida, así que lo mejor será que lleves provisiones en una mochila o neverita.

Tampoco cuenta con demasiada sombra, así que recomiendo llevar una sombrilla si planeas pasar allí las horas centrales del día en verano.

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Volviendo al sur pero abandonando el circuito más frecuentado de las calas de esta costa, encontramos Cala Escorxada. Mucho más apartada y de difícil acceso, en esta cala es muy raro encontrar aglomeraciones, por lo que el disfrute una vez allí será máximo.

Vas a tener que caminar casi una hora desde Cala Mitjana o Santo Tomás, pero te aseguro que el camino merecerá la pena cuando te des un baño en sus turquesas aguas. Si quieres optar por la opción cómoda, existe un servicio de Taxi (Taximar) que por 30 € te puede acercar a la cala, pero es cierto que el camino es bastante bonito y merece la pena recorrerlo (al menos a la idea o a la vuelta). Si te atreves, incluso podrías hacerlo en bici.

Aquí tampoco encontrarás servicios, así que recuerda meter en una mochila todo lo que vayas a necesitar durante el día.

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Este pequeño pueblecito pesquero de la costa norte de Menorca tiene un puerto desde donde salen todas las excursiones en barco de la costa norte. Puedes llegar hasta aquí en coche de manera cómoda y aparcar para embarcarte en una excursión en barco o lanzarte al mar en kayak para descubrir las pequeñas calas que la rodean.

Es un buen lugar para hacer snorkel, ya que está dentro de la Reserva Marina de Menorca e incluso podrás hacer buceo por la famosa Cueva de los Ingleses, rodeada de roca, vegetación y fauna marina. Si bien en Fornells encontrarás todo lo que necesites para pasar el día, si te unes a una excursión en barco a las calas del norte, la tripulación de la embarcación será la encargada de servirte comidas y bebidas a bordo. ¡A disfrutar!

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Esta es la playa más pequeñita de la isla y probablemente, la que tiene más encanto. Sus aguas completamente cristalinas y transparentes invitan a darse un baño que dure horas. El paisaje que la rodea también está a la altura: dos grandes rocas la rodean y dejan muy poco espacio a los bañistas, pero no es un problema porque esta no es especialmente una playa conocida por los turistas.

Al llegar encontrarás un pequeño parking a ambos lados de la carretera y caminando muy poquito estarás directamente en el agua. ¡Y no querrás salir de allí jamás!

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