Boletos y visitas al Palacio Belvedere de Viena

El palacio Belvedere alberga en su interior uno de los museos más visitados de todo el país. El edificio, dividido entre el Alto y Bajo Belvedere, fue construido en el siglo XVIII para que fuera la residencia de verano del príncipe Eugenio de Saboya. En la actualidad vas a encontrar en su interior una fantástica colección de arte que no debes perderte. Aquí te cuento todo lo que debes saber para obtener tus entradas.

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Entradas para Upper Belvedere de Viena

Entradas sin colas para disfrutar de las mejores obras del museo

Perfecta si quieres disfrutar de algunas obras imprescindibles de la historia del arte mundial sin tener que esperar cola para entrar. Dedica un tiempo también a pasear por los jardines

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En muchas ocasiones, los enormes atractivos de las calles de Viena hace que se pierda de vista lo que albergan sus museos. Un buen ejemplo es el palacio Belvedere, un fabuloso edificio construido en el siglo XVIII que hoy alberga obras de autores tan reconocidos como Gustav Kilmt o Egon Schiele.

Con Entradas para Upper Belvedere de Viena vas a poder recorrer las salas situadas en el Alto Belvedere, incluida la más célebre de toda la colección: el Beso de Klimt. Además, también podrás recorrer los estupendos jardines que rodean el edificio. Todo ello sin tener que esperar en las largas colas que se suelen formar para entrar en el museo.

Recomendado si… quieres disfrutar de algunas de las mejores obras de arte de todo el país en un fantástico entorno y sin tener que hacer colas.

En el caso de que no hayas comprado las Entradas para Upper Belvedere de Viena o no tengan la Vienna Pass, con las ventajas que eso supone, puedes adquirirlas en las taquillas del propio palacio. Para ello tienes que usar el acceso a los jardines que se encuentra en Rennweg y acercarte al edificio del Bajo Belvedere.

Una vez que pases la verja que comunica con el patio delantero del palacio, debes rodear la zona verde situada enfrente del edificio y girar a la derecha. Es ahí donde está la puerta que conduce al centro de visitantes. En esta zona se encuentran las taquillas (donde tendrás casi seguro que hacer cola), los aseos y unas consignas en las que deberéis dejar las mochilas en el caso de que las llevéis, ya que está prohibido introducirlas en el interior.

Las entradas al palacio Belvedere pueden adquirirse en varios formatos dependiendo de las zonas que queráis visitar. Las zonas que se pueden visitar son las siguientes:

• Solo Alto Belvedere: donde se encuentran los cuadros de Klimt y de otros pintores
• Solo Bajo Belvedere: incluye varias salas con esculturas, la orangerie (el antiguo invernadero), los establos y el jardín privado.
• Solo Belvedere 21: contiene obras del período de posguerra
• Entrada Belvedere: combina la visita al Alto y Bajo Belvedere
• Entrada completa: para visitar todas las zonas el complejo del palacio

Desde hace unos pocos años, el museo has establecido el mismo sistema para entrar que impera en el palacio Schönbrunn. Así, al comprar la entrada (sin importar la manera) debéis elegir una franja horaria en la que entrar. Una vez en el interior, no obstante, el tiempo no está limitado de ninguna manera.

Dado que comprar las entradas en taquilla no te permite saltarte las colas, el propio museo aconseja que intentes no reservar la franja horario que va desde las 11:00 a las 14:00 horas, ya que es cuando más visitantes recibe.

El precio de las entradas compradas en taquilla o en la página web del monumento varía dependiendo de lo que quieras visitar:

• Alto Belvedere: aunque los precios pueden ir cambiando, la entrada general te va a costar unos 15,90 € si la compras on line (18 € en taquilla). Los mayores de 65 años y los estudiantes menores de 26 solo tendrás que pagar alrededor de 13.40 € (15,50 € en taquilla). Hasta los 19 años se puede entrar gratis. Igualmente, los poseedores de la Vienna Card también tienen un descuento.
• Bajo Belvedere: la entrada normal cuesta on line unos 13,90 € (16 € en taquilla), mientras que mayores de 65 años y estudiantes hasta los 26 años tendrán que pagar casi 11 € (12,50 € en taquilla). Las condiciones para los menores de 19 años son las mismas que en el caso anterior.
• Belvedere 21: si solo se desea visitar el Belvedere 21 tendrás que abonar 8,90 € (10,50 en taquilla). Mayores de 65 y estudiantes hasta los 26 años pagan 6,90 € (8 € en taquilla), mientras que los menores de 19 entran gratis.
• Entrada Belvedere: para entrar en el Alto y Bajo Belvedere tienes que comprar una entrada que sale por alrededor de 22,90 € (26 € en taquilla) o 19,90 € (23,50 en taquilla) si eres mayor de 65 años o un estudiante de hasta 26 años. Los menores de 19 años no tienen que abonar nada.
• Entrada completa: sale por unos 24,90 € (29 € en la taquilla). Mayores de 65 y estudiantes menores de 26 años pueden acceder por unos 21,90 € (25 € en taquilla). Como ocurre con el resto de las entradas, los menores de 19 años están exentos de pagar.

Por otra parte, la entrada solo a los jardines del palacio Belvedere es totalmente libre, sin tener que pagar nada.

Los jardines pueden ser visitados desde las 6:30 de la mañana hasta las 21:00 horas de la noche. En cuanto a los edificios, los horarios son los siguientes:

• Alto Belvedere: de lunes a domingo entre las 10:00 y las 18:00 horas, aunque en agosto suele ampliarse el horario de cierre hasta las 19:00 horas y los viernes no cierra hasta las 21:00 horas.
• Bajo Belvedere: de 11:00 a 18:00 horas de martes a domingo, pero los jueves no cierra hasta las 21:00 horas. El museo abre algunos lunes festivos.
• Belvedere 21: todos los días de la semana entre las 10:00 y las 18:00 horas.

Si quieres realizar la visita recibiendo información sobre todo lo que estás viendo, el palacio Belvedere ofrece audioguías para todos sus visitantes.

En el Alto Belvedere se encuentra en la entrada y puedes seleccionar en ella varios idiomas, incluido el español.

Por su parte, si la quieres para el Bajo Belvedere deberás recogerla en el mostrador de su taquilla, pero solo están disponibles en alemán o inglés.

En cuanto al precio para disponer de una audioguía, este va desde los 5 € de la destinada al Alto Belvedere a los 4 € de la del Bajo Belvedere.

Aunque depende mucho de las partes que querías visitar y, cómo no, de vuestros intereses, lo normal es que la visita al palacio Belvedere tome entre 2 y 3 horas.
Mi consejo es que os centréis en las colecciones pictóricas del Alto Belvedere y en los jardines, ya que en Viena vais a encontrar palacios con una arquitectura interior barroca más interesante que la del Bajo Belvedere.

El palacio Belvedere es una de las visitas imprescindibles que debes realizar si viajas a la capital de Austria. No solo por su arquitectura barroca, sino también por albergar una de las colecciones pictóricas más interesantes del país.

Este palacio fue construido en el siglo XV por orden del príncipe Eugenio de Saboya. Su primera función fue servir de residencia de verano y de espacio para celebraciones por parte de este noble. Cuando el príncipe falleció, el edificio pasó a manos de la emperatriz María Teresa.

Hoy en día alberga una serie de colecciones de arte austriaco que abarca desde la época medieval hasta el presente. El complejo cuenta con dos palacios diferentes, el Alto Belvedere y el Bajo Belvedere, unidos por un enorme jardín de estilo francés.

• Belvedere Superior: este palacio es el edificio principal del complejo, algo que se puede comprobar con tan solo fijarse en su elaborada fachada. Más allá de su arquitectura, el palacio es uno de los monumentos más visitados del país por albergar la llamada Galería Austriaca, una colección de obras pictóricas realizadas por pintores de los siglos XIX y XX. Entre todo lo que se expone destacan algunos cuadros de Gustav Klimt, especialmente “El beso” y “Judit”. Además, también merece la pena la visita a la sala Terrena (donde tienen lugar algunos interesantes conciertos de música clásica), la capilla y el salón de Mármol
• Belvedere Inferior: de menor tamaño que el anterior y con una fachada bastante más simple, este edificio tiene como lugares más interesantes la Sala de los Grotescos, el Salón de los Espejos y la Galería de Mármol. En todas estas estancias se pueden ver obras escultóricas de algunos de los artistas de la llamada Edad de Oro de Viena, que tuvo lugar entre 1683 y 1780. En la entrada al Belvedere Inferior se suele incluir la visita a la Orangerie, que era utilizado como invernadero por la familia imperial y que hoy acoge algunas exposiciones temporales.
• Jardines: pasear por los jardines de estilo francés es otro de los atractivos del palacio. No en vano, fueron diseñados por uno de los alumnos predilectos del creador de los Jardines de Versalles. Este espacio verde está dividido en tres niveles. Posiblemente, una de las zonas favoritas, sobre todo si has ido a Viena con niños, serán sus dos cascadas adornadas con estatuas de ninfas y de querubines.
• Belvedere 21: en este edificio, que se encuentra fuera del complejo, podrás ver una interesante colección de arte austriaco contemporáneo. Dependiendo de tus gustos, también es posible que el propio Belvedere 21 te llame la atención, ya que su arquitectura es realmente impresionante.

Llegar al palacio Belvedere desde el centro de Viena no es difícil. Por poner un ejemplo, la Stephansplatz (donde está la catedral de San Esteban) solo se encuentra a un kilómetro, por lo que podéis ir andando sin problemas.

Para los menos amantes de pasear (o si hace mal tiempo), la capital austriaca ofrece varios medios de transporte que podéis utilizar para llegar al palacio de manera sencilla:

• Metro – U-Bahn: cerca del palacio Belvedere vais a encontrar dos paradas que os vendrán bien, la de Stadtpark y la de Karlsplatz. Está solo a unos 500 metros de la entrada al monumento. Otra opción es llegar hasta la estación Hauptbahnhof y acceder al palacio por la entrada a los jardines superiores. Aquí os dejo un mapa de las líneas de este medio de transporte.
• Tranvía: posiblemente la mejor opción para llegar al palacio Belvedere. Tanto la línea D como la 71 tienen paradas cerca de los accesos al monumento y se pueden coger frente a la Ópera o cerca de Maria-Theresien-Platz y del Ayuntamiento.
• Autobuses turísticos: alguno de los buses turísticos de Viena tienen una parada justo en Prinz Eugen-Straße, un sitio perfecto para entrar al palacio.