Qué ver y hacer en Niza en 3 días
Planea tus vacaciones en la Perla de la Costa Azul y prepárate para pasar un fin de semana de ensueño. Este artículo reúne sus principales atractivos.
Niza es una ciudad con una historia milenaria, famosa por su ambiente animado y la espléndida Promenade des Anglais. Ubicada entre el Mediterráneo y las montañas, es el destino perfecto para un fin de semana largo.
Siendo un destino turístico de fama mundial, hay muchas cosas qué ver y hacer en Niza. Si no fuera suficiente, en sus alrededores se encuentran destinos glamurosos como Mónaco, Cannes y Saint Tropez.
Día 1: casco viejo y Villefranche sur Mer
La parte más antigua de la ciudad delata su pasado italiano. Las calles sinuosas y las casas de colores recuerdan los callejones de Génova. El primer día en Niza sólo puede empezar aquí.
Explora la Vieux Nice
El casco antiguo de Niza es el punto de partida obligado de cualquier itinerario. Las fachadas de las casas de colores pastel se alternan con iglesias barrocas y plazas pintorescas. En la calle Saleya, cada día hay un mercado. El lunes está dedicado a las antigüedades mientras que de martes a domingo se llena de puestos con flores y plantas.
Antes de visitar la Catedral de Sainte-Réparate y pasear a lo largo de Place Giuseppe Garibaldi, te recomiendo un buen brunch. Reunirás las energías necesarias para ver el núcleo originario de la ciudad. A continuación encuentras los locales especializados de la Vieux Nice:
- Le Makassar, ofrecen tres fórmulas distintas (Salé, Sucré o Le Petit), cada una con una “barra libre” de zumo de naranja. Las reseñas son inmejorables (5 Rue Alexandre Mari)
- Maranna, donde todo está cuidado al detalle. Además de deliciosos, los platos son un auténtico deleite para los ojos (36 Rue Droite)
- HOBO. Si no puedes empezar el día sin un buen café, este es tu sitio. El bruch cuesta unos 20 € pero es muy completo (5 Bis rue Sainte-Réparate)
Alcanza el barrio del puerto
El puerto pesquero de Niza es una estrecha franja de agua entre el casco antiguo y las laderas del monte Boron. Las obras iniciaron en el siglo XVIII por decisión del rey Carlos Manuel III de Cerdeña y concluyeron en 1860, cuando la ciudad ya había sido anexionada por Francia.
El barrio que lo rodea es muy dinámico y su hito es la pintoresca Place Île de Beauté coronada por la Iglesia de Notre-Dame-du-Port. La reconocerás por la monumental entrada que recuerda a un templo de la antigua Grecia. También merece la pena ver Place Giuseppe Garibaldi que hospeda un monumento dedicado al personaje homónimo.
Si buscas un regalo original, te recomiendo Puces de Nice, un mercadillo con objetos del siglo pasado, cuadros, libros de segunda mano, instrumentos musicales y miles de otras baratijas y curiosidades (Rue Robilant).
Pasea hasta Villefranche sur Mer
Ya que estás en el barrio del puerto, puedes aprovechar la ocasión para recorrer el camino de Cap de Nice. Comienza en los Jardines Félix Rainaud, cerca de Coco Beach, y termina en el distrito Lazaret de Villefranche. A lo largo del camino disfrutarás de unas vistas hacia el mar que quitan el aliento.
El paseo es de dificultad media y requiere como mucho una hora. Para no perder demasiado tiempo, puedes volver a Niza con el tren. La estación de Villefranche sur Mer se encuentra en el centro de la ciudad y te bastará coger la línea TER C3 y bajar en Nice Riquier o Nice-Ville. Son como mucho dos paradas.
Prueba la comida provenzal de L’Escalinada
Tras una larga caminata, ha llegado el momento de reconfortarse en la mesa. Para la primera noche te propongo un restaurante genuino que ofrece clásicos provenzales como el marmite du pêcheur (una sopa marinera con salsa rouille y croutons), brocheta de cordero a la parrilla, sepia a la niçoise (con tomates y pimientos).
El restaurante se encuentra a poca distancia del Museo de Arte Moderna y Contemporánea y abre todos los días (a excepción de martes y de almuerzo del miércoles) de 18:30 a 22:30. Te recomiendo reservar a través de su web oficial (22 Rue Pairolière).
Día 2: Cimiez
Situado en el interior, el distrito de Cimiez se hizo particularmente famoso en el siglo XIX. En ese momento, Eduardo VII, la reina Victoria, Jorge V y otros monarcas ingleses se alojaban aquí. Merece la pena visitarla para descubrir otra cara de Niza.
Empieza el día en Cimiez
Recostado sobre la colina del mismo nombre se encuentra Cimiez, un elegante barrio salpicado de residencias de la Belle Epoque. Llegar es muy sencillo, desde el centro de la ciudad - por ejemplo en Rue Gioffredo, a dos pasos de Place Massena - te bastará con coger el autobús 5 y bajar en la parada Arènes/Musée Matisse.
La primera meta se encuentra a pocos metros de distancia: la Arena de Cimiez y el parque que la rodea. Es un anfiteatro romano construido entre los siglos II y III cerca de la antigua Cemenelum, antepasada de la actual Niza. Si viajas a la ciudad en mayo puedes coincidir con la Fête des Mai.
A poca distancia se encuentra también el Monasterio de Cimiez, conocido por la gran pala de altar barroca y por el área verde que la rodea. Desde aquí se disfruta de una de las mejores vistas de la ciudad. También merece la pena alcanzar las ruinas de las termas romanas y el Museo de la Arqueología (160 Avenue des Arènes de Cimiez).
Descubre la colección del Museo Matisse
En el mismo barrio de Cimiez se encuentra una villa del siglo XVII con paredes rojas y rodeada por un jardín. Esta elegante residencia se ha convertido en un museo dedicado al artista de Cateau-Cambrésis.
La peculiaridad de este museo es que reúne obras y objetos provenientes de la colección privada del artista o de sus herederos. De esta manera es posible apreciar su evolución estilística a lo largo de los años. El billete tiene un precio correcto: unos 10 €. Si quieres reservar con antelación, te recomiendo consultar la web oficial.
Entra en la Basílica de Notre-Dame de l’Assomption
Notre-Dame de l’Assomption es un edificio neogótico inspirado en las basílicas de París y Angers. Fue diseñado por el arquitecto Louis Lenormand y destaca por sus imponentes torres cuadradas y el gran rosetón sobre la entrada.
Se encuentra en las proximidades de Avenue Jean Médecin, una arteria comercial con muchas tiendas y bares. A 600 metros se encuentran las famosas Galeries Lafayette (6 Avenue Jean Médecin).
Termina el día en un restaurante del casco viejo
Chez Acchiardo es el destino perfecto por si quieres probar un clásico de la cocina provenzal: el Daube. Esta palabra define un estofado de ternera cocinado durante largas horas en una olla de barro.
Este plato se suele acompañar por la Merda de can. No te dejes engañar por el nombre, son unos deliciosos ñoquis verdes de Niza. Chez Acchiardo abre todos los días de la semana (a excepción del lunes) de 12:00 a 14:00 y de 19:00 a 22:00.
Día 3: villas y jardines
El itinerario de hoy comienza a poca distancia del centro y toca las atracciones esenciales de Niza. La primera parada es una magnífica villa rodeada por un gran jardín.
Haz un salto al pasado en Villa Masséna
Villa Masséna es un edificio neoclásico en la Promenade des Anglais. El diseño lleva la firma de Hans-Georg Terslin, arquitecto danés además de un destacado exponente de la Belle Epoque. Desde 1921, esta espléndida residencia se ha convertido en un museo dedicado a la historia de Niza (entre finales del siglo XVIII y principios del XIX) y de Napoleón Bonaparte.
En efecto, en el primer piso - tras subir una magnífica escalera - se encuentran los recuerdos del último gran emperador de Francia como, por ejemplo, el chaleco que usaba durante el cautiverio en Santa Elena y su máscara funeraria. En cuanto a la segunda planta, hospeda exposiciones temporales muy interesantes.
Villa Masséna abre todos los días del año a excepción de los martes y algunos festivos (1 de enero, domingo de Semana Santa, 1 de mayo y Navidad). En cuanto al precio, un billete estándar ronda los 10 €.
Parque Phoenix
Para llegar al próximo destino te bastará con tomar el tranvía L2 en dirección al aeropuerto desde la parada Alsace-Lorraine y bajar en Parc Phoenix. Es un destino altamente recomendable, sobre todo si viajas a Niza con niños. Sus 7 hectáreas albergan loros, lontras, wallaby, iguanas, lemures y una pequeña granja con gansos, caballos, cabras y otros animales.
En cualquier caso, el enorme invernadero en forma de pirámide es la atracción más famosa. Se denomina “Le Diamant Vert” (el diamante verde) y está dividida en cinco espacios: África meridional, invernadero central, helechos, Luisiana y orquídeas. El precio de un billete sencillo cuesta alrededor de 3 €.
El importe incluye otra atracción ubicada en el mismo parque: el Museo de las Artes Asiáticas. Se encuentra cerca de un lago y el edificio fue proyectado por el afamado arquitecto nipón Kenzo Tangé. Si te gusta la naturaleza, te recomiendo otra actividad: una excursión a la Garganta del Verdon.
Admira la Catedral de Saint-Nicolas
Una vez terminado el paseo en el parque, puedes retomar la línea 2 del tranvía hasta la parada de Alsace-Lorraine. Desde allí son suficientes 10 minutos a pie para alcanzar la iglesia ortodoxa más grande fuera de Rusia.
El templo fue inaugurado en 1912 y tiene un gran valor simbólico. En 1865, el hijo del zar Alejandro II murió de meningitis en este mismo lugar. El proyecto fue encomendado a Mikhaïl Préobrajenski que ideó una iglesia con seis cúpulas coloridas que recuerdan a la catedral moscovita de San Basilio.
El interior es ricamente decorado e incluye espléndidos frescos y más de 3000 iconas sagradas. De costumbre, se puede visitar de 10:00 a 12:00 y de 13:00 a 17:00 (en invierno) o de 9:00 a 12:00 y de 14:00 a 18:00 (en verano). El precio de un billete ronda los 5 €.
Despídete de Niza en Jan
Antes de dejar Niza y volver a casa, puedes disfrutar de una cena en un restaurante con una estrella Michelin: Jan. El establecimiento lleva el nombre de su propietario: Jan Hendrik van der Westhuizen, el primer chef sudafricano en conseguir este prestigioso galardón.
Entre sus creaciones vale la pena destacar las vieiras y espárragos verdes espolvoreados con sésamo y chocolate blanco. El restaurante abre de martes a sábado de 18:00 a 22:00. Lo encontrarás en el barrio del puerto (12 Rue Lascaris)
¿Cuál es la mejor época para visitar Niza?
Niza tiene un clima mediterráneo, con inviernos templados y veranos cálidos y soleados. Hay al menos dos temporadas en las que merece la pena visitarla y la primera es sin duda la primavera. La naturaleza despierta y las temperaturas no alcanzan picos excesivamente altos.
Es el momento perfecto para hacer una excursión a Provenza desde Niza. Es una región encantadora donde se pueden realizar paseos a caballo en la Camargue, recorrer el Parque nacional de Calanques o admirar los famosos campos de lavanda en flor.
El verano también es una estación muy recomendable, quizás evitando agosto. En este mes la ciudad y las localidades cercanas acogen un gran número de turistas. Ten en cuenta que el mar no es especialmente caluroso ni siquiera en verano. La temperatura máxima alcanza un máximo de 23º/24º. Lo ideal para aliviar el bochorno.
Las mejores heladerías de Niza
La mayoría de los turistas visitan la Costa Azul en primavera y verano. En esta época, no hay nada mejor que un buen helado. El listado de abajo enumera las mejores opciones:
- Neron, una heladería que emplea sólo ingredientes de primera calidad como vainilla de Tahití o avellanas del Piamonte. No utilizan ni colorantes ni sabores artificiales (15 place Saint François)
- Arlequin, elegida mejor heladería de Francia en 2014 (pero no ha perdido calidad con el paso de los años). Es famoso por el sabor “Tour de France”: crema de almendras y limón de la Costa Azul con un topping de chocolate blanco con ralladura de limón (9 Avenue Malaussena)
- Fenocchio, un establecimiento en el corazón de la vieja Niza (2 Place Rossetti)
- César Milano, según algunos es el mejor helado de la Costa Azul. Puede haber cola, sobre todo en los fines de semana, pero vale la pena esperar (43 Avenue Jean Médecin)
¿Qué excursiones se pueden hacer desde Niza?
La capital de la Costa Azul está rodeada de muchos lugares que merecen una visita, y no sólo en la costa. A continuación encontrará los mejores destinos para una excursión de un día:
- Roquebrune-Cap Martin, un hermoso pueblo medieval cerca del Principado. Sus principales atractivos son el paseo marítimo de Le Corbusier, el castillo (construido en el año 970 por Conrado I, conde de Ventimiglia) y L'Olivier Millénaire, uno de los olivares más antiguos del mundo. Además del coche, puede llegar con el tren (línea C3 de Nice-Ville a Carnolès)
- Cannes, un antiguo pueblo de pescadores que se ha convertido en el destino favorito de actores, directores y aficionados al cine. El famoso festival se celebra cada año en la segunda quincena de mayo. Sus hitos son el paseo marítimo de La Croisette, el Museo La Malmaison y la ciudad vieja (Le Suquet). Si quieres despreocuparte de la organización, te recomiendo reservar una excursión de un día a Cannes desde Niza
- Grasse, la capital mundial del perfume. Está situado en la cima de una colina y alberga museos dedicados a las fragancias - Musée International de la Parfumerie y la Fábrica histórica de las Parfumerie Fragonard, etc. - y un casco histórico espléndidamente conservado. Si no dispones de un coche, puedes llegar a Grasse con el tren (línea C3 desde Nice-Ville)
- Saint-Tropez, el destino más popular de la jet set. Esta hermosa ciudad de la Costa Azul ganó gran popularidad con la película "Y Dios creó a la mujer", protagonizada por Brigitte Bardot. Si te gusta caminar, te recomiendo el Sentier du Littoral, que conecta el centro con la Plage de Salins. Puede llegar en coche o reservando una excursión de un día a Saint Tropez desde Niza
- Gargantas de Daluis, “le petit Colorado niçois”. Siglo tras siglo, el río Var ha tallado las rocas rojizas de la región, creando un cañón impresionante. Merece la pena alquilar un coche y recorrer las pintorescas carreteras que lo atraviesan
- Menton, la ciudad de los limones. Según la leyenda, Adán y Eva, tras ser desterrados del Edén, llegaron a Menton y plantaron una semilla de este fruto. Desde entonces, los limones son omnipresentes en la ciudad, hasta el punto de que cada febrero se celebra la Fête du Citron. También en este caso, la línea de tren C3 es la solución más barata
- Mónaco, la ciudad más glamurosa del Mediterráneo. Pese a su tamaño diminuto, hay decenas de atracciones que vale la pena ver: el Palacio de los Príncipes, la ciudad vieja en un espolón de roca, el Grand Théâtre, el Museo Oceanográfico y más. Para más información, te recomiendo leer el post sobre las cómo visitar Mónaco y Èze desde Niza
- Vence, un típico pueblo provenzal. Durante un periodo de su vida, Matisse vivió aquí y decoró la hermosa Chapelle du Rosaire. Si te paras a comer, te recomiendo Les Petit Tabliers (7 Avenue Marcellin Maurel) y Mama Gaïa (Place Godeau)
¿Cuáles son las mejores playas?
¿Viajas a Niza en verano y quieres disfrutar del buen tiempo? ¡Bien elegido! La perla de la Costa Azul cuenta con unas playas realmente hermosas:
- Beau Rivage, la más glamurosa de Niza. Es la playa privada del hotel homónimo pero se puede acceder aunque no seas huésped. Para más información te sugiero que visites la web oficial (107 Quai des Etats-Unis)
- Plage de la Réserve, unas pequeñas calas rodeadas de rocas. Es frecuentada por los locales y destaca por las vistas hacia el monte Boron (122 Boulevard Carnot)
- Cocoon Beach, conocida por su área lounge. También merece la pena probar su aperitivo.Encuentras más información en su web oficial (165 Promenade des Anglais)
- Opéra Plage, la más antigua de Niza. Destaca por la calidad de sus servicios que incluyen masajes, tienda de bañadores, prensa internacional y un excelente restaurante (30 Quai des Etats Unis)
Si tienes un coche de alquiler, también te recomiendo las playas de la península de Saint-Jean-Cap-Ferrat, Antibes y Villefranche-sur-Mer (especialmente Plage des Marinières).