Todo sobre el restaurante del Museo Reina Sofía
¿Te entra hambre después de ir a un museo? Si eso te pasa tras tu visita al Reina Sofía, no tendrás que aguantar mucho; allí encontrarás dos restaurantes que triunfan por sus recetas innovadoras y su sabor tradicional.
Con todas las actividades y planes que hay por hacer en Madrid, es normal que queramos reponer fuerzas. Tras el recorrido por las muchas salas del Museo Reina Sofía es posible que sientas la llamada del hambre, así que te alegrará saber que compartiendo edificio con las grandes obras de pintores como Miró o Picasso se encuentran dos grandes restaurantes: el Arzábal y el NuBel.
Ambos locales cuentan con una localización privilegiada, logrando un ambiente moderno, artístico y agradable. En cuanto a la comida, prepárate para disfrutar de sabores tan exclusivos como los cuadros que has visto. Tanto el Arzábal como el NuBel son conocidos por sus cocinas de mercado. Eso sí, comer tan bien no suele ser barato, pero ¡no puedo dejar de recomendarlos!
Qué comer en los restaurantes del Reina Sofía
Cuando acabes tu visita por el Museo Reina Sofía seguro que tienes hambre; tanto caminar y ver cuadros cansa a cualquiera. Para no perder tiempo buscando un restaurante y seguir disfrutando del arte, lo mejor es quedarte a comer en uno de los restaurantes que hay en el museo: el Arzábal o el NuBel. Ambos tienen muchísimas alternativas, aunque la carta del primero es algo más tradicional que la del segundo.
Ya verás que no podrás quejarte de opciones, porque el Reina Sofía cuenta con dos restaurantes y, además, cada uno dispone de un menú variado y riquísimo.
Mientras que el Arzábal es aparentemente más típico, en el restaurante NuBel reina la innovación, desde la forma en la que están dispuestas la mesa hasta los platos que sirven.
Qué comer en el restaurante Arzábal
El restaurante Arzábal se define como dinámico, quizá porque en su carta destacan los platos tradicionales pero siempre con un toque diferente. Por lo tanto, espera encontrar unas buenas croquetas servidas con leche de oveja, una de sus recetas estrella. Pero si hay algo que tienes que probar son sus quesos; cuentan con un carro solo para sus más de 20 quesos. ¡La burrata es espectacular! Si eres más de carne, te gustará saber que la del Arzábal es de muchísima calidad, especialmente el solomillo.
¿Quién está al mando de los fogones? Dos grandes chefs: Álvaro Castellanos e Iván Morales, que llevan años al frente de este proyecto gastronómico que cuenta con otros restaurantes repartidos por la ciudad de Madrid. Su meta para este establecimiento era llevar una taberna tradicional pero con una carta renovada al centro cultural y de arte contemporáneo más importante de la ciudad.
En este restaurante saben que cualquier comida ha de acompañarse con una buena bebida, por eso sus camareros siempre están dispuestos a recomendarte un vino de la carta específica que tienen. ¿Prefieres cerveza? Cuando pruebes la que tienen allí lo harás. Para acabar pide su ginebra, al fin y al cabo, ¿es digestiva, no?
Qué comer en el NuBel
¿Después de contemplar los mejores cuadros del Reina Sofía te apetece comer algo igualmente exclusivo y artístico? Entonces tienes que probar el NuBel. Una cafetería-restaurante que completa la experiencia del museo a través de una gastronomía de vanguardia. ¿Un plato imprescindible? Cuesta elegir, pero su sección “raw”, donde priman los alimentos crudos, es una de las mejores.
Lo bueno del NuBel es que, vayas a la hora que vayas, encontrarás un rico menú elaborado por el chef Manuel Berganza (estrella Michelín). Aunque lo común es ir a comer tras la visita, también puedes disfrutar de su carta de desayuno o brunch (sus tartas, sobre todo la de queso, son increíbles).
A pesar de que su carta podría resultar demasiado moderna, gusta a toda la familia, por lo que si has ido a Madrid con niños, te animo a quedarte a comer en el NuBel y pedir algunas tapas o platos para compartir.
Los precios de los restaurantes del Museo Reina Sofía
La calidad tiene un precio, y si encima le añadimos la localización privilegiada que tienen tanto el restaurante Arzábal como el NuBel, no podemos más que esperar un precio alto.
Comer o cenar en el Museo Reina Sofía es lo que tiene, así que prepárate para pagar aproximadamente 20€ por cada plato principal. En total, una comida para dos puede salir por unos 50€-70€ (postres incluidos), a la que habría que añadir el vino (alrededor de 30€ más la botella). Ojo, no pienses que tendrás un descuento por haber comprado la entrada del Museo, ya que no hay ningún tipo de acuerdo.
Aunque pueda parecerlo, el Arzábal y el NuBel no tienen precios altos simplemente por estar donde están, sino por la calidad y la originalidad de sus recetas. Incluso las más simples o tradicionales han sido pensadas por grandes chefs, además de que en sus cocinas solo entran los mejores productos del mercado.
Los horarios de los dos restaurantes del Reina Sofía
No tendrás que preocuparte por los horarios, ya que los restaurantes del Reina Sofía, el Arzábal y el NuBel, están abiertos casi todo el día. Eso sí, tendrás que consultarlo con tiempo, ya que suele cambiar a lo largo de la semana.
Por lo general, el Arzábal abre de 10h a 1h y el NuBel de 9h a 00h. Como ves, están siempre disponibles dentro del horario de apertura del museo, pero alargando el momento de cerrar para que los visitantes más tardíos puedan llegar a comer o cenar algo.
Horarios del restaurante Arzábal
Desde las 10h de la mañana el Arzábal está abierto todos los días. La hora de cierre sí que varía de un día a otro, así que consulta bien sus horarios en la página web. Por lo general, de lunes a jueves cierra a la 1h, los viernes y sábado a las 2h y los domingos a las 20h. No tienen descanso semanal, así que siempre tendrás la opción de ir a comer allí, incluso cuando el museo no esté abierto.
Horarios del restaurante NuBel
El NuBel sí cierra dos días a la semana, por lo que olvídate de ir a probar su comida un lunes o un martes, como puedes comprobar en su web. No obstante, el resto de la semana tiene un horario bastante amplio, abriendo siempre a las 9h y cerrando a las 00h (miércoles, jueves y domingo) y a las 2:30h (viernes y sábado), para que cualquier noche puedas disfrutar de sus cocktails mientras un DJ pincha algo de música.
Ojo, aunque el horario sea continuado, las diferentes cartas del NuBel puede que solo estén disponibles en momento concretos del día. Por ejemplo, su menú de Afternoon Tea solo se ofrece de 17h a 19h, mientras que el de Tapas de 16h a 20h.
El ambiente moderno de los restaurantes del Reina Sofía
Como no podía ser de otra manera estando en el Museo Reina Sofía, los restaurantes NuBel y Arzábal gozan de un ambiente dinámico, moderno y de algún modo también artístico. No solo en sus platos se nota la innovación, sino también en los espacios, que actúan como una extensión del museo y están abiertos y decorados con mimo.
Además, todo el mundo que va coincide en que los camareros son agradables y te aconsejan siempre sobre lo mejor de la carta, que a veces puede resultar algo confusa si no conoces algún término gastronómico.
Los dos espacios son aptos para toda la familia, aunque el NuBel lo es especialmente ya que cuenta con un mobiliario original y lleno de colores, algo que a los más pequeños siempre les gusta. Por ejemplo, en lugar de sillas tradicionales hay sofás o sillones. No por ello el espacio se siente caótico, ya que es amplio y permite el movimiento de carritos de bebé.
El Arzábal por su parte, aunque con aires innovadores, no deja de ser una taberna de las de toda la vida. Los espacios interiores permiten alojar a muchos comensales al mismo tiempo, pero ya vas a ver que la terraza es espectacular.
Lo mejor es que es parcialmente interior, por lo que en los días de lluvía y frío puede ser disfrutada igualmente. En general, hay un ambiente acogedor y que invita a charlar con una copa de vino y un rico plato en la mesa.
La decoración de los restaurantes del museo
Los grandes chefs saben que la experiencia gastronómica no empieza en el plato, sino en el propio local. Como te puedes imaginar, si a esto le sumamos que el Arzábal y el NuBel están emplazados en un museo de arte contemporáneo como es el Reina Sofía, es de esperar que su decoración esté cuidada, pero que a la vez la de uno sea muy diferente a la del otro.
El Arzábal cuenta con un estilo que mezcla lo tradicional y lo innovador en un mismo espacio, igual que lo hace en sus platos. Por dentro es un restaurante cálido con elementos estéticos de siempre (como la barra de madera) pero en colores quizá más elegantes (el negro predomina). Además, para poner en valor la amplia carta de vinos que tiene, las botellas forman parte de la decoración y están expuestas en vidrieras, como si fuesen cuadros.
El NuBel por su parte tiene mucho más color, predominando un tono anaranjado gracias a las lámparas que iluminan cada rincón y cada mesa. Además, al estar situado bajo la cúpula roja del edificio Nouvel (construido como ampliación del museo), su interior es brillante y tiene un aire muy moderno.
¿Hay que reservar mesa en los restaurantes del Reina Sofía?
Si quieres asegurar tu mesa en uno de los dos restaurantes del Reina Sofía mi consejo es que reserves. Especialmente en los momentos de más ajetreo (comidas y cenas) pueden llegar a llenarse, aunque ambos tengan mucho espacio interior y exterior.
Sé que es muy complicado saber a qué hora acabarás tu recorrido por el museo, así que normalmente tanto el personal del Arzábal como el del NuBel tienen esto en cuenta y guardan la mesa durante media hora aproximadamente.
La reserva la puedes hacer fácilmente desde sus página web, tanto la del Arzábal como la del NuBel, lo que es muy conveniente para comprobar la disponibilidad de mesas según vayas llegando al final de tu visita al Museo. Si no puedes reservar, aún así te recomiendo acercarte a ver si hay alguna mesa libre o hay hueco en la barra.
Las impresionantes y artísticas vistas de los restaurantes del Reina Sofía
Si algo bueno tiene comer en el Museo Reina Sofía es que tienes aún más tiempo para contemplar su arte. ¿A qué me refiero? A que este museo tiene algunas de sus obras expuestas en su patio, por lo que desde los ventanales y las terrazas del Arzábal y, principalmente, del NuBel, tendrás una vista privilegiada de ellas.
La terraza del NuBel está situada en el patio del edificio Nouvel. Si te sientas en una de las mesas exteriores del restaurante compartirás comida con “La Pincelada” (Brushstroke) de Roy Lichtenstein, una escultura monumental que desde 2004 se encuentra allí.
Aunque desde el Arzábal la panorámica quizá no es tan artística, las vistas impresionan a cualquiera, sobre todo a los comensales que tienen la suerte de sentarse en su jardín. Este espacio recuerda a los de la Alhambra o a un invernadero, lleno de plantas y con un aire muy mediterráneo.
Más allá de la comida: las noches de los restaurantes del museo
No todo va a ser comer, sobre todo cuando hay espacios tan amplios en los que celebrar. Por eso los restaurantes del Reina Sofía aprovechan todas las horas en las que abren para organizar eventos, conciertos o sesiones de DJs. ¿A cuáles vas a apuntarte?
El NuBel, que los viernes y los sábados cierra a las 2:30h, alarga las cenas invitando a DJs de la ciudad y a otros grupos musicales para animar la noche. Además, tiene una variada carta de cocktails para combinar lo mejor de la gastronomía y la música. En su página web puedes consultar todos los eventos que van organizando.
El Arzábal no se queda atrás y también suele contar con DJs para ambientar las cenas. En esos momentos es cuando más gente joven hay disfrutando de unas copas.
Lo más destacado de los restaurantes del Reina Sofía
Quizá uno de los elementos que destacaría de ambos restaurantes del Museo es que tienen como base la gastronomía española.
La modernidad o conceptos como “lo fusión” no eliminan la tradición, pudiendo saborear platos de siempre con un toque actual. Además de las creaciones de sus chefs, algo que me llamó la atención es la personalidad de cada local y lo que les hace tan distintos incluso estando prácticamente en el mismo espacio.
El Arzábal por ejemplo resulta más acogedor y su gran punto a favor es la terraza semicubierta. Por otro lado, la vanguardia del NuBel le da su gran ventaja: lo polifacético que es. Puedes ir allí a desayunar antes de tu visita al Museo Reina Sofía o a comer cuando acabes. Si se te hace tarde, tienes excusa para quedarte a sus veladas de cocktails y música.
¿Merece la pena comer en uno de los restaurantes del Reina Sofía?
Como en todo, hay opiniones mejores que otras, pero por lo general todo el que come en el NuBel o Arzábal sale satisfecho e incluso con ganas de repetir. Si hay algo que la gente destaca es la calidad de los productos y también lo bonitos que son por dentro.
Al final, cuando en un mismo restaurante se combina un buen ambiente y una buena comida, el éxito es casi seguro. Del NuBel en concreto gustan sus platos más vanguardistas, que tienen la firma clara de un chef con Estrella Michelín. Eso sí, como suele pasar con los locales más modernos, las cantidades pueden ser un poco escasas, aunque eso quizá potencie más su sabor.
El Arzábal es otra gran opción por su menú, pero si hay un aspecto que siempre se lleva las mejores valoraciones es su decoración, especialmente la de la terraza. Podría decirse que merece la pena comer ahí solo por pasar un rato entre plantas, aunque haya quien opine que el precio total es algo caro para la cantidad que se sirve.
¿Ya sabes lo que vas a pedir? Seguro que leyendo mis consejos se te ha hecho la boca agua, así que no dudes en comer en uno de los dos restaurantes del Museo Reina Sofía.