Lanzarote en 5 días: el mejor itinerario

Lanzarote es una isla con perfil delineado por la fuerza de los volcanes que fue salpicado por la arquitectura de César Manrique. Impresionantes acantilados, playas de arena fina, lagos multicolor, mar turquesa y terreno rocoso, estimulan los sentidos. Lanzarote es la isla que se siente de punta a punta y las actividades no tienen límites.

Este post es una guía con las mejores cosas que hacer en Lanzarote para tu itinerario de 5 días con el objetivo de que aproveches al máximo tu visita.

En Lanzarote los sitios de interés abundan y las distancias son relativamente cortas. Una media de 9 kilómetros separan un lugar de otro, por lo que te recomiendo que alquiles un coche para avanzar a tu ritmo. Considerando que el transporte público en Lanzarote no tiene un horario regular, en coche particular se consigue sacar mejor provecho a la visita.

Desde 25 € vas a encontrar un coche en CICAR, Cabrera Medina o AutoReisen.
El primer día te invito a pasear por varios puntos imprescindibles de la isla. Viñedos volcánicos, el refugio de José Saramago, el paisaje lunar de La Geria o el pueblo blanco de Teguise son importantes para empezar a conocer la isla y su historia.

Además, otra opción muy apropiada es reservar un tour del vino en Lanzarote, desde $47 USD.

Arrecife

El día empieza con un recorrido por la capital de Lanzarote antes del almuerzo. La ciudad al igual que cualquier otro complejo urbanístico costero, está repleta de calles comerciales, apartamentos variopintos y, las primeras intervenciones artísticas de Cesar Manrique, como la Casa de la Cultura Agustín de la Hoz.

Sin embargo, Arrecife gira en torno al Charco de San Ginés, la entrada a la vida marina propia del lugar. En ese espacio se construyó la primera capilla de los alrededores, la Iglesia de San Ginés, donde se puede ver la estatua carnestolenda de Los Buches. Continúa el recorrido por la calle real hasta El Mercadillo, una parada obligada al pisar Arrecife para refrescarte.

Después, cruza el Puente de las Bolas para llegar al Castillo de San Gabriel, una fortaleza que alberga el Museo de historia de Arrecife. La entrada es gratuita y en su interior vas a conocer los hitos de la isla y su pasado pesquero, mientras disfrutas de una vista impresionante al Atlántico. Este encantador recorrido te toma alrededor de 2 horas.

La Geria

Desde Arrecife a La Geria son 20 minutos en coche, por lo que vas a llegar a una hora perfecta para degustar quesos, vino y tomar el almuerzo.

En esa zona se concentran las principales bodegas de la isla -por cierto, de las más antiguas en Europa- y, la obtención de estos productos sigue el lema de la isla, son viñedos diferentes. Además, hay variedades de uvas poco convencionales como la malvasía volcánica, una uva pequeñita cuyo fermentado entra en el top de vinos españoles. ¿Qué de dónde sale? de un terreno imposible que arroja ideas de una caminata por la luna.

Si quieres probar los productos autóctonos de Lanzarote, este es el lugar. Y no me refiero solo a los vinos, los quesos (en especial los madurados) son una delicia. El maridaje entre ambos productos es toda una experiencia te animo a unirte a una de las visitas guiadas por las bodegas para que lo compruebes por tu cuenta, luego, sigue por la carretera LZ-30 hasta tu siguiente parada.

La Casa Museo del Campesino

A medida que avanzas rumbo a la Casa del Museo Campesino, vas a transitar por un terreno de tierra negra repleta de curiosos hoyos. En medio de cada uno, florece una vid, protegidas por muros semicirculares. Unas fortalezas individuales que resguardan la humedad del terreno y los efectos de los vientos alisios. Tendrás que aparcar el coche, ya te digo, porque el paisaje es una pasada.

Pronto vas a llegar al municipio de San Bartolomé, donde se encuentra la Casa Museo del Campesino, una obra concebida por el padre arquitectónico de la isla, Cesar Manrique, acompañado por el maestro Jesús Soto. El resultado rinde tributo a los lugareños en una obra vanguardista.

En la entrada vas a encontrar el Monumento a la Fecundidad y, es solo el aperitivo. Merece la pena la visita de 1 hora por este lugar. La entrada es gratis, no te preocupes.

Teguise

La antigua capital de Lanzarote es una encantadora ciudad con cosas tan interesantes como un antiguo granero que, convertido en una agencia bancaria, dispone de unos lienzos a modo de obra de arte y una mesa de comedor en su entrada.

En las calles de Teguise encuentras casitas blancas con sus tradicionales balcones de madera, el Museo de la piratería en el Castillo de Santa Bárbara; la Biblioteca Municipal, un refugio de libros donde el tiempo se detuvo; o la Iglesia de Nuestra Señora de Guadalupe, el emblema central de la campiña.

Teguise es un pueblo muy bonito donde la brisa combina el mar y la tierra volcánica. Sus terrazas son la perfecta introducción a la isla, tanto que hay viajeros que bajan desde Famara solo para cenar en este pueblo. Si puedes, pasa la noche allí, no sin antes visitar la Ciudad estratificada, allí el ocaso es de película. Además, también puedes aprovechar para ir al Aquapark de Costa Teguise

El segundo día por Lanzarote te invito a conocer el emblema de la isla, sus volcanes. Te adelanto que hay que meterle caña al viaje, este es un día intenso porque vas a pasear por la Montaña de fuego mejor conocida como Timanfaya y, los principales atractivos a su alrededor.

Toda la ruta suma un total de 41 km, nada mal para las 6 paradas que la componen, sin embargo, debes tomar en consideración un detalle, el Timanfaya solo puedes conocerlo con una visita guiada y tienes un par de alternativas:

• Desde 12 € puedes comprar tu entrada al llegar a la montaña, lo que te dará acceso únicamente al Timanfaya con el transporte del centro. Si eliges este caso, te animo a comprar los bonos de 4 o 6 sitios de interés en Lanzarote.
• Otra alternativa es optar por una excursión completa al Timanfaya, con la que vas a evitar las colas, contar con transporte privado climatizado desde tu alojamiento y, a menudo se agregan otras paradas como el Echadero de Camellos.

La ruta completa (sin contar el almuerzo) dura entre 5 y 6 horas para disfrutar con calma del paseo. Y es que parada tras parada quedas fascinado con los atractivos.

Timanfaya

De lejos, este es el rey de los sitios icónicos de Lanzarote. En 1730, tras una mega erupción de 6 años, quedó extinta toda forma de vida de la isla.

Al ceder la lava fue delineando un paisaje con formas complejas donde una nueva flora y fauna han encontrado su rinconcito geográfico. Así es como aves, camellos, géiseres y hervideros se combinan en el Timanfaya.

Laguna de Los Clicos o el Charco Verde del Golfo

Si de paisajes volcánicos particulares se trata, la Laguna de los Clicos es de los más alucinantes del mundo. En ese punto de la isla el agua y el magma se combinan en medio de una playa de arena blanca, rojiza y negra para bordear el también llamado Charco Verde.

Esta es una parada imprescindible en tu itinerario, la magia de la naturaleza te deja boquiabierto y solo debes acercarte al Golfo para apreciar este tesoro desde el mirador gratuito.

Los Hervideros

A poco menos de 1 km de la Playa Montaña Bermeja se encuentran los Hervideros, una maravilla atlántica donde el mar golpea con fuerza el relieve de lava que ha dejado el volcán para colarse entre sus cuevas.

De hecho, el lugar debe su nombre al sonido que produce este choque del agua. Como resultado, las cuevas amplifican el sonido y crean un deleite visual.

Las Salinas de Janubio

El último punto del día te lleva al suroeste de la isla para conocer las Salinas de Janubio, un espacio de 168 hectáreas incluyendo los pueblos de Hoya, la Laguna de Janubio, Las Breñas y la Playa del Janubio. El punto de visita lo encuentras en la Calle los Hervideros donde los lugareños trabajan por conservar una tradición de antaño en medio de un paisaje abrumador.

Puedes reservar una excursión a las Salinas de Janubio donde podrás comprar sus productos en la Bodega Janubio y cenar en el restaurante Mirador de las Salinas, un lugar con terraza cubierta donde la vista cubre la laguna de sal.

Al finalizar, si andas por tu cuenta, puedes alojarte en Playa Blanca, allí encontrarás variedad de opciones, además está próximo a tus siguientes paradas porque tu tercer día será de sol y arena en Lanzarote.

El tercer día te espera un recorrido de 39 kilómetros desde Playa Blanca hasta Puerto Calero, pasando por algunas de las mejores playas de Lanzarote, es decir Playa Papagayo, Playa Flamingo, Playa Quemada y Playa del Pozo.

Hay muchas más que podrías visitar. Tanto Los Charcones como las Piscinas naturales son un espectáculo, pero llevarte a ese punto es un desvío significativo y hay razones especiales que sitúan las playas citadas en un lugar de honor.

Este día puedes hacer el recorrido playa por playa por tu cuenta o ir directo al puerto, registrarte en tu hotel y hacer una excursión en buggy por Lanzarote o coger alguna de las excursiones en barco por Lanzarote.

Las actividades marinas como snorkel, kayak, remo, buceo, paseo en submarino pueden estar incluidas, así comienza una aventura inmersiva por el mar de Lanzarote.

Playa del Papagayo y Playa del Pozo

Playa del Papagayo es la playa de mayor afluencia turística al sur de la isla. Su arena blanca, rica vida marina, aguas apacibles y profundidad baja, la posicionan entre las favoritas cuando se visita Lanzarote con niños. Solo una advertencia, vas a encontrar varios baches en los últimos kilómetros de la carretera no asfaltada y debes pagar alrededor de 3 € para aparcar allí.

También podrías realizar un paseo en barco que incluya esta playa o un tour guiado para que incluyas actividades de kayak, snorkel o buceo en Lanzarote. Vale la pena apreciar este rincón caribeño en Lanzarote.

Por otra parte, si lo tuyo no es un viaje a Lanzarote con niños, muy cerca de Playa del Papagayo, a solo 16 metros de distancia, encuentras Playa del Pozo, una playa nudista con un paisaje similar al de su antecesora. Allí puedes reservar una experiencia de bautismo de buceo en Lanzarote o hacer un tour en kayak y snorkel.

Playa Flamingo

Esta playa es tan pequeña como bonita. Son 200 metros donde se han reunido facilidades para discapacitados, niños, adultos y la familia en pleno gracias a su construcción artificial.

Playa Flamingo es bien conocida por la posibilidad de bucear y practicar snorkelling. Si llevas tu máscara y tubo puedes hacerlo por tu cuenta o alquilarlo alrededor: el Delphinus te ofrece todo lo que necesitas.

Playa Quemada

El siguiente destino ya empieza a alejarse del sur, pero te va a permitir nadar a tus anchas y conocer las mejores playas de Lanzarote. Así inicia el ascenso por la isla para ver el norte en tu cuarto día para llegar a Playa Quemada.

Esta playa es de las más tranquilas a simple vista. Al fondo se ve un pueblo pesquero flanqueado por arena oscura y un montón de casitas blancas a orillas del mar. A pesar de su apariencia, puedes pasear en moto de agua, nadar, o comer con vistas al mar.

Debes saber que los precios son asequibles en la zona, la comida deliciosa y las vistas como para quedarte a leer con la brisa marina como cómplice de aventura.

Puerto Calero y Puerto del Carmen

Puerto Calero y Puerto del Carmen son bastante similares. Ambos son zonas turísticas donde las grandes cadenas de hoteles y tiendas están esperando a los turistas así que puedes visitar los dos o elegir tu parada final del día. Desde ellos puedes coger un tour en velero o una excursión en catamarán y recorrer la zona en altamar.

Si eliges Puerto Calero puedes subirte a bordo de un submarino turístico ver la vida marina desde sus claraboyas y luego lanzarte al mar con snorkel, es una experiencia super chula. En caso de elegir Puerto del Carmen, puedes contratar un tour de avistamiento de delfines en Lanzarote, -especialmente si visitas la isla en primavera-, o hacer un Tour en buggy en Lanzarote.

Debes saber que la vida nocturna es más movida allí, así que además de irte en catamarán a las distintas playas de la zona, a tu regreso las terrazas y discotecas son una alternativa disponible.

Como puedes ver, hay muchas cosas que ver y planes que hacer en Lanzarote y en este día vas a poner rumbo hacia el norte de Lanzarote para visitar algunos de los centros de cultura de la isla. Si quieres ahorrar algunos euros, podría ser útil comprar los Bonos CACT (Centros de Arte, Cultura y Turismo).

El recorrido del día te va a llevar por el Jardín de Cactus, Punta Mujeres Jameos del Agua y la Cueva de los Verdes para finalizar en Órzola o lo más cercano a este puerto, ya que el último día estará destinado a una de las mejores excursiones de un día desde Lanzarote, a la isla de La Graciosa y es en ese puerto donde se toman los barcos.

Esta ruta abarca 50 km en los que vas a descubrir los tesoros pendientes de la isla en cada parada.

Jardín de Cactus

Después de desayunar en tu hotel del puerto, esta será la primera parada del recorrido: el Jardín de Cactus, una de las obras más interesantes de Cesar Manrique.

En esta antigua cantera de Guatiza puedes ver alrededor de 4.000 especies de cactus de diversos orígenes. La intención del artista era conjugar la belleza del paisaje volcánico con la vegetación desértica. El resultado cuenta con una variedad de reconocimientos internacionales y es un sitio de interés ineludible en la isla.

Punta Mujeres

Otro de esos lugares con encanto es Punta Mujeres, un pueblo pesquero variopinto donde el azul y blanco colorean sus calles. En esta zona puedes almorzar, aunque el principal motivo para incluir este lugar en tu itinerario son las piscinas naturales.

Son las más bonitas de Lanzarote y puedes darte un chapuzón sin problemas. Si quieres algo más, pasa por el Museo Aloe Vera y su tienda, los encuentras de paso.

Jameos del Agua

Este túnel creado por la erupción del volcán Corona cuenta con un lago subterráneo con una entrada de espectáculo. Nuevamente Cesar Manrique intervino para enaltecer la belleza del lugar y resguardar una especie particular.

Sí, aunque no lo creas en esta pequeña isla viven los cangrejos albinos, especie única en el mundo.

Conoce cuándo y cómo visitar Jameos del Agua para evitar las colas y aglomeraciones.

Cueva de los Verdes

Este es de esos lugares que te deja sin palabras. Son 6 kilómetros erosionado por la lava que goza de iluminación y acústica sorprendente. El colorido no te deja indiferente y al final los guías te van a dar una grata sorpresa. Seré otra de las cómplices que no la revela para que vivas la experiencia, merece la pena, es mágica.

Al finalizar el recorrido puedes acercarte al Mirador del Río y contemplar desde la distancia la isla que te aguarda mañana, o pasar directo a Órzola para pasar la noche. Allí vas a encontrar restaurantes y hoteles de todo tipo.

Para cerrar tu paso por Lanzarote tienes la joya de la corona para el último día, La Graciosa.

Esta es una isla cuyos encantos siguen impolutos gracias al uso limitado de vehículos (el transporte permitido es solo el oficial), sus caminos naturales (las calles sin asfalto) y una escasa oferta de hoteles y posadas (todos los encuentras en Caleta del Sebo).

Esta isla merece ser llamada virgen con todas sus letras. Y tomando en consideración los puntos anteriores, lo mejor es hacer una excursión guiada a La Graciosa desde Lanzarote.

Qué hacer en La Graciosa

En La Graciosa puedes hacer kayak, snorkel y hasta senderismo. La isla ofrece todas las condiciones para disfrutar de un ambiente marino natural.

Eso sí, ten en cuenta que las tiendas, restaurantes y en general todos los establecimientos están alrededor del puerto y, además, no está permitido llevar tu coche.

Cómo llegar a la Isla

En ferry puedes viajar desde Órzola, ida y vuelta hasta Caleta de Sebo. El billete del ferry a La Graciosa se puede adquirir desde $31 USD y tiene una duración de entre 25-30 minutos. Luego toca alquilar una bici (cuestan desde 15 € por día), o moverte en los jeep-taxi.

Otra alternativa más cómoda es contratar un tour privado desde Lanzarote. Los precios varían desde 68 € y suelen incluir, entre otras cosas, almuerzo con paella, traslados en ferry hasta la isla y catamarán ya en La Graciosa, así como todos los equipos necesarios para practicar el deporte acuático de tu agrado.

Las playas más bonitas de La Graciosa

• Playa La Francesa. Una playa exótica de mar sereno, agua transparente y una riqueza marina que bien vale descubrir con tu snorkel. Playa La Francesa está ubicada a solo 2.5 kilómetros al sur de Caleta de Sebo. Puedes tumbarte en su arena blanca, zambullirte en el mar, recorrerla en kayak o solo contemplar el horizonte.
• Playa La Cocina. A solo 15 minutos caminando desde Playa Francesa se encuentra esta cala situada entre los imponentes acantilados de la montaña Amarilla. Esta playa es preciosa, de verde intenso, aguas calmadas y fondo cristalino. Puedes llegar allí en alguno de los taxi-jeep que hay en el puerto de Caleta de Sebo o caminando.
• Playa de las Conchas. Al noroeste encuentras otra de las playas más bonitas de La Graciosa, Playa de Las Conchas. Un espacio con vista hacia la montaña Clara y su hermano, el también deshabitado islote Alegranza. La arena es gruesa y conserva el mismo tono turquesa de sus antecesoras. Esta playa es ideal para quienes buscan mayor privacidad, suele estar poco concurrida y son solo 5 kilómetros para llegar a ella.

Carla’s Tip

Te dirán que alquiles bici si te decides a visitar La Cocina o La Francesa porque desde el puerto son solo 3 km, sin embargo, el terreno es bastante exigente (eso pocos lo mencionan). Es preferible coger un taxi o caminar.